Cannes 2021: De monjas lesbianas, Anna Frank y un cubrebocas desesperado.
Uno de los films más esperados se presentó hoy con una gran expectativa. “Benedetta” del mitiquísimo Paul Verhoven, se proyectó como uno los platos fuertes del festival, no solo del día, sino de todo el fin de semana. Adaptación del libro “Actos inmodestos: la vida de una monja lesbiana en la Italia del Renacimiento”. De Judith C. Brown.
¿El resultado? Para algunos (me incluyo) una gran provocación al estilo del holandés violento y transgresor por excelencia, que ha logrado una cinta repleta de un extraordinario humor negro. Para otros pocos, policías de las buenas costumbres y lo correcto, una obra que raya en lo vulgar y de un morbo barato. Yo reitero que se necesitaba algo así, una bocanada de aire fresco ante tanto “políticamente correcto” que cada vez nos censura por todo y se rompe por nada. Así pues, la película de Verhoven ha conseguido quizá ser lo más interesante proyectado hasta este momento en el festival. Veremos qué dicen los que supuestamente saben y fungen como jurado del encuentro.
Fuera de competencia, la coproducción belga-francesa “Where is Anne Frank?” Nos presentó un relato por demás imaginativo que sin forzar y con un guion repleto de aciertos, nos aleja un poco de esa figura un tanto sosa Y descafeinada que todos hemos conocido de la niña del holocausto para transformarla en una adolescente con una nueva dimensión, llena de ocurrencias, humor inteligente y una manera de afrontar las desgracias de forma perspicaz, una auténtica delicia que estoy segura, encantará a los puertos y a los más grandecitos.
Me quedó pendiente la cinta de Matt Damon “Stillwater” pero sin ánimo de justificar a quien aquí le trae el chisme cinéfilo, la cosa está tan absurdamente complicada para acceder a cada proyección, que una termina por tirar la toalla tras hacer filas interminables y ver caras de fuchi diciendo que ya no puede entrar nadie más al recinto.
Y al final, una llega cansada a la habitación, se saca el cubrebocas como quien disfruta quitarse los tacones, se toma una copa de vino y añora aquellas memorables pachangas de un Cannes que se llenaba de fiestas maravillosas que ahora, solo parecen vivir en nuestros recuerdos…
Mañana más.