Cannes 2021: Naufragio, vodka y el preciosismo de Anderson cargado de estrellas.
El chisme en Cannes parece empezar a ponerse bueno… lo digo porque ya ha habido de todo, ovaciones buenazas como la que se llevó la comadre Arcelia Ramírez, silencios incómodos como los que se vivieron con “Bergman Island”, murmullos, risas y sorpresas con “la monja lesbiana” del pasado viernes y mucho cotilleo de las estrellas que diariamente desfilan por aquí y por allá. Va pues la garra sin compasión de esta minina.
La coproducción Francia-Alemania-Bélgica y Suecia encabezada por la directora francesa Mia Hansen-Love presentó como parte de la competición oficial “Bergman Island” un relato que explora desde cerca la figura del inconmensurable guionista y director Ingmar Bergman con resultados que parecen quedarse en más bien en buenas intenciones que algo consistente y fascinante. Aunque la idea parte de una premisa que parecía bastante sólida, desarrollándose en la isla de Faro, donde Bergman construyó su casa a mediados de los 60, el hilo conductor que nos acerca a la mirada del Bergman creador, parece romperse y en muchos momentos, carecer de sentido una vez que se han conocido aquellas cosas que inspiraron al artista… ¿una peli caprichosa? Quizá, algo así como decir: Oh, Buñuel. E irse a Calanda a rodar una cinta que hable de sus orígenes. Que no por estar en las tierras que fueron las de nuestros ídolos, se nos va a pegar su magia. 105 minutos con más de la mitad de sobra y varios bostezos.
Por su parte, la rusa “Petrov’s Flu”del director Kirill Serebrennikov se presentó como una propuesta interesante, pero quizá no lo suficientemente atractiva para el jurado y la crítica en sí. Adaptación de la que puede llegar a considerarse desde ya como su proyecto más ambicioso, esta adaptación libre del best seller “Los Petrov, la gripe, etc…” presenta una ciudad devasta por una pandemia y a Petrov con un fuerte y alucinante viaje que la fiebre le provoca, ahí, los recuerdos de su infancia se confunden con su presente y dejan a la audiencia como una borrachera con vodka oso negro de esas que uno jura y perjura que jamás volverá a tener… algo así como un viajezote en donde largas tomas secuenciales transportan a los personajes de un lugar a otro y saltan épocas de la misma manera y de pasada, trasladando al espectador a la antigua Unión Soviética y la Rusia actual con una tremenda apología de un país delirante y una sociedad desorientada que vive sin saber que lo que antaño fue un imperio, hoy es solo historia.
Por último, pero no menos importante, la esperada cinta de Wes Anderson “The French Dispatch” (La Crónica Francesa) vio la luz tras haberse visto detenido luego del fatídico 2020. ¿El resultado? Digamos que más allá de reunir a un montón de estrellas entre las que destacan Benicio del Toro, Bill Murray, Tomothée Chalamet o Tilda Swinton, este relato es un sentido homenaje, una carta de amor al mundo del periodismo que se ambienta en la redacción de un diario gringo pero ubicado en una ficticia ciudad del siglo XX y tres historias interconectadas entre sí. Visualmente es una delicia, toda una oda fantástica a la revista The New Yorker, pero para muchos, se pierde en el preciosismo y en el idealizar una inventiva, para otros, los más fans de Anderson, el director puede estar llegando a alcanzar un nuevo nivel que mezcla perfectamente un relato puramente conmovedor. Veremos si le alcanza para levantarse con alguno de los premios importantes.