Cannes 2022: Cronenberg y Park Chan-wook llegan a imponer orden
Sin duda el día de ayer era “LA JORNADA” de este Cannes, el día en competencia más esperado gracias a la presencia de dos de los más grandes directores contemporáneos: David Cronenberg y Park Chan-wook, los cuales entregaron dos obras que hasta ahora y de manera unánime para la crítica, se han convertido en las dos propuestas más atrevidas y/o de calidad, coincidiendo ambas en la suavización de sus estilos narrativos.
Pero antes, un relleno…
Y pues ahí viene Valeria Bruni Tedeschi, que para no hacer el cuento largo, entregó una de las peores cintas hasta ahora en la competición, dejando en claro que los locales la han pasado mal este año dentro de la selección oficial. Les Amandiers no solo es tediosa y exageradamente melodramatica, pues también es tan pretenciosa como sus personajes, una manada de jóvenes que descubren la sexualidad y el teatro mientras se inscriben a una prestigiosa escuela de actuación durante los años 80. Poco hay que resaltar en esta insufrible “coming of age”, que agota sus recursos mórbidos de manera fugaz y que sin querer, se deja caer en un tono de comedia ácida ajena al relato, consecuencia de la desequilibrada dirección y un guion con momentos que rayan en lo patético.
Y dejando de lado este desgraciado caso…
Primero tocó el turno al surcoreano Park Chan-wook, favorito de muchos en este recinto, y que con su nueva cinta, Decision to Leave, no cambia de registro, pero si de tono, al suavizar sus elementos de thriller, erotismo y noir, y en esta ocasión incluirlos en un relato romántico hipnótico. No exagero cuando digo que la crítica la ha etiquetado de “Magnífica”, agregándole desde ya el mote de “obra maestra” ¿una más para el soberbio cineasta surcoreano?
Una mezcla de romance, noir y fina comedia, todo enmarcado en otro entorno criminal y de suspenso que emula a las obras “hitchcockianas”, su equilibrio entre cine de autor y el registro comercial, quizá la conviertan en una de sus cintas más accesibles, pero no por eso menos “maestras”.
Y para terminar el plato ¿fuerte?
Cronenberg se hace un auto remake con la esperada “Crimes of the Future“, que resultó menos polémica de lo que se esperaba, pero no por ello excenta de los elementos que hacen a a David el llamado “Maestro del Boddy horror”. Si bien su estilo visual se encuentra mayormente relajado (e irónicamente muchos de sus seguidores han reclamado que no explota ese recurso al máximo en una historia que tenía el máximo potencial para ello), el cineasta canadiense decide dar a la mente el protagonismo, y dejar que la mutilación de la carne sea solo un simbolismo en la transformación de la primera, manifestándose como una cruda crítica a los estándares físicos – psicológicos del ahora y del porvenir.
La cinta tiene un mensaje claro (como todo en Cronenberg), y ese es desarrollar un paralelismo entre su mutilación carnal con el cambio de ideologías actuales, que para bien o mal, pueden tanto evolucionar, como des-evolucionar