Cannes 2022: El Triángulo de la Tristeza y una Araña Santa bendicen al Festival
El dia de ayer representó quizá la mejor jornada del certamen al momento, y es que a pesar de que ninguna película en competencia ha dejado completamente satisfecha a la audiencia, los tres peces gordos que aparecieron ayer dan no solo reputación, sino también de que hablar gracias a sus muy marcados y hasta polémicos estilos.
Por ejemplo, Ruben Ostlund, el sueco ya ganador de la Palma de Oro, que como en aquel momento al parecer vuelve a incomodad a parte de la audiencia y crítica con Triangle of Sadness. Si bien ha dividio a ambos públicos en opiniones, el común denominador entre los que la alaban y la detestan, se enfoca en el humor ácido a la sociedad que maneja el director y que ya se había reflejado con momento y situaciones muy “incómodas” con The Square.
Pues Ostlund lo logra de nuevo, poniendo de relieve una crítica a las clases sociales y su nulo sentido de supervivencia ante lo que es lo más importante: vivir. Quizá hasta se hayan sentido ofendidos algunos, y es que el sueco ataca duro y al cuello, sin concesión, exagerado por momentos y con un Woody Harrelson soberbio. Es cierto, su seguidilla de situaciones quizá no tengan un rumbo fijo en la narrativa, más que el mensaje o metáfora a contar.
En segundo lugar se presentó otro estilo muy marcado por parte del multi ganador festivalero, Cristian Mungiu, el cual presenta en R.M.N. otra cosmovisión muy pesimista sobre su gente y en específico sobre Transilvania, en otro drama de toques surrealistas que pretende llevar al espectador a las entrañas de esta espiral de auto destrucción emocional, con la historia de un padre inconexo que simboliza la deshumanización de ciertas regiones europeas en torno no solo al mundo exterior, sino al propio, en una alegoría cruda sobre la xenofobia. Ojo, pues algunas ya la apuntan como uno de sus mejores trabajos, y una fuerte contendiente a la Palma
En tercer lugar y para poner un poco más de picante a la competencia ¡Por fin! Nos llega la nueva película de Ali Abbasi, Holy Spider, que ya nos había interesado desde su interesante premisa, sobre un asesino serial de prostitutas que piensa estar purificando la ciudad, pero que al mismo tiempo cae en una depresión al ver que nadie hace caso de “obra”. El director de la renombrada “Border”, cambia de registro pero no de tablas, y nos lleva a un thriller con toques de noir que vislumbra por su equilibro entre lo perturbador y su narrativa ácida, en lo que se convierte en otra sátira social y a los medios, que serán artífices principales, junto al asesino, de perpetrar dicha misión.
La cinta es polémica y atrevida, a pesar de que en su defecto parece tomar varios elementos del cine gringo, pero bien adaptados y ejecutados a su entorno
¿Esto ya mejoró no creen? Y pues mañana nos esperan Chan Wook-Park y David Cronenberg