Cannes 2025: Francia y España juegan a la Palma, pero no ganan
Un desangelado tercer día para la jornada de Cannes en los que dos europeos se presentaban para competir por la Palma de Oro.
Primero tocó el turno al cineasta aleman Dóminik Moll con Dossier 137, que vuelve a demostrar dos cosas; la primera, que su cine simple y costumbrista, aunque quiera tocar temas crudos como en esta ocasión (en la que una agente de asuntos internos deberá meterse hasta el fondo de la policía francesa para descubrir turbios secretos sobre la violencia y opresión del departamento tras algunos trágicos sucesos en las calles) siempre quedarán como meros thrillers de entretenimiento comercial que gustarán al público, pero que quedan lejos de cualquier complejidad o distinción; la segunda es que Cannes le sigue quedando ENORME, aunque se cambie de país para producir sus cintas. A pesar de todo, es una cinta que bien podría tomar amazon o Netflix y distribuirla con rápidez, pues cuenta con un desarrollo muy cómodo y adepto a las audiencias de este o demás streamings
En segundo lugar se dio el regreso de Oliver Laxe con Sirat, en donde un padre y su hijo se van de trip al desierto y de rave en rave para buscar a su hija y hermana desaparecida. La cinta es sin duda una propuesta atrevida y adepta al oscuro pero pintoresco asomo que sugiere siempre su director, sin embargo, a pesar de tener un primer acto muy bueno, la cinta cae en el morbo y el sensacionalismo estético, contemplativo, también muy costumbrista de los excesos de su autor. Aunque la crítica ha quedado ciertamente impresionada por algunos momentos, nada que un vaso de agua no pueda arreglar para este trago singular y extraño, pero al final amargo. Por otra parte, Sergi López salva la película con su actuación
Más decepciones que logros en el tercer día de Cannes, mañana esperamos lo peor con Ari Aster