Casi el Paraíso: Casi una Telenovela.
Contexto
Edgar San Juan y Hipatia Argüero Mendoza, actualizan la novela de Luis Spota, con una adaptación que trata de gustar tanto a nuevas como a viejas generaciones. En Casi el Paraíso, Ugo Conti, un falso conde Italiano, intentará aprovecharse de una familia adinerada e influyente en México, con tal de mantener su farsa y su costoso estilo de vida.
¿Qué funciona?
El trabajo de fotografía, entrega planos y movimientos de cámara, rescatables, esto, hasta que vuelve al típico formato de telenovela.
Los flashbacks a Italia dónde conocemos la historia sobre cómo Amadeo se convierte en Conde, son interesantes y mantienen un buen ritmo, el problema viene cuándo se atraviesan las escenas del presente.
El tono satírico que comienza a ser más evidente hacia el final, provoca que los chistes y el humor funcionen ligeramente mejor, a comparación de la primera mitad, dónde la cinta se toma demasiado en serio.
¿Qué no funciona?
El principal problema y que desencadena todos los demás, es el intento por atraer y gustar a todas las generaciones, volviéndola una película irregular que salta de un tono a otro sin sentido, confundiendo al espectador, que le es imposible decidir, si esto es una comedia romántica, una sátira, tragicomedia o una telenovela.
La edición es un accidente tras otro, haciendo cortes y cambios de ritmo que en lugar de mejorar la experiencia, la vuelve aún peor, anteponiendo la estética a la narrativa de la cinta. Hay escenas que simplemente no aportan nada, pero están ahí porque se debe mostrar que hay “presupuesto”.
Los actores/actrices no son malos, lo malo es que fueron dirigidos cómo si de una telenovela se tratase, exageradas, irritantes y risibles, volviendo imposible tomarte en serio lo que sale de sus labios.
Pese a tratar de tocar problemáticas importantes en México, como la corrupción en el gobierno, la desinformación, el machismo y la manipulación de las redes sociales, falla en darles profundidad a cada una de ellas, siendo meramente un comentario tratado como otro chiste. El mencionar una problemática social, no vuelve automáticamente más profunda tu película.
¿Qué nos deja?
La respuesta es nada, no nos deja absolutamente nada. Pese a sus intentos por parecer más compleja y ambiciosa, esta, es otra película mexicana del montón, hecha con un nulo cariño por el cine y poco respeto por su audiencia. Este, es el tipo de cine mexicano que no necesitamos más en nuestras salas, un cine que sigue usando los mismos trucos, los mismos chistes, el mismo formato y la mismas tramas vacías desde hace más de 20 años.
Mientras que películas como Todo el Silencio, Celeste Soledad, Vuelven, Sueño en otro Idioma, Nudo Mixteco, Los Lobos, etc. luchan por llegar a cines o a alguna plataforma, sin ser tan afortunadas, cintas como “Casi el Paraíso” tienen las puertas abiertas y la atención de los medios nacionales, para llenar sus bolsillos sin esfuerzo. Aquí es cuándo uno se da cuenta, que la corrupción no está solo en el gobierno.