Ciclo Ghibli: El Viaje de Chihiro o “La Misteriosa Desaparición de Sen y Chihiro”.
Qué más se puede decir o escribir acerca de una de las películas fundamentales en el mundo de la animación y del séptimo arte que no se hayan escrito o dicho antes a veinte años (sí, veinte años) de su estreno en el 2001. Si Miyazaki ya venía de una película tan grande y de tal magnitud como “La Princesa Mononoke”, con Chihiro fue donde todo explotó, lejos de ser le única película Japonesa animada en ganar un premio Oscar, “El viaje de Chihiro” o en su nombre original “Sen to Chihiro No Kamikakushi” (que la traducción más cercana sería “La Misteriosa Desaparición de Sen y Chihiro”), fue el anime más taquillero en Japón, hasta que en 2016 se estrenó “Kimi no Na Wa” (Your Name) y la desbancó.
En una sinopsis breve la película cuenta la historia de Chihiro, una niña de diez años que se ve obligada a mudarse con sus padres a una nueva casa, pero en el camino se desvían de la ruta principal hasta llegar a un túnel, pasando este sus padres deciden seguir el camino a pie y es donde se topan con una especie de mercado, lleno de puestos de comida, los padres sin darse cuenta de que algo no está del todo bien, toman asiento en uno de estos puestos y se dejan llevar por la gula hasta que repentinamente quedan convertidos en cerdos. Chihiro al darse cuenta de esto hace todo lo posible por escarpar, pero gracias a la ayuda de un joven de casi su edad descubre que ha quedado atrapada en otro mundo muy distinto al suyo; y con esto su viaje apenas comenzará.
Después del arduo trabajo que significó para Miyazaki terminar su anterior trabajo (La Princesa Mononoke), donde por poco anuncia su retiro, su pasión por la animación y por contar historias prevaleció. Empezando por lo técnico “El viaje de Chihiro” fue la primer película del estudio en ser totalmente coloreada en computador, con esto Ghibli dio un salto cuántico en cuanto a calidad en lo visual y correspondiendo a las nuevas técnicas de otros estudios y entrando de lleno al nuevo milenio. Los colores lucen más brillantes y vivos, y al igual que en “La Princesa Mononoke”, recurrieron a los efectos en CGI para dotar de más profundidad a algunos escenarios, un ejemplo claro es cuando Haku mete a Chihiro/Sen por un jardín lleno de grandes rosales. La música una vez más fue compuesta por Joe Hisaishi, que acompañado de la Orquesta Nacional Japonesa hacen posible uno de los mejores trabajos de Hisaishi; el compositor toma referencias del estado de ánimo de Chihiro/Sen para componer diferentes melodías alrededor de ellos, pero teniendo un leit motif principal para la protagonista.
Y es que hablando de la protagonista, digamos que Chihiro es un poco difícil, mimada, egoísta y berrinchuda, siendo gracias al viaje que ella cambia. La pérdida de identidad es uno de los temas recurrentes en la filmografía del estudio, así como también en otros relatos japoneses, en este caso Chihiro en cuanto pasa al mundo de los espíritus empieza a desvanecerse y es cuando Haku la hace comer comida de ese mundo, pues mientras más coma comida de ese lugar ella estará atada y no le será fácil regresar. La presentación de la casa de baño japonesa mejor llamada “Sent?” es espectacular, desde su gran entrada principal y pasando por las grandes tinas, lleno de color y con una atmósfera cálida, para luego pasar a las zonas de trabajo de todos los empleados, donde los colores son más toscos, el uso del café y del gris de acentúan más, sobre todo en la secuencia donde Chihiro/Sen tiene que bajar una gran escalera por fuera del Sent?. Una vez que Chihiro/Sen consigue una audiencia con Yubaba, la bruja que regenta todo el lugar y la que gobierna ese mundo, ella la desprende todavía más de su identidad en el momento en el que firma el contrato para cambiarle el nombre de Chihiro a Sen, y con esta maldición sobre ella, irá olvidando poco a poco su nombre, además de que con este hecho se puede intuir que todos los trabajadores del Sant? pasaron por la misma maldición y que ahora no saben quienes fueron antes de llegar a ese mundo; esto lo remarca Haku que está bajo las órdenes de Yubaba y que lo manipula para que la obedezca. Y una vez más Miyazaki nos pone en nuestras narices a un personaje completamente gris, como lo es Yubaba, al principio se nos presenta como la gran villana, pero es al final donde vemos la otra parte de su personalidad, algo que se debe de tomar en cuenta es que de alguna forma ella también actúa bajo una maldición, ya que ella tiene que aceptar a toda aquella persona que le pida trabajo.
Miyazaki firma esta película y la historia del cine junto con nosotros los espectadores la alabamos como una completa obra maestra; haciendo toda una crítica social a esa bomba económica que llegó a Japón en 1980 y que fue hasta 1990 que explotó, el fuerte impacto en la cultura japonesa al olvidar ciertas tradiciones de las cuales deberían de estar orgullosos pero con la entrada del capitalismo hicieron que estas cambiaran. Las escenas del Sin Cara ofreciendo oro a los trabajadores es un claro ejemplo de esto. Al igual que el mensaje ecologista también está presente, algo que Miyazaki nos ha inculcado en casi toda su filmografía; aquí es cuando un dios “apestoso” entra al Sent? como cliente, y Yubaba obliga a Sen que lo atienda, cuando Sen siente una “espina” enterrada en el dios, Yubaba ordena la ayuda de todos los trabajadores del sauna a qué ayuden a la niña a quitársela, y cuando lo logran, sale toda la contaminación, ya que esté dios no era uno apestoso, era el dios del Río.
Toda la película está llena de una imaginería que explota por todos lados, cada cuadro está compuesto de un sin fin de elementos que expanden el mundo de Chihiro, y más con el cuidado al detalle que Ghibli imprime en cada una de sus películas; de esta película se podrían escribir cientos de textos y cada uno de ellos se podrían enfocar en distintos puntos de la misma, de ese tamaño es “El Viaje de Chihiro”, alcanzar a comprender todos los significados y referencias que Miyazaki pone en cada fotograma es un arduo trabajo, así que lo único que queda es dejarnos llevar por la historia y acompañar a Chihiro en este viaje por un mundo fantástico en el cual tiene que madurar para poder recuperar su identidad y a su familia.
1 Comment
Es sin discusion, la mejor pelicula japonesa y la mejor pelicula animada del siglo. Sin caer en la busqueda de la definicion de blanco y negro, simplemente mostrar que todos tenemos tonos de gris, hasta la propia Chihiro va a esa transicion donde no queda exactamente como la heroina perfecta pero si en esa que sabe superar sus propios defectos para madurar y superar el embrollo, todo ese simbolismo… y como he dicho, esto solo podia hacerse en Japon y en esos tiempos, siempre he dicho que gracias a Ghibli, Pixar es lo que fue al final de esa decada