Cold Pursuit – La Venganza de Don Barredora
¿Quiere usted hacer una película de venganza, pero no cuenta con un actor principal?
No lo piense más, ¡yo soy la única opción!
“Me llama usted, entonces voy. Liam Neeson es quien yo soy”
Ese anuncio parece ser el único texto presente en el otrora diverso curriculum de Liam Neeson. Parece que ya es tradición de todos los años que salga un film estelarizado por él, en el que sólo se dedique a dar y recibir balazos durante dos horas buscando enmendar algún mal que le hayan hecho. ¡Pobre del cabrón que se le ocurra meterse con él! No quiero sonar injusto ya que recientemente lo hemos visto en roles diferentes al de vengador anónimo (como en “Silencio” o en “The Ballad of Buster Scruggs”) pero el irlandés está encasillado ya en los mismos papeles genéricos de acción. Por eso, no me sorprendió ver que el poster de su última película tuviera la palabra “VENGANZA” en letras bold rojas y su foto mirando al horizonte con cara de “ya valieron madre chavos”. Era el colmo, como si se rindiera y sólo aceptara el destino que el gran conglomerado fílmico le había impuesto. Me senté en la repleta sala de cine, sintonizando la frecuencia mental que un churro de acción amerita y que sorpresa me llevé al darme cuenta que ¡nada me hacía sentido! “¿Por qué acaba de pasar eso? Esa escena estuvo medio rara.” eran algunos de mis atónitos pensamientos conforme se iba desarrollando la trama. Entonces me di cuenta que el problema no era la cinta, sino que me habían vendido algo que no era ella. No estaba viendo el bodrio de madrazos que había anticipado. “Venganza” (Cold Pursuit) resultó ser una efectiva comedia negra de acción en la que por fin Liam Neeson puede volver a mostrar algunos de sus reprimidos matices histriónicos y hacernos pasar un buen y palomero rato.
Neeson interpreta a Nels Coxman, un quitanieves que vive en el tranquilo y muy muy nevado pueblo de Kehoe. Un día, su hijo muere en extrañas circunstancias y al ver la indiferencia de la policia, decide buscar él mismo a los culpables. Su investigación lo lleva a Viking, un demente capo de la droga y su galería de particulares sicarios. Como una bola de nieve que genera una gran avalancha, la venganza de Coxman desencadenará una serie de extraños y risibles eventos que involucran a una gran variedad de personajes, secuestros, asesinatos y guerras territoriales en un surreal paisaje, en el que la nieve sólo es un mudo testigo.
Fue como si Liam nos diera una enorme cachetada mientras se burla de si mismo. Creo que todos en la sala esperábamos verlo hacer otra fotocopia del personaje de Taken, el que inició el encasillamiento, pero acabó siendo una especie de parodia de aquel letal ex-agente secreto. Coxman es un aburrido señor que se alejó de los malos pasos en que andaban tanto su padre como su hermano, para mejor formar una tranquila vida con su esposa Grace (Laura Dern), su hijo Kyle y su siempre confiable barredora de nieve. ¿Qué iba a saber este ‘ñor de ser sicario? Aquí no entrenó a Batman ni liberaba Krakens. Tuvo que ir aprendiendo todo conforme su revancha avanzaba y, como nadie lo veía como una amenaza seria, pudo chingarse a quien quisiera. Ya ni el renacido favorito de todos Bobo del Rey Michael Eklund duró mucho contra este enojado Don Barredora. La película no recae por entero en Coxman, durante la segunda mitad se le da oportunidad a los personajes secundarios de desarrollar el resto de la historia. Sólo que a pesar de lo “pintorescos” que estos pueden ser, en esta parte llega a arrastrarse un poco y es medio salvada por la inesperada presencia de Emmy Rossum y por el escuincle hijo de Viking.
En una movida que la verdad me daría flojera llevar a cabo, “Venganza” es un remake del director Hans Petter Moland de su propia película del 2014. La original noruega llamada Kraftidioten (In Order of Disappearance) cuenta con las actuaciones de Stellan Skarsgård y el recién fallecido Bruno Ganz. ¿Por qué hacer esto? Moland simplemente quería contar su historia a un público diferente y fue convencido cuando se le sugirió poner a Neeson como principal. No extraña que este remake gringo cuente con influencias notorias de los hermanos Coen y de Tarantino. De los primeros, el papel de Emmy Rossum recuerda al de Frances McDormand en “Fargo”, así como la forma de deshacerse de los cuerpos a las escenas del puente en “The Ladykillers”. De Tarantino, diálogos intrascendentes entre sicarios mientras “Apache” de The Shadows suena en el fondo. Desgraciadamente, “Venganza” no llega a ser tan buena como sus influencias.
El soundtrack resulta interesante combinando instrumentos con sonidos tradicionales europeos, así como música electrónica y orquestal. La fotografía es decente pero da buenas postales nevadas que llegan a dar ganas de ir a esquiar…o de ir a hacer angelitos. Obviamente, tiene su dosis de violencia gráfica que puede perturbar a un niño, cosa que le valió tres hectáreas a una señora que decidió entrar con todo y bendición a la sala a pesar de que le avisaron. ¡La terapia sale más cara doña!
Sin importar sus fallas, esta comedia logra su cometido pero no revoluciona en el género. Ideal para ver algo meramente palomero este fin de semana. Vuelvo a repetir, no es un filme de acción. Programe su chip para otra cosa, porque “Cold Pursuit” no es la típica venganza a la que Liam nos ha acostumbrado…y conste que no lo digo namás para evitar que venga a madrearme o arrollarme con su quitanieves.
1 Comment
Francamente la peor pelicula que he visto en lo que va del 2019…. bastante generosa y piadosa es tu critica sobre este bodrio de pelicula.