Cómprame un Revolver: Cuando el narco mata la infancia
Si bien hay una especie de fascinación enfermiza con la narcocultura, la mayoría de las series y películas con historias criminales ambientadas en México bailan peligrosamente en la línea entre la idealización de los criminales y el rechazo hacia sus prácticas. Sí, ok, la violencia retratada es cruda y terrible, pero es que Tal Capo era todo un Hombre de Negocios y creó un imperio al borde de la ley, de ser legal todo sería un modelo a seguir incomparable. Por otro lado, algo en lo que fallan estas historias es centrarse en las historias de las víctimas y de quienes sobreviven la Guerra contra el Narco, comenzada por el ex-presidente Felipe Calderón, aprobada por el gobierno de George W. Bush y nunca del todo concluida. El nuevo filme de Julio Hernández Cordón, Cómprame un revolver, es de los pocos filmes enfocados en contar la cruda realidad de quienes lidian y sobreviven al contexto hiperviolento de la Guerra contra el Narco, tal como lo son las extraordinarias Tempestad (2016, dir. Tatiana Huezo) y Los Débiles (2018, dir. Eduardo Giralt Brun y Raúl Rico), y se aventura a contarlo desde una perspectiva infantil con un resultado desgarrador.
En alguna parte del norte de México, la pequeña Huck vive con su padre, un adicto atormentado, y le ayuda a mantener y cuidar un campo de béisbol abandonado mientras se hace pasar por niño. Con un cártel acechando, Huck deberá hallar la forma de sobrevivir. El guion de Julio Hernández Cordón nos presenta una realidad cruda y desafiante, con una narración devastadora: desde el punto de vista de Huck, presenta la alarmante desaparición de mujeres y el abandono de pequeños pueblos en toda la zona norte del país a consecuencia del crimen organizado, mientras que el uso de ciertos elementos fantásticos aligera la violencia presentada. La precisa edición de Lenz Claure mantiene el suspenso efectivamente, y la cinematografía hiper-realista de Nicolás Wong se combina con precisión a la historia.
Con una visión inocente e hiper-realista, Cómprame un revolver es una poderosa película que nos recuerda la cruda realidad mexicana.