«Con el diablo dentro», exorcismo a la mexicana

Dirigida por William Brent Bell, con Fernanda Andrade, Simon Quarterman y Evan Helmuth como parte del elenco, “Con el Diablo Adentro” es un ejercicio fallido del encuentro de la película de terror con el falso documental (un ejemplo exitoso sería la película literalmente mareadora “El proyecto de la bruja de Blair”). Más allá de la poca naturalidad de los cuadros o de las actuaciones un tanto flojas, existen varios elementos que impiden al espectador “comprar” totalmente esta producción. Desde el lenguaje utilizado en ciertos momentos (un bautismo en Roma oficiado en inglés) hasta los estereotipos en algunos personajes de reparto funcionan de barreras para evitar que creamos que lo que estamos viendo es material crudo de un proyecto de investigación.

Haciendo  a un lado la credibilidad, si nos concentramos en el terror que provoca la película, no pasa más allá de la categoría de regular. Confiando más en el sonido incidental que precede a momentos de silencio y al contorsionismo de las personas poseídas por el demonio, es poco el miedo que puede llegar a inspirar la película. Podrá resultar impresionante por la sangre (que para mí gusto no es tanta) y las dislocaciones pero el miedo es algo que permanece contigo después de la función y en este caso lo único que queda es un mal sabor de boca provocado por un final que a leguas se nota “facilón”, como si no se hubiera sabido resolver un climax que más que trepidante parece llegar a tropiezos.
Conclusión

En general es una película mediocre, que probablemente provoque más emociones si el espectador es una persona religiosa. Si pueden mejor no vayan a verla sobre todo si les dan pavor los actos de contorsionismo del “Cirque du Soleil”.

Extra

En la proyección a la que asistí llevaron a un cura que dirigió algunas palabras al auditorio antes de la película. En general su discurso giró en torno a la existencia del mal en la vida humana y como se presenta a los seres humanos siendo su principal logro el que la gente no crea en él (se agradece la catequesis antes de la película… no). Resultó aún más curioso porque en la misma película presumen de que el Vaticano se opone a la proyección de la misma y no ayudó en forma alguna en su producción.

*Artículo invitado de Darío Beltrán, escritor de MetropoliBlog

Etiquetas:  

Acerca del autor

Cinescopia   @Cinescopia   cinescopia.com

Equipo editorial de Cinescopia.


Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*

*

*