Shiva Baby: Un hilarante y asfixiante “tour de force”
Si hay una experiencia universal con la que todas nos podamos identificar es, quizás, ir por obligación a una reunión familiar, sobre todo cuando estás en una etapa de autodescubrimiento y aún no tienes claro qué harás o quién serás. La explosiva e íntima Shiva Baby, debut de Emma Seligman, es un brillante estudio de personaje en un ambiente controlado y asfixiante.
Danielle (Rachel Sennott) es una estudiante de universidad sin una idea clara de qué hacer en el futuro. Al acompañar a sus papás a un shiv’ah (servicio funerario judío), se encuentra en el evento tanto con su ex (Molly Gordon) como con su actual sugar daddy (Danny Deferrari), y las distintas versiones de su persona comienzan a chocar.
El guion de Seligman explora la psique y crisis de una mujer que busca, a toda costa, guardar las apariencias, mientras cuestiona la práctica, cada vez más común, de mujeres jóvenes que utilizan apps para conocer hombres mayores que ellas y obtener beneficios económicos y las repercusiones que podrían tener en tanto sus vidas como en las vidas de estos señores sin condenar la práctica. La historia, repleta de humor, cobra vida y se vuelve más palpable gracias a la edición de Hanna A. Park, quien le inyecta la tensión necesaria para que sintamos la creciente ansiedad de la protagonista. Sennott es todo un descubrimiento: da un magnético tour de force y le da la profundidad necesaria para que la película funcione.
Sin duda, Shiva Baby es una deliciosa sorpresa, y una de las mejores películas de este año.