Deadpool & Wolverine: Lo que el cine de superhéroes necesitaba
No es un secreto que Marvel lleva años haciendo las cosas mal. Y es que desde End Game, la decadencia del cine de superhéroes era pronosticable y aún así se han esforzado en entregarnos filmes del género casi hasta el hartazgo, con personajes que nadie pidió y que para nada se necesitaban en el universo, resultando mayormente en fracasos de taquilla.
Lo cierto es que la audiencia ama a los superhéroes y Deadpool ya se había hecho de su horda de fanáticos, razón por la que Ryan Reynolds insistía en hacer la tercera parte de la saga y finalmente lo ha logrado al lado de Hugh Jackman. Pero, ¿es realmente Deadpool & Wolverine la película que el cine de superhéroes necesitaba?
Deadpool & Wolverine llega 6 años después de su predecesora, Deadpool 2 (aunque tengo la sensación de que fueron más), y esta vez el querido e irreverente antihéore cruzará caminos con Wolverine para enfrentarse a nuevas amenazas.
Como es de esperarse, en Deadpool & Wolverine podemos encontrar los mismos elementos caracterísitcos que hemos visto alrededor de la saga, protagonizando un sentido del humor singular dentro del género, y que esta vez viene potencializado, especialmente con una mayor inclusión de la cuarta pared en la que el antihéroe se aprovecha del tiempo que ha pasado entre su última película y esta.
Aunque de inicio me pareció que la historia iba muy floja y los chistes un tanto de esperarse, Deadpool & Wolverine va tomando forma y personalidad conforme va avanzando, y no pasa tanto para que las carcajadas sean cada vez más naturales; además, las secuencias de acción no se quedan atrás y son un deleite para los fanáticos de la acción pero sobretodo de las escenas de peleas, en donde incluso el CGI es bien aprovechado para entregarnos momentos demasiado entretenidos.
Parte de la sensación gratificante que la cinta de Deadpool & Wolverine otorga se debe precisamente a su co-protagonista, pues Hugh Jackman no ha olvidado sus buenos días como el X-Men y da un balance muy importante a la narrativa, que no solo contrasta positivamente con el de Deadpool, sino que además explora otro lado, desconocido hasta ahora, del superhéroe. Esto también, agregando que la química entre los actores es innegable y es fácil empatizar con sus emociones en pantalla.
Aunque los momentos dramáticos nunca han sido el fuerte de la franquicia, es claramente Wolverine el que resulta más convincente en este aspecto y sus secuencias resultan más emotivas, a diferencia de las de Deadpool, quien demuestra que en realidad la fortaleza del filme se encuentra en sus momentos cómicos y en el carisma de sus personajes, más allá de cualquier otro melodrama involucrado.
El villano es otro punto débil, que si bien resulta entretenido, no es ni el más impresionante ni el más convincente, evidenciando una vez más que los grandes villanos no aparecen tan fácilmente en pantalla. Dicho esto, es mejor enfocarse en los múltiples cameos y en la gran nostalgia que Deadpool & Wolverine puede llegar a evocar, aunado a un soundtrack lleno de grandes hits para complementar dicho sentimiento.
Deadpool & Wolverine no es la joya de la corona pero viene a sentirse reconfortante en una industria actual en donde los superhéroes son relleno, en donde es difícil imaginar buenas cintas de superhéroes porque ya se sienten desgastadas y recicladas. Una película que hay que ver pues probablemente pase algún tiempo antes de volver a presenciar algo de Marvel tan divertido y digno de una salida al cine sin sentir que se ha tirado el dinero a la basura.
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