Descubriendo a Morrissey: ¿Para qué?
Steven Patrick Morrissey, hipster ochentero y sadboy por excelencia, obtuvo notoriedad y éxito en los años 80 y 90 por su trabajo musical; a pesar de sus recientes comentarios de verdad lamentables y su poco profesionalismo al momento de ofrecer conciertos, se mantiene como figura de culto y adoración por parte de miles de fans alrededor del mundo de todas las edades. Parte de su encanto radica en que se mantiene en contacto con su lado más sensible, y sus bellas letras expresan perfecto la angustia existencial de toda persona joven. En esta biopic dirigida y escrita por el novato Mark Gill, se nos presenta al cantautor durante su adultez temprana, cuando vivía en Manchester con su familia y estaba en proceso de formar su identidad y concretar sus deseos a futuro. Empero, la cinta tiene fallas narrativas importantes que nos hace preguntarnos, ¿para qué hacer una biopic sobre Morrissey en este período específico de su vida? ¿Qué tiene esto de importante? ¿Para qué necesitamos ver una biopic si presenta su historia, llena de lugares comúnes, de la misma forma y con las mismas experiencias que tantos otros hombres tristes dedicados a las artes?
Protagonizada por Jack Lowden, Adam Lawrence, y Jessica Brown Findlay, el filme se enfoca en Steven Morrissey, un joven tímido y antisocial que trabaja en una oficina administrativa y que hace, de vez en cuando, crítica musical. Por sugerencia de su mejor amiga, Linder Sterling, y tras conocer al guitarrista Billy Duffy, comienza a componer canciones y descubre su vocación como cantautor. En England is Mine, tenemos a otro personaje principal masculino de clase media trabajadora, con características literarias geniales sugeridas que le dan aires de superioridad, con las que justifica su falta de tacto con los demás; el gran error de la cinta es que no se toma la molestia de presentar ni profundizar qué es lo que hacía diferente a Steven, qué particularidades tiene ni qué es lo que hace que este período e historia sea relevante, más allá de que sabemos que el joven será Morrissey El Vocalista de The Smiths. Otro grave problema del guión -y la dirección en general- es que no decide qué tipo de película ser: si una biopic musical convencional sobre un artista inusual para su época, si una película coming of age, si es un drama introspectivo sobre ambición, existencialismo y desórdenes mentales (los cuales, por cierto, son presentados de una forma superficial que raya en lo irresponsable). Entre lo que se decide qué clase de película ser, pasa hora y media presentando los días de Morrissey de la forma más ordinaria, predecible y tediosa posible.
Por lo menos, el filme cuenta con una banda sonora sobresaliente que combina la ola post-punk de finales de los 70 e inicios de los 80 con canciones populares de los años 50 y 60. La edición y cinematografía son buenas, las actuaciones están a la altura de la película, y el diseño de producción está sumamente cuidado. Fuera de eso, no hay nada nuevo ni relevante dentro de la película. Quienes sean fans de hueso colorado del cantautor inglés se verán deleitados con algunos detalles; si quieren conocer y descubrir de dónde viene Morrissey, quizás lo mejor sea leer alguna biografía sobre él.
1 Comment
La película sugiere más que exponer, de manera evidente y aburrida, el por qué Morrisey se sentía diferente y superior a los demás. Eso fue lo que más me gustó. Si quiero verdades absolutas , veo un documental. Es una película muy interesante.