Die My Love: “Pos me mato”

¿Se acuerdan cuando ese infame meme ‘pos me mato’ estaba a tope hace ya varios años? Es un poco rancio y ‘raro’ traerlo a colación ¿verdad? Pues un poco (mucho) así se siente la nueva película de Lynne Ramsay (We need to talk about Kevin). Y es que el estilo feroz e incómodo de la directora está presente, lo cual se agradece, pero muy pronto Die My Love comienza a ser redundante y a valerse de su carta fuerte: Jennifer Lawrence.

Die My Love nos cuenta la historia de una pareja, Grace (Lawrence) y Jackson (Robert Pattinson), que deciden irse a vivir juntos. Se nos muestra casi como un motif que su relación es apasionada (especialmente en lo sexual), hasta un poco animal. Las cosas cambian cuando quedan embarazados, cambian para mal, claro. Cuando eso sucede, la película nos lleva un poco a los terrenos de lo que quiso ser ‘Nighbitch’, una fábula redentora de la depresión post parto. Pronto vemos que no es así, pues Ramsay se aboca a mostrarnos la destrucción de la pareja a raíz de… ¿el bebé? ¿la pérdida de la pasión? ¿el trabajo de él? ¿los problemas mentales de ella? ¿todo en todas partes al mismo tiempo?

Probablemente no lo sabremos, y es que el principal problema en la escritura de Enda Walsh y Alice Birch (junto con la propia Ramsay) es que Die My Love se centra demasiado en mostrarnos el trastorno (o los) que sufre Grace, pero realmente no nos muestra claramente por qué surgen ni tampoco ahonda más en los personajes secundarios, que hay varios y podrían ser clave. Muchos claman ya que la adaptación del libro homónimo de la escritora Ariana Harwicz peca de ser muy literal y de perderse más en los detalles (forma) que en ahondar en los personajes (fondo). Lo más predecible es lo que sucede, después de dar a la luz se pierde la pasión de pareja; incluso hay UNA (1) escena donde Grace siente ‘celos’ del bebé por tener la atención de Jackson, pero fuera de eso, es una madre dedicada y amorosa, lo cual brinca mucho de todas las demás acciones del personaje.

Así, Die My Love se centra completamente en mostrarnos cómo Grace entra en un espiral mental autodestructivo y feroz. Y aquí es donde vemos esa habilidad de dirección que posee Lynne Ramsay, logra muy bien hacernos sentir incómodos, o sentir un poco de pena ajena por el personaje del esposo. Y la dirección que le da a Jennifer Lawrence merece un apartado especial.

Todo Die My Love parecería articulado específicamente para que Jennifer Lawrence y sólo ella se luzca. Su actuación es enteramente el punto álgido de la película. Encarna perfecto a la mujer desequilibrada que se nos muestra. Aquí hay una nominación segura para los premios americanos. No resulta lo mismo con Pattinson, que ha demostrado ser un buen actor, pero aquí está sólo como mero acompañamiento y realmente no hay un espacio para que pueda lucirse.

Como mencionamos arriba, Die My Love se centra más en la forma, con una cinematografía y diseño de producción efectivos, que hacen lucir mucho a los personajes y las situaciones. Hay un buen trabajo de cámaras en escenas clave de la película, que hace que uno se vaya metiendo en la historia.

Y bueno, eso, el problema de Die My Love, que hace mucho ruido, un ruido que se convierte en un espiral autodestructivo, estridente, pero que realmente al final te deja pensando ‘bueno, pero ¿por qué llegó a eso el personaje?’. Es una cinta que se regodea tanto en su dolor que olvida que el cine también debe respirar. POS ME MATO.

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Acerca del autor

Leo Idair    

MOCATRIZ (Modelo, Cantante y Actriz) en Instagram pero humanista en la vida real. Creo en las utopías pero sin dejar la realidad fuera. Dame una buena telenovela y estoy a bordo. Mi mamá me hizo cinéfago desde chiquito.


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