Divergencias Cinematográficas: Retratos opuestos de Jesús de Nazareth.
Sean bienvenidos a este primer duelo del celuloide, en que dos obras cinematográficas controversiales, cuyos creadores eligieron caminos totalmente opuestos para narrar la vida y obra de un mismo personaje, serán desmenuzadas desde sus adentros para encontrar la respuesta sobre cuál de ambas representa un documento no necesariamente más fiel a la figura histórica que retratan si no más útil para que el espectador forme su propio juicio y sobre todo experimente mayor goce al presenciarlas. En concordancia con las celebraciones próximas, elegiremos la figura del personaje central de estos festejos: Jesús de Nazareth
Es imperativo aclarar, antes de comenzar, que quien esto escribe se considera a sí mismo un devoto creyente de la religión católica y tiene el enorme orgullo de contar con un miembro de la Congregación Marista en su familia, ni más ni menos que su hermano mayor. Aseguro solemnemente, claro está, que las opiniones aquí vertidas no se verán sesgadas por la fe que profeso. El juicio emitido será 100% cinematográfico y argumental, pues ciertamente no estamos aquí para evangelizar o des fanatizar, según la postura individual, si no para embebernos en el inmenso placer del buen cine… y destruir al que no lo es. Aclarado el punto, pasemos a lo nuestro.
De Jesús de Nazaret, conocido como Cristo o Jesucristo por los fieles de la religión fundada por Él, es sin lugar a dudas la figura más controvertida en la historia de la humanidad. Líder humano de un movimiento revolucionario o ser divino, figura central de la fe de millones de personas alrededor del mundo, sobre su existencia y naturaleza se ha dicho todo lo imaginable y el debate, por lo visto, nunca terminará. Momentos históricos clave, guerras, reformas y contrarreformas, científicos y pensadores que buscan reivindicar Su figura y otros luchando por desterrarla, las dudas perennes sobre Su vida (¿casado? ¿tuvo descendencia?…) parecen no tener fin.
Figura central de innumerables obras de arte, el cine no podría ser excepción en cuanto a su representación. El recuento, igualmente, es interminable. En el celuloide, Cristo Jesús ha sido exaltado, atacado y hasta parodiado en todas formas posibles. Referencias directas e indirectas a Su figura abundan, incluso en géneros en absoluto distantes al contexto histórico o religioso. Así, tenemos películas que narran Su vida desde el punto de vista católico o de otras ramas del cristianismo, otras que muestran versiones alternativas metafóficas, algunas más con visiones agresivas y hasta referencias en géneros de ficción y de súper héroes. Desde obras clásicas que narran la vida de Cristo con apego a los evangelios (Rey de Reyes. Nicholas Ray, 1961), con algunas libertades pero mostrando a Jesús como ser divino (Jesús de Nazaret. Miniserie de Franco Zeffireli, 1977), obras en que si bien no es protagonista Su presencia es fundamental para el argumento (Ben Hur. William Wyler, 1958) y un número incontable de referencias en otros géneros. No olvidemos las claras reminiscencias de Cristo en la figura de Neo, protagonista de la trilogía Matrix (Hermanos Washowski, 1999 – 2003) y hasta en Man of Steel (Zack Snyder, 2013), con un Superman dudando en una iglesia cual Jesús en el huerto de los olivos, sacrificándose por la humanidad y llevando en su sangre la salvación de su especie… (motivo, asumo, de otro artículo).
De las innumerables obras cinematográficas sobre Jesús de Nazaret hay dos en particular que se han colocado en el imaginario colectivo reciente. Amadas y odiadas por igual, destacan por su particular visión de la obra de Jesucristo y por haber trasgredido lo considerado “correcto” sobre la forma de abordad el tema: La Última Tentación de Cristo (Martin Scorcese, 1988) y La Pasión de Cristo (Mel Gibson, 2004). Una, trasgresora y casi paródica. La otra, cruda y violenta hasta el morbo. Ambas en extremos opuestos ideológicos y que ciertamente cimbraron a la opinión pública con igual intensidad al momento de su estreno. Repasemos qué hizo a estas películas, tal vez no las más importantes pero sí de las más conocidas sobre la vida de Cristo para el colectivo cinéfilo.
La Última Tentación de Cristo.
Basada en la novel a de Nikos Kazantzakis, publicada en 1951 y que valió a su autor la excomunión por la Iglesia Ortodoxa Griega, narra la vida de Jesucristo enfocándose en las posibles dudas que tuvo sobre Su misión como El Mesías y el deseo oculto de llevar una vida normal y formar una familia.
Al inicio se advierte al espectador que se trata de una película basada en una novela de ficción y no en los evangelios canónigos. Así, se nos presenta a Jesús como un carpintero (fabricante de cruces para las ejecuciones) que descubre tener poderes sobrenaturales y que al parecer es aquejado por voces que sólo Él escucha, conminándolo a presentarse como el salvador esperado por el pueblo judío, entonces bajo la dominación romana.
La vida pública de Jesús es mostrada mediante eventos en contraposición a los evangelios con una deliberada sustitución u omisión de personajes. En un intento por mostrar una versión humanizada del Mesías, se nos presenta a un Jesús torpe, inseguro, que actúa de forma errática, básicamente como un enfermo mental cuyas alucinaciones le dictan ser un salvador.
Con un guión confuso, incoherente y atropellado, jamás entendemos cómo la gente comienza a seguir a este predicador demente. Sin precisarlo del todo, al parecer fue amante de María Magdalena, quien acabó convertida en prostituta por despecho tras ser abandonada por Jesús y de nuevo dejada a su suerte cuando Éste parte al desierto. Igualmente, se insinúa que Jesús formaba parte de un movimiento de resistencia contra Roma y del cual Judas Iscariote es una suerte de supervisor, en lo que se antoja más una parodia que una versión alternativa factible. Tras un alucinante viaje al desierto, Jesús regresa a su hogar para iniciar Su ministerio sin comprender del todo Su misión y exhibiendo un comportamiento totalmente errático. De este modo, nunca entendemos cómo es que la gente comienza a seguir a este predicador desquiciado luego de impedir la lapidación de María Magdalena (a quien de nuevo había abandonado) y predicar con total desvarío un mensaje de “amor y paz” más propio de hippies intoxicados. De los apóstoles ni hablar, pues si Jesús aquí es presentado como un enfermo mental con delirios de grandeza ellos se muestran como unos pobres diablos que le siguen sin tener idea de por qué. Es hasta que Jesús pasa por su conocida transfiguración (en la que se arranca Su propio corazón frente a los apóstoles, según esta versión) que esto toma un poco de sentido. Dicha escena, en que Jesús luce un aspecto amenazador, es uno de los escasos momentos rescatables de la cinta.
La película falla en su intento por presentar a un Jesús humanizado, ya que da cuenta de Sus milagros pero mostrándolo aterrorizado por ellos. Nos deja con la duda , ¿Jesús fue un predicador mortal algo demente o era un ser divino en realidad?. Y la “biografía” alternativa no termina aquí: Ya se nos dio a entender que anteriormente fue amante de Magdalena (y es que el guión es tan impreciso que esto sólo se infiere) y la conserva como tal durante su vida pública. Judas Iscariote es Su mejor amigo, e inclusive (y años antes de la aparición del supuesto evangelio de Judas) le pide que lo entregue a los Romanos para así cumplir Su misión. Desprecia a Su madre, a quien desconoce públicamente. Asiste a las bodas de Caná con Magadalena y no con Maria, su madre, y allí convierte el agua en vino sólo para impresionar a uno de sus apóstoles. Besa en la boca a Juan el Bautista en lo que parece ser una alucinación y hasta el beso en la mejilla de Judas pasa a los labios. Entregado al poder romano y crucificado por sedicioso, apenas si nos enteramos del por qué gracias a los desvaríos del guión.
Ya crucificado, Jesús sueña (inducido por Lucifer disfrazado de ángel) con descender de la cruz, casarse primero con María Magdalena y luego con María, hermana de Lázaro, cuando la primera fallece estando embarazada. Es en esta secuencia, único mérito teológico de todo este desastre, donde se plantea la dichosa última tentación: Ser humano y vivir feliz, en lugar de sufrir la espantosa muerte en la cruz. Muy osado fue el mostrar a Jesús teniendo relaciones con Magdalena, quien aparece desnuda sin tapujos. Y en ese mismo sueño, Jesús ve a San Pablo predicar una versión falsa de Él, en lo que parece ser la insinuación de que la obra de Jesús no fue más que un producto mercadológico de Sus seguidores… De nuevo la duda. Si así fue ¿entonces cómo resucitó a Lázaro, curó al ciego, etc.? . Al terminar el nuevo alucine, Jesús finalmente perece en la Cruz, cuando acepta su misión redentora.
Sobrevaluada obscenamente, este desastre cinematográfico sólo destaca por la gran actuación del excelente actor Willem Dafoe y la progresiva música de Peter Gabriel (interesante fusión de ritmos eléctricos con música de época, años antes de que la celebrada banda sonora de 300 hiciera lo mismo). Con un guión difuso, impreciso, incoherente y lleno de huecos eufemísticamente llamados “simbolismos”, no es más que un circo donde se exhiben las controversias que siempre han perseguido al cristianismo formal: Que Jesús fue casado o tuvo una pareja, que no era sino un hombre común, que a María, Su madre, siempre la consideró innecesaria, etc. Sin duda una película beneficiada por el dicho aquél de “no hay muerto malo”: Prohibida en su momento en diversos países y por lo tanto “muerta” en América Latina, tras el estreno de La Pasión de Cristo, su “némesis” argumental, fue blanco de una revaloración como un retrato honesto y magnífico sobre la vida de Jesús, cuando es claro que cinematográficamente poco tiene que ofrecer. Teológicamente, plantea una única premisa interesante aún para quienes somos fieles del cristianismo, en la cual abundaré más adelante.
La Pasión de Cristo
Recuento de, aproximadamente, las últimas 12 horas de la vida de Jesús. Momentos fundamentales de Su vida, con apego parcial a los evangelios, son narrados a través de “flashbacks”. Un retrato crudo, sangriento, sin concesiones para el espectador, la cinta nos ofrece los detalles de la Pasión en una vorágine de violencia difícil de tolerar.
Casi unánimemente destrozada por la crítica, a la cinta se le atacó por no ser “propositiva” (o sea, no cuestionar o negar la divinidad de Cristo, por no plantear un romance con María Magdalena, etc. ), por su abuso en la violencia, por enfocarse en la muerte de Cristo y no en Su mensaje, por tomarse demasiadas libertades creativas (cuando a Scorcese se le felicitó por lo mismo, pues…), de misógina (por tener a una mujer interpretando a Lucifer), de sexista (por tener a la siempre bella Mónica Bellucci como María Magdalena… cuando Scorcesse contrató a la también hermosa Barbara Hershey ) y de antisemita (por cargar la culpa de la crucifixión al pueblo judío). Esto último, por desgracia, el propio Mel Gibson se encargaría de confirmarlo cuando protagonizó un escandaloso episodio en que lanzó consignas antisemitas en completo estado de ebriedad (el muy gilipollas…)
Cuando se estrenó levantó ámpula entre las buenas consciencias del laicismo y de la teología liberal, al no cuestionar dogma alguno y ser descriptivo en la violencia mostrada. Y así como fueron organizadas procesiones católicas para acudir a los cines (cuando yo mismo fui a verla, entre el público se contaba a numerosas monjas de una orden que no pude identificar), también se reestrenó La Última Tentación de Cristo en respuesta al clamor de los críticos que llamaron a revalorar la “gran obra” de Scorcese… pasando con más pena que gloria mientras que La Pasión se fue un éxito de taquilla. De nuevo “no hay muerto malo” ya que mientras La Última Tentación fue prohibida en varios países y el libro que le dio origen pasó al catálogo de textos prohibidos por La Iglesia, La Pasión de Cristo recibió la aprobación verbal, se dice, del hoy beato Juan Pablo II.
En La Pasión de Cristo, como menciono previamente, encontramos narrados en recuerdos los momentos más importantes del ministerio cristiano con apego al canon. A diferencia de La Última Tentación… aquí encontramos a un Jesús decidido a seguir con Su misión y que acepta sin tapujos Su condena. Lo vemos comprender cómo cada acto de Su vida lo llevó a este momento. Las imágenes son bellas, con una clara búsqueda artística, en contraste con la violencia desgarradora de la tortura y muerte de Cristo. Se intentó humanizar a Jesús, al mostrarlo, en un flashback, siendo cariñoso y bromista con María, Su madre, quien en un momento clave del viacrucis igualmente recuerda la infancia de su Hijo. Intento no del todo exitoso, pues en ciertas escenas los ojos de Cristo emiten un brillo inhumano que simbólicamente señala Su divinidad. Igualmente, en la escena que narra el intento de lapidación de María Magdalena, Jesús luce imponente e intimidante, en completa oposición a La Última Tentación, donde nos muestran a un mesías temeroso y desorientado salvo en la escena de la transfiguración.
La Pasión… transcurre sin la más mínima intención de cuestionar los dogmas cristianos y en un ambiente sobrenatural que contrasta con la descarnada violencia. Así, vemos a Judas Iscariote siendo acosado por niños demoniacos hasta el momento de su suicidio e inclusive la visión de una bestia entre las sombras luego de la aprehensión de Cristo.
Es la narración de la flagelación de Cristo el momento más perturbador de esta cinta, y según ciertos medios especializados en cine, la razón por la que a La Pasión… se le considera una de las películas más perturbadoras. Jesús es azotado primero con varas y luego con flagelos hasta el punto de ser prácticamente desollado vivo mientras Su madre María, Magdalena y Juan, el llamado discípulo amado, observan impotentes y un fantasmagórico Satanás merodea el lugar, con un niño demonio en brazos en clara burla a la iconografía marista. Una licencia artística de Gibson, dado que los evangelios no describen, al menos de manera literal, la flagelación de una forma tan sangrienta ni remotamente.
Con imágenes preciosistas pese a la gran cantidad de sangre vertida, Jesús fallece en la cruz y del cielo cae una lágrima al parecer de Dios Padre (evento celebrado por los pocos críticos que no destruyeron esta cinta), el templo se parte en dos y Lucifer grita furioso ante su derrota. Al final, presenciamos el evento central de la religión cristiana, que es la resurrección. Momento fundamental que es convenientemente omitido, por cierto, en La Última Tentación de Cristo.
Impactante y preciosista, La Pasión de Cristo es sin embargo un retrato meramente estético, nada aleccionador sobre la vida y obra de Jesús. Los flashbacks, bellos en su presentación pero huecos, son tan escasamente explícitos que serían imposibles de entender para un espectador no enterado del tema. Demasiada sangre y elementos sobrenaturales, poca o nula reflexión, aunque sí un divertimiento efectivo y goce religioso para el creyente.
Conclusión
Lo confieso. La Pasión de Cristo me hizo llorar amargamente, cosa que solamente había logrado La Lista de Shindler (Steven Spilberg, 1993). La Última Tentación de Cristo, contrario a lo que pensé inicialmente, lejos de ponerme rabioso por su irrespetuoso retrato de Jesús me forzó a verla por partes ya que me quedé dormido ante tan aburrida película… Pero olvidemos estos detalles y pasemos a lo importante.
La Última Tentación de Cristo es sólo destacable por la polémica que suscitó. Y es que no pasa de ser un infumable pastiche de las controversias que siempre han rodeado al cristianismo. Aburrida y confusa, solamente plantea una verdadera cuestión teológica que vale la pena escudriñar ( y que ni es original pues proviened e una novela) y es que Jesús, Dios hecho carne, bien pudo haber deseado en algún momento evitar las horribles penas que le esperaban y ser feliz como un hombre común, tentación que al final venció. Aunque ciertamente esto lo sabemos, pues es bien conocido Su dolor en el huerto de los olivos y su petición que, de ser posible, “aquél cáliz pasara de Él”. El único mérito de esta cinta fue, al final de cuentas, ser más gráfico y explícito en algo que todos los cristianos saben: Que Cristo tuvo un atisbo de duda. Pudo ser gran película La Última Tentación… si hubiese planteado y descrito la tentación que da título a la obra acompañándose de un guión coherente, sólido y sin la necesidad de retratar a Jesús y a Sus apóstoles como un lunático seguido por una runfla de peleles. Es cierto, su director Martin Scorcese fue nominado al Oscar por esta película, pero para ningún cinéfilo es misterio que la Academia no siempre toma decisiones atinadas. Obra famosa únicamente por haber sido trasgresora, característica que sólo puede ser llamada cualidad si la historia es correctamente desplegada en el celuloide.
La Pasión de Cristo semeja a su némesis argumental en dar énfasis a un detalle no tan ampliamente descrito en los evangelios, en este caso la flagelación. Aunque esto incomodó a los críticos, no es descabellado pensar que la tortura a Cristo fue así de terrible; basta conocer la historia de la tortura como actividad preferida de la humanidad y que aun en estos días es practicada en los más delirantes excesos. Aunque destaca por la calidad artística de sus imágenes, ciertamente La Pasión… no sería tan conocida sin este tono sangriento pues en poco o nada difiere de la historia conocida.
Mientras que La Última Tentación… tiene como única cualidad ser incómoda, La Pasión… funciona como una de aquellas obras pictóricas de antaño, que mostraban a Cristo doliente y ensangrentado: Impactante y a la vez hermosa, pero que poco o nada describe sobre el mensaje cristiano. Los flashbacks, bellos y ciertamente apegados al canon, resultarían poco claros para alguien no enterado de los detalles de la fe cristiana. Ambas películas adquieren el estatus de “solo para fans”: Una, para el goce de los cristianos. Otra, para satisfacer a la militancia anticristiana.
Dado que es menester en esta sección elegir una película con mayores méritos cinematográficos y con mejor ejecución, la ganadora en este caso es La Pasión de Cristo a pesar de su violencia morbosa y escaso énfasis en el mensaje de Cristo, al mostrar un guión sólido, congruente y a final de cuentas entretenido. Demasiado ocupados en fastidiar a los cánones cristianos, los guionistas de La Última Tentación de Cristo olvidaron la necesidad fundamental de crear una obra que pueda entenderse y, sobre todo, disfrutarse.
16 Comments
¡Excelente artículo!
Es un gusto leer cómo deshilvanas ambas películas con tal meticulosidad, Aunque en esta ocasión no tengo nada opinar sobre los filmes (No los he visto), felicitarle es una obligación. Quedo a la espera de otro capítulo sobre esta su nueva sección.
Muchas gracias! Un honor que le haya agradado. Seguiremos adelante!
La Ultima tentacion de Cristo no la he visto, el tema simplemente no me interesa.
La Pasion la fui a ver mas por morbo, y me encontre con una pelicula que me sorprendio gratamente no solo por su historia si no por la manera tan poderosa como se transmiten sus ideas, ademas de casi rozar la perfeccion tecnica.
Se podran decir mil cosas de Mel Gibson, pero es un excelente cineasta, sabe crear imagenes que se quedan en tu memoria, la flagelacion, el rescate Maria Magdalena, el flashback de Maria y Jesus siendo niño, la edicion entre la ultima cena y el martirio. Ademas de contar con un poderosisimo audio, una hermosa fotografia y un bello soundtrack, pero sobretodo cuenta con dos actuaciones que a dia de hoy continuan siendo ignoradas, la de Caviezel como Jesus y una inmensa Maia Morgenstern como una madre que sufre por su hijo pero acepta en silencio su destino.
Excelente inicio Doc. Me gustó como inicia presentándose sin tapujos como creyente y a pesar de serlo, alcanza la objetividad necesaria para la crítica.
Tengo que reconocer que ambas películas las vi con las reservas propias de mis creencias, aunque siempre opiné que el retrato de La Pasión es demasiado crudo, reconozco que la escena de la flagelación no la he podido ver completa. En cuanto a la última tentación no había notado las características del guión, en el camino andamos y aprendemos de la mano de los expertos cinescópicos.
Quiero felicitarlo pues desgranó ambas cintas y al final, se entienden perfectamente los argumentos de su decisión final. Espero con ansias su siguiente artículo.
Estimado Doc!!
Muy buen artículo y estoy totalmente de acuerdo en su comparación y atinada conclusión, yo también tuve que ver la La última tentación en partes, vaya que cosa tan mas aburrida!! La pasión me gustó muchísimo más por lo que bien apunta, a pesar de la mórbida y explícita violencia, no creo que haya estado lejos de ser como la plasmó Gibson. Su guión es mucho más fácil de diregir y sobre todo, de entender (conozcas mucho, poco o casi nada del tema).
Excelente artículo estimado!! Estaré al pendiente de más prescripciones del Doc de Cinescopia jaja
Slaudos!!
Buen análisis estimado, en mi caso no he visto la última tentación (problemas de sensura, ser un chiquillo cuando la estrenaron, y nol lograrl encontra ahora de adulto) La figurade Cristo siempre será de polémica, de escho su propia existencia es dudosa, debido a que la única fuente de su vida son la propias de las doctrinas que necesita del mito para poder existir (católicas, evangélicas, etc)
Pero com obras cinematográficas por más que trate de trasmitir una realidad, toda obra por lo menos para mi es una obra de ficción.
no La Ultima Tentacion no la he visto, pero lo admito La Pasion de Cristo me hizo llorar.
Para nada de acuerdo, usted empieza que no va anteponer sus creencias religiosas con el analisis de la pelicula y por el contrario pareciera que lo ofendio la obra de Scorsese. Por otro lado la pelicula avisa que no esta basada en los evangelios entonces no es posible la comparacion de uno y otro basados en sus fuentes.
La obra de Scorsese es sublime en el aspecto humano de Jesus, de sus errores, de sus elecciones, de sus enseñanzas y de su amor que el escogio, no porque le tocaba. No entiendo esa mania que se ha establecido que si no le dan al espectador todo guiado no es capaz de analizar y de entender una obra. Esta es una pelicula asi como 2001: A space odissey (Kubrick, 1968), Tree of life (Malick, 2011), Mr Nobody (Van Dormael, 2009) y Jacob’s ladder (Lyne, 1990) que no necesitan esa linealidad puesto que su historia es mucho mas amplia.
Y cual guion hay en la Pasion de cristo?
Y porque un loco no puede cambiar el mundo?
Saludos
Excelente artículo
Y una película que realmente sería interesante es sobre el libro “El evangelio según Jesucristo” de Saramago, muchísima mejor historia que este par de películas
Bienvenido Doc, me parece muy interesante el ejercicio que plantea, al comparar dos obras sobre la misma tematica y estaré atento sus proximos post. Sin embargo, respetuosamente considero que el analisis hecho en esta oportunidad y a pesar de la advertencia hecha por usted sobre la objetividad y la opinión meramente cinematografica sobre las dos obras, contiene un claro sesgo en la visión que da sobre cada una de las cintas criticadas y un ataque un tanto rabioso sobre la cinta de Scorcese (la cual al igual que muchos de mis compañeros de comentario, no he tenido la oportunidad de ver, por lo que me pondré en la tarea de buscarla).
En el caso de la pelicula de Gibson, concuerdo plenamente en que su valor estetico, su puesta en escena y su historia bastante aceptable, la convierten en una pieza cinematografica que merece ser bien calificada, pero que al igual que la cinta de Scorcese, fundamentó su promoción en una exagerada pólemica para obtener los resultados comerciales conocidos. Para mi las escenas de tortura sobre Jesus fueron sobrevaloradas y por que no decirlo hasta innecesarias, sobre todo si en últimas resumimos el argumento de esta pelicula, como el “pasivo enfrentamiento” entre Jesus y su “antagonista” el cual consistia (al igual que la “Última tentación”) en una apuesta entre los dos bandos en disputa, en que se determinaría si uno de ellos era o no capaz de enfrentar hasta el final su suplicio, apuesta que en la pelicula de Gibson ganó el carpintero con sobrados meritos, mientras que (por lo que me cuentan) en la cinta de Scorcese al final ganó el bando del señor de los cuernos y la cola con punta de flecha.
Por ultimo, no estoy de acuerdo en utilizar como forma de medir la calidad de las dos cintas, el juicio que el autor de este post hace de las dos versiones del personaje central (Jesús), ya que el hecho de que en una de las cintas el protagonista sea un personaje desorientado, pesimo hijo, dubitativo, cobarde y hasta loco, no constituye motivo para descalificarla, menos aun tomando como medida el mismo personaje en el otro film, el cual es un ser virtuoso y ejemplar, lo cual claramente muestra su posicion desde un plano no de critica cinematografica si no de abierta postura ideologica y de rechazo hacia todo lo que se oponga a la Biblia.
Antes que nada, una sincera disculpa por la tardanza en responder pero esto se debió a que en los ultimos días no contaba con medios para hacerlo.
Agradezco produndamente a todos que se hayan tomado el tiempo de leer mi primer artículo y comentar al respecto. Gracias a sus comentarios es que todos juntos logramos, autores y lectores, un amplísimo y genial ejercicio de reflexión y análisis. Mil gracias de nuevo por seguir al pendiente del desarrollo de esta sección y, desde luego, estaré atento a sugerencias sobre películas a tratar.
Apreciable Bedub: Agradezco mucho su comentario. Efectivamente mi crítica hacia la Última Tentación de Cristo fue especialmente rabiosa. Esto no fue, sin embargo, por haber trasgredido al sistema de creencias de la fe que profeso si no por cometer el más grave pecado en que una película puede incurrir: El ser aburrida y mal estructurada. Ciertamente toca puntos teológicos interesantes, como menciono en el texto, mas no logró ser una gran película justamente por su pobre ejecución. Me resultó ofensiva, sí, pero no como creyente si no como cinéfilo por ser una mala película a secas. Una trama aun más “anti cristiana” como El Código Da Vinci fue una que disfruté mucho cuando leí la novela por ser una lectura ágil y divertida, cuando ciertamente es más agresiva en su planteamiento al establecer al cristianismo como un fraude absoluto; Disfruté del libro ampliamente pues no permití que mi fe se interpusiera en el disfrute de dicha obra, y si su muy gris adaptación cinematográfica me desagradó justo por ser tan desencantada y no por su argumento, como menciono. La última Tentación de Cristo me resultó decepcionante por ser tan difusa y aburrida. Le agradezco nuevmanente su tiempo y comentario y espero encontrarlo por aquí nuevamente.
Estimado Loop: Interesante comentario. Ciertamente sería interesante una adaptación cinematográfica de la obra de Saramango, siempre y cuando ésta sea correctamente ejecutada y con un guión coherente y sobre todo entretenido, no como La Última Tentación de Cristo. Por otra parte, Nikos Kazantzakis, autor de la novela en que se basó la película de Scorcese, sufrió un destino inmerecido a mi modo de ver: Si bien es el reconocido autor de Zorba el Griego, está condenado al cuasi anonimato a diferencia de Saramago, reconocido y admirado pensador e incluso estandarte del laicismo. Fue además excomulgado, pena terrible para un creyente. Y finalmente, su novela padeció una delirante y aburridísima adaptación cinematográfica que lejos de invitar a la reflexión sobre la figura de Jesús induce somnolencia. Tal vez merezca un “remake”… Muchas gracias por su comentario y espero encontarlo por aquí nuevamente.
Estimable Alejox: Muchas gracias por su obsevación. Ciertamente describo el retrato de Cristo en la película de Scorcese como un “hippie intoxicado”, mas no es este el motivo por el que la película me resultó desagrable, si no por su guión tan confuso e incoherente, amén de ser soponíferamente aburrida. Como mencioné previamente, una trama claramente anti cristiana como The DaVinci Code (que a diferencia de La Última Tentación… niega por completo la divinidad de Cristo) me pareció una buena novela pero una mala película justamente por ser una gris adaptación. Si considero a la pelicula de Scorcese una pésima película es justamente por su guión carente de todo factor de entretenimiento y no por su postura trasgresora. Mil gracias nuevamente y espero verlo por aquí
Confieso que no vi ninguna de los dos y que gracias a su detallada y desmenuzada prosa se me antoja verlas. Tal vez algun día lo haga. Se agradecen leer artículos como estos.
Saludos Juan. ^_^
Hola!!!!! Muchas gracias por tomarte la molestia de leer mi primer análisis. Me alegra que te haya gustado. Y espero puedas ver las películas para así debatir! Saludines 🙂
Increíble crítica, me pegué de principio a fin. Gracias por separar la religión del cine.
Soy católica practicante y al igual que tú también sentí que La Pasión de Cristo no explicaría mucho el mensaje a cristiano a quiénes no conocen a Dios.
Lloré muchísimo y sólo la he visto una vez porque no soportaría volver a verla, es demasiado cruda. Pero pienso que efectivamente así debió haber sido su sacrificio por toda la humanidad.
Un saludo desde Perú
Muchas gracias por su comentario, estimada. Efectivamente, La Pasión De Cristo es dolorosa, impactante, pero poco o nada propositiva. Por su parte, La Última Tentación De Cristo es argumentalmente interesante pero tan aburrida que es Un martirio verla. Ambas son “solo para fans”, clamarente. Y aunque me precio de tener buen estómago, casi muero del impacto con a escena de La flagelación.
Un saludo hasta su hermosa tierra