Dolittle: Una aventura que no necesitábamos para niños.

El mundo del cine está lleno de reglas, una de ellas es “nunca trabajes con niños o animales” debido al tortuoso trabajo que implica hacer que un niño se enfoque en su personaje o el controlar a un animal del tamaño que sea. Ahora la Universal se hecha la soga al cuello no solo en trabajar con animales, si no hacer que estos animales sean hechos por computadora.

Ver la nueva película de Robert Downey Jr. después de Avengers es un gran cambio, me ahorraré la opinión si es para bien o para mal, pero empecemos desde el principio. Las aventuras del Dr. Dolittle, es una serie de libros infantiles creado por Hugh Lofting, donde un médico rechaza atender a seres humanos centrando su oficio hacia los animales, con los cuales también pude hablar, así usa sus habilidades para comprenderlos y ayudarlos.

Desde su creación en 1920 hasta la fecha, han sido un total de 16 adaptaciones las que ha sufrido el personaje, desde animaciones hasta personajes de carne y hueso, siendo la versión de 1967 la primera en realizar con actores y animales reales. Después en 1998, sería Eddie Murphy el que traería al personaje al nuevo milenio, con una segunda entrega, y luego otras dos secuelas ya con Murphy fuera del proyecto.

La pregunta que me viene a la mente investigando sobre el personaje y sus adaptaciones, es ¿porqué seguir trayendo en particular este personaje a la pantalla grande? Si la versión del ‘67 con Rex Harrison como el doctor casi deja en bancarrota a la 20th Century-Fox, y a pesar que la versión de Murphy del ‘98 fue muy rentable triplicando su costo de producción, fue con la secuela en el 2001 donde despidieron al actor por su mal trabajo y la pésima recaudación de la película. ?Ahora la nueva versión toma al personaje y cuenta una historia “clásica” (por así decirlo) de aventuras.

Ver al nuevo Dolittle es cuestión de perspectiva, solo lleva a tus hijos a verla y desconecta el cerebro, ya que por 100 minutos no lo necesitarás. Ya que salgas te darás cuenta que ellos la pasaron bien con cada chiste bobalicón, con Robert Downey Jr. sobreactuado sin saber a donde voltear porque los animales son hechos por computadora, y con una historia sin pies ni cabeza.

Pero lo mejor de Dolittle no está en la pantalla, por extraño que esto sea, si no en todos los chismes que hubo en su producción, empezando por la extraña elección de dirección, Stephen Gaghan, siendo guionista de “Traffic” y luego dirigiendo una película como “Syriana”, es extraño verlo haciendo una película de este tipo, lo cual se ve reflejado en la película con una narración pobre donde batalló para saber donde poner la cámara y donde colocar a los animales de CGI, y sobre todo repitiendo escenas hasta 31 veces con un Robert Downey Jr. ya desesperado.

Pobre del mexicano Guillermo Navarro, que siendo el encargado de fotografía, no pudo con las extrañas formar de dirigir de Gaghan; la película se empezó sin tener un guion completo y tan pésimo fue el primer resultado que Universal trajo a Chris McKay para poder rescatar algo de la película. Y no solo ayudo a terminar el guión, si no que se aventó a dirigir los veinte días de refilmaciones que requirió la película después del supuesto despido del director.

Bueno el chisme ¿no?, una vez más lo digo, Dolittle es una película para niños, si bien no está a la altura de Paddington 2 (esa si es una joya del cine infantil), Dolittle entretiene y solo eso.

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