Dora y la Ciudad Perdida: Reviviendo el género de aventuras
Para quienes no se acuerdan -o supieron marginalmente de su existencia-, Dora La Exploradora fue una serie animada educativa para niños de preescolar con formato de videojuego, en la que su protagonista tiene la misión de hallar algo perdido cada episodio. Junto a sus amigos Botas, un mono azul con botas rojas, Mochila y Mapa, se enfrenta a distintos obstáculos con la ayuda de la audiencia, y debe evadir al villano Zorro. La serie, creada por Chris Gifford, Valerie Walsh y Eric Weiner, inició en el año 2000, y en su momento llamó la atención por ser la primera caricatura animada en tener a una protagonista latina bilingüe que enseñaba español a las audiencias estadounidenses e inglés a las audiencias latinoamericanas. La serie fue un tremendo éxito para Nickelodeon: duró 14 años al aire y tuvo dos spin-offs, Dora y sus amigos y Go, Diego, Go!. Muchos, muchos años después de su éxito inicial, Nickelodeon Studios decide realizar una película basada en esta caricatura, protagonizada por Isabela Moner, Michael Peña, Eva Longoria, Eugenio Derbez y Adriana Barraza. La película es una grata sorpresa, visualmente rica y llena de humor que termina de posicionar a Moner como la estrella que es.
Tras vivir décadas en las selvas de Perú junto a sus papás, la adolescente Dora se enfrenta a las dinámicas de preparatoria en Los Ángeles antes de embarcarse, junto a sus nuevos amigos, a una aventura para rescatar a sus papás y encontrar una misteriosa ciudad de oro. El guion de Matthew Robinson, Nicholas Stoller y Tom Wheeler mantiene la esencia original de los personajes, mientras retoma la estructura de las películas clásicas de aventuras y nos recuerda la crucial diferencia entre exploradores y cazadores de tesoros. Asimismo, el humor es usado con astucia, haciendo referencias a la caricatura original e inventando chistes propios adecuados a la trama. La falta de desarrollo de los personajes se compensa con las carismáticas actuaciones, en particular de Moner, quien demuestra su rango cómico y como estrella de acción. Por otro lado, la película nunca pierde el enfoque en que está, ante todo, destinada a una audiencia infantil y mantiene el tono y humor adecuado, lo cual es refrescante entre tantas películas infantiles/juveniles que buscan complacer por igual a todos los públicos posibles.
Entretenida y emocionante, Dora y la Ciudad Perdida es una grata sorpresa de finales del verano, con una banda sonora pegadiza y diversión para toda la familia.