Dragon’s Dogma de Netflix : Fantasía Pecadora.
Netflix, pionero de los servicios de Streaming y sin duda salvador de nuestra salud mental durante esta pandemia, se caracteriza últimamente por ofrecer contenido, más que ecléctico, disperso y sobretodo dispar en cuanto a calidad.
No es secreto que la compañía ha exhibido una clara carga ideológica que la ha puesto en el centro de la polémica, tanto así que se le ha ligado a la llamada “agenda Woke” Ciertas películas, series y su más reciente campaña mercadologica no hacen sino avivar el debate al respecto.
En este caso, siguiendo su tradición de exhibir contenidos de muy dispersa temática y entre numerosas obras “Woke” con divergente calidad, produce una serie animada alejada por completo de su sesgo ideológico, tratándose de una animación orientada al público adulto.
¿De qué va?
Adaptación del videojuego del mismo nombre, en lo que parece ser una versión fantástica del Medioevo europeo e infestado de monstruos, un dragón aparece por primera vez en un siglo para sembrar el terror. El cazador Ethan pierde a su esposa Olivia y a su hijo no nato en la masacre de su pueblo bajo las llamas del dragón, el cual a su vez coloca sobre él una maldición.
Ethan se embarcará en una lucha para encontrar y dar muerte al dragón, asistido por Hanna, ser de poderes sobrenaturales. En su camino enfrentará monstruos de todo tipo pero sobre todo la perversidad inherente a la raza humana.
Pecados Sangrientos
Los eventos son narrados desde la perspectiva de los siete pecados capitales, literalmente los episodios llevan dichos pecados en su título, pero se alejan totalmente de temáticas religiosas.
La violencia es descarnada, pero no gratuita. Se explora la decadencia humana pero sin caer en el “Tragedy Porn” tan en boga actualmente. Se incluyen desnudos y sexo que no pretenden dar tonos eróticos al relato. Todo esto aderezado con notables secuencias de acción, una música estremecedora y evocadora y un excelente reparto de voces.
El estilo de animación es peculiar ya que imita al videojuego en sí, para regocijo de los fans.
“Wokness” en cenizas
Y para más júbilo aún de los entusiastas de la capa y la espada, la serie se centra en la lucha contra lo sobrenatural y en combate, dejando de lado cualquier discurso ideológico innecesario.
Tratándose de una producción original de Netflix, llama la atención la ausencia total de “cuotas inclusivas”. Quienes esperen diversidad, “empoderamiento” o críticas a la nobleza y al clero, tan manoseadas en este tipo de obras, se sentirán decepcionados pues nada de esto encontrarán. Sólo espadas, hechizos, sangre y un héroe imperfecto motivado por el amor a su familia.
Pero ¿entretiene?
Con un ritmo ágil y justo balance entre lo reflexivo y las explosiones, sus cortos y escasos episodios pueden verse en instantes. Entretenimiento garantizado incluso para quienes no conozcan el videojuego en que se basa.
¿Hay que verla?
Sin duda otro logro en cuanto a adaptaciones de videojuegos con miras al público adulto y centrada en el entrenamiento, evitando totalmente el discurso ideológico que tanto ha dañado a la industria (ya saben, “Get Woke, Go Broke”). Exigimos más temporadas