Duro de Cuidar 2: Más entretenida que su predecesora

Entramos de lleno al verano fílmico, algo que hace un año (por motivos que todos conocemos) no pudimos tener, y como regla siempre llegan a cartelera el tipo de películas que te invitan a querer sacarte los ojos de lo malas o aburridas que son; pero este no es el caso de Hitman’s Wife’s Bodyguard, o como en español tuvieron la gran idea de titular Duro de Cuidar 2, secuela directa de The Hitman’s Bodyguard (a.k.a Duro de Cuidar), que se estrenó en 2017, una comedia de acción que no ofrecía nada novedoso al género más que ver a Ryan Reynolds ser Ryan Reynolds durante una hora cuarenta de metraje. Pero entonces ¿por qué la necedad (más no necesidad) de realizar una secuela?

Básicamente por los LOL’s, y por qué con un presupuesto de $69 millones de dólares, la aventura de Reynolds y Jackson terminó embolsándose la módica cantidad de $176 millones para una película que no ofrecía absolutamente nada, pero que en medio de tanto estreno de súper héroes (seis en total), el público decidió darle la oportunidad a una tonta y vacía película de acción y comedia.

Con esto el director Patrick Hughes reúne al mismo elenco para repetir lo hecho en la película anterior solo que más grande, más exagerado y sobre todo sin tomarse en serio. Así está secuela empieza años después de donde terminó la anterior, con un Michael Bryce (Reynolds) en terapia y dándose un año sabático, después de perder su licencia como guardaespaldas y de salvarle la vida al matón Darius Kincaid (Samuel L. Jackson). Así su terapeuta lo obliga a alejarse del mundo de la protección  y seguridad a otras personas, pero mientras está disfrutando de su año sabático, se verá obligado a regresar a las andanzas de la mano de Salma Hayek, que regresa como Sonia Kincaid la esposa de armas tomar del matón Darius y que obligará a Michael a emprender un viaje por Italia para rescatar a su marido. En medio tenemos al villano en turno, un deslavado Antonio Banderas como el griego, así es, el griego Aristóteles Papadopolous un excéntrico millonario que quiere traer de vuelta a la gloria a Grecia, después de todos los problemas económicos en los que el país mediterráneo se ha metido.

Tan predecible no puede ser, y lo mejor de la película es que la misma película se sabe que es una mierda y no le importa, con persecuciones que no llevan a nada, sangre falsa, autos explotando solo porque chocaron con otros autos, y escenas en pantalla verde donde los efectos cantan por ser en demasía artificiales, la película toma su encanto en el trío protagonista. Duro de Cuidar 2 es de esas películas donde se ve lo bomba que lo pasaron (los actores y todo el crew) mientras filmaban la película, Ryan Reynolds demuestra una vez más, ser el hombre blanco hetero que tiene que ser cagado y sarcástico para poder sacar adelante un papel protagónico.

Pero lo que hace muy bien el guion de Tom O’Connor es enfocarse en la pareja de matones, que en la primera parte estaban separados y darle un tratamiento especial a Samuel L. Jackson y sobre todo poner el reflector en su esposa, no en balde la película en su título original lleva por nombre “Hitman’s Wife’s Bodyguard”, y vamos, que por muy nominada al Oscar que estuviera Salma Hayek, todos sabemos que la actuación nunca ha sido su fuerte, pero en esta ocasión se apropia del personaje y lo hace suyo, siendo ella lo mejor de toda la película, saliéndose del cliché de damisela en apuros, pero apropiándose del cliché de la esposa mal hablada latina pero muy candente usando el espanglish como arma principal (pero que no llega a ser molesto, si no al contrario, su personaje tiene las mejores líneas cómicas de la película además de que se siente que improvisa y le sale bien).

Si buscas lógica o algo de coherencia en la película, olvídalo, esta no la hay en ningún momento, justo en varias secuencias te olvidas por completo de la trama o del porqué están pasando las cosas que están pasando en la pantalla, el ritmo acelerado y frenético no da espacio para preguntarte porqué Antonio Banderas se apellida Papadopolous o en qué momento Morgan Freeman aceptó un papel dentro de la película. Sin duda de las mejores secuencias son donde Hayek y Banderas se reencuentran, ya que se siente la química entre ellos y recuerda al infame binomio de películas del mariachi.

Duro de Cuidar 2 no se convertirá en la mejor película del 2021, no ganará ningún premio (a lo mejor alguno que otro razzie para Reynolds en cuestión de actuación), pero hasta ahí, las burdas secuencias de acción pero sobre todo la química entre el trío protagonista es lo más rescatable de la película, para verla y desconectarte un poco de la realidad.

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