Editorial Cinescopia: ¿El final de los “Cines” y el comienzo de una nueva era streaming?
La más reciente noticia sobre las producciones de Warner que pasarán a HBO Max para el 2021 va más allá de un simple tema de competencia de WB frente al crecimiento exponencial de Netflix y Disney con todo su conglomerado (y se viene la app de Fox), pues esta “prueba” no solo viene a retumbar, sino a confirmar todo el cambio dentro del modelo de negocio y distribución de la industria fílmica en donde las salas del cine son las víctimas colaterales de este frenesí comercial.
Vamos primero a comprender el contexto mercadológico sobre este tema de manera breve. Netflix, actual líder en las plataformas de cine y televisión, comenzó a mutar hace ya un par de años en una productora fílmica importante al acoger a muchos cineastas “renegados” o con proyectos “no favorables” en cuanto a taquilla se refiere para los estudios ¿Quieres filmar en blanco y negro tus memorias de la niñez en tres horas? ¡Claro Cuarón! Aquí puedes hacerlo ¿Quieres hacer un testimonio gansteril de tres horas y media y mandar a chingar a su madre a todo el cine de superhéroes? ¡Con gusto Scorsese! Date vuelo y no dependas de las productoras que te editarán, mocharán y sacarán una versión de dos horas “favorable” para ellas.
Así pues Netflix fue encontrando un nicho, previniendo y diferenciando su oferta frente al crecimiento de Disney+, que predeciblemente se enfocaría en series y productos familiares, explotando también sus armas mediáticas que, aunque algunas aún se encuentran dormidas, ya han demostrado su poder con The Mandalorian de Star Wars (en espera de la siguiente fase vengadora o su también noticia sobre la adhesión de la basura latinoamericana de Videocine).
Todos los demás eran espectadores. Desde las demás plataformas (prime, hulu, HBO, etcétera), hasta las productoras (WB, Universal, Paramount, Sony, etcétera), el primer paso de este nuevo modelo sería un “tú por tú” de prueba y error entre Netflix y Disney+, sin que incluso esto pudiera afectar el protocolo ya establecido: los estrenos de mayor magnitud en los complejos de cine ¡Pero adivinen qué! Llegó el COVID-19, y como muchos otros negocios y mercados, el comportamiento del consumidor mutó gracias a ciertos hábitos, tanto impuestos como aprendidos, que para este tiempo de aprendizaje de casi 18 pandémicos meses ya son una tendencia actual y creciente, y en donde parece no hay vuelta atrás ¿Por qué?
Cuando la pandemia entró, la incertidumbre comercial desplegó una serie de análisis y teorías basadas en una proyección y estadística de consumo, pero en realidad nada asentado más que meras “profecías” que cambiaban día a día según el rumbo del aislamiento, el virus y obvio el comportamiento de compra, adquisición de bienes y por supuesto de entretenimiento. Así pues, nuevos activadores y tendencias fueron surgiendo empujados por el hábito de las generaciones en el juego.
Ahora ya no hay suposiciones, pues estos largos meses ya han arrojado estudios de mercado bilaterales, entre las empresas y el consumidor, con data que nos refleja en algunos rubros cambios radicales en cuanto a la manera de comprar, entretener, comunicar y hasta socializar. Uno de ellos es por ejemplo el hábito de la compra online, donde Amazon es el rey, y en donde todas las generaciones o descubrieron por primera vez dicha experiencia, o bien se ajustaron o incrementaron sus hábitos para así crear una tendencia creciente en donde ya no hay vuelta atrás… los mercados seguirán creciendo y creciendo su compra online ¡porque les gustó! ¡porque fue satisfactorio! Otro ejemplo es el rubro alimenticio, con etiquetas de exceso, aislamientos y poca actividad física, el consumidor comenzó a comer saludable, a rechazar ciertos productor y a comprar otros nuevos que le suponían una mayor satisfacción ¿regresarán después a sus consumos habituales? Poco probable… ya no hay vuelta atrás.
Exactamente es lo que pasa con el cine, y las corporaciones e industrias fílmicas lo saben. El consumidor, sobre todo el joven centennial, se ha ajustado de manera excelente a los canales streaming para ver “cine”, una opción que los hace alejarse de los complejos normales, más caros, más agentados, más lejos de sus pantallas, consolas y la comodidad de su hogar.
En este 2020 muchas de las producciones tildadas como imanes de taquilla decidieron moverse al próximo año, pero hubo una gran porción que decidió ver su suerte (y prueba de mercado) en las plataformas streaming, siendo adquiridas y/o distribuidas por Netflix en la mayoría de los casos, o bien “auto distribuidas” por Disney+. Caso de Mulán, The Trial of the Chicago 7, Soul o Wonder Woman 1984 y The Witches con casos híbridos de estreno simultaneo, esto es solo un tiempo de prueba para lo que se viene, un cambio que con el empuje de la generación Z (centennial de 11 a 25 años) supone un mayor consumo de cine sin salir de la comodidad de su casa y dispuesto a ser miembro o tener una o varias suscripciones.
De igual manera muchos millennials o Y (25-39 años), y hasta la generación X (40-54 años), se han ajustado de manera perfecta a este cambio de consumo en cuanto al arte o entretenimiento fílmico se refiere.
Y es ahí por qué esta decisión de Warner, de aliarse con HBO (que en realidad pertenecen al mismo corporativo) es tan importante y sustanciosa en cuanto a su análisis, pues será la punta de lanza de la supervivencia de los estudios, y en donde todos los demás (Paramount, Universal, Sony, etcétera), quizá ya anden barajeando sus opciones (hulu, prime, Netflix, HBO) para seguir con esta tendencia
Pero ¿Los complejos de cine dejarán de existir? No. El estreno simultaneo y las generaciones de más de 25 años podrán sostener de cierta manera y en cierto porcentaje a ese modelo por su cercanía a otros comportamiento o hábitos más ligados a la nostalgia y a su(s) forma(s) de entretenimiento, sin embargo si debemos estar preparados, tanto el público como las salas de cine, para ver una debacle progresiva (ya se está dando con pérdidas en México que a junio del 2020 superaban ya los 84 millones de boletos solo en Cinepolis) mientras no solo los Z crezcan en autonomía y estabilidad financiera – económica, sino también por el nuevo hábito de distanciamiento y aislamiento establecido por una pandemia que hizo ver vulnerable a la humanidad en todos sus aspectos, y que con o sin vacuna, llegó para quedarse.
6 Comments
Aliarse? Deberias QUITAR ese verbo de esa frase entre Warner y HBO, basicamente, el dueño de ambas, AT&T, solo quiere ver que el dinero se mueva, y no hizo una alianza, es mas una orden para que esos activos que Warner tiene atorados se distribuyan en algun medio… en este caso HBO… no es una alianza, simplemente es un enroque… su propio Gambito de Amazona…
Estimado muchas gracias por la observación, use el termino como alianza comercial pero tiene razón, creo que di con una buena acalración
Sr. Fett, me quedé esperando su reseña del cápitulo 13 de The Mandalorian. ¿No le gustó?
Mi estimado, creo que pierdo total objeividad jajaja pero ahora ya con este fnal, que s epuede decir? Haré una reseña más general con las 40 ocsas que nos enseñ+o el cine y la televisión en 2020
Debo admitir que mucho de esto me preocupó durante el año, pues la experiencia de ir al cine nunca se va a comparar con ver una película en casa, pero si la otra opción que tengo es no verla, pues ¿qué más queda? Espero no sonar resignado o aceptando de mala gana las consecuencias, pero tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados.
Concuerdo que debe haber un balance con respecto a los estrenos en streaming y cine, pero la calidad está muy desbalanceada (cuando Los Croods 2 recauda más dinero en su primera semana que Tenet en 3 meses, sabes que algo salió mal). Si este nuevo modelo ha venido para quedarse, necesitamos más Mank y menos Hillbilly Elegy, más Palm Springs y menos Mulán, más Soul y menos Scoob!
Exacto estimado, es un problema de muchas vertientes y una de esas y quizá la más importante es la falta de calidad y orginalidad