El Cid de Amazon Prime: Sin novedad en Castilla.
Siendo Rodrigo Díaz De Vivar, conocido como El Cid (Señor en árabe dialectal ) y El Campeador (Maestro de las batallas en español antiguo) un héroe legendario, figura clave de la Reconquista, baluarte de la historia no solo española sino del mundo occidental, era de esperarse que una nueva adaptación de sus proezas estuviese envuelta en polémica. Y yo, entusiasta de todo lo que implique espadas y buenos tajos y estocadas, no me la podía perder.
Gran revuelo causó ver al Cid blandiendo una espada idéntica a La Joyosa, arma atribuida a Carlomagno y no la archiconocida Tizona, haciendo dudar sobre la fidelidad histórica de la serie. Y si a eso sumamos las declaraciones de su actor protagonista Jaime Lorente, que como buen artista de izquierdas advirtió a la derecha “cuidarse” al ver este relato, pocas esperanzas había sobre la calidad del producto final.
Siendo yo un hispanista católico y conservador, como bien saben quienes me conceden el inmenso honor de leer mis disparates, me he dado a la tarea de analizar los cinco capítulos disponibles de forma neutral. Espero haberlo conseguido.
¿De qué va?
En sus andadas para convertirse en caballero, siguiendo los pasos de su padre, el joven escudero Rodrigo “Ruy” Díaz entre combates y traiciones se verá envuelto en las intrigras y luchas por el poder en la convulsa España del siglo XI, entonces dividida en numerosos reinos siempre en pugna entre sí y los territorios musulmanes.
Cabalgando en tierras conocidas.
El guión se sitúa lejos del Cantar De Mío Cid, cantar de gesta que es la la mayor fuente de su historia y que ofrece un retrato hagiografico del héroe y en cambio nos muestra a un Ruy Díaz humanizado, valiente pero con dudas, honorable pero con flaquezas y no como aquél caballero inmaculado de la cristiandad contra los infieles. No falta al respeto al personaje, sencillamente lo aleja de su estatus legendario, casi mítico.
No obstante, esto no implica que la historia sea demasiado original. La serie nos lleva a un mundillo de intrigas palaciegas, nobles codiciosos y traidores, aldeas sucias y pestilentes, un clero católico siniestro y conspirador en contra posición de un mundo musulmán refinado y científico…es decir, la historia que hemos visto decenas, cuando no cientos de veces.
Ciertamente los pensadores llamados Ilustrados del siglo XVIII propagaron una serie de mitos sobre la vida miserable en el medioevo de las naciones cristianas para legitimar su movimiento y en El Cid todos los elementos están allí como si se hubiese llenado minuciosamente una “check-list” de estereotipos sobre la época. El mal nombre “Edad Oscura” viene justamente de la corriente ilustrada y aquí fue seguida al pie de la letra.
Traición, intriga, tajos al por mayor y hasta escenas de sexo que califican como softcore adornan el ambiente, muy en la tendencia marcada por la infortunada serie Game Of Thrones. Los creadores no se quebraron la cabeza.
Polémica gratuita
Exagera, eso sí, Jaime Lorente en su afirmación de que la serie haría rabiar a los conservadores. Insistimos en que no nos muestra cosa alguna que no hayamos visto una y otra vez. Y si bien el mundo cristiano luce sucio y decadente en comparación con el mundo musulmán, de éste tampoco se exageran sus virtudes. Al final, tajos y estocadas se repartieron entre ambos a partes iguales.
Por otra parte, que El Campeador sirvió a amos cristianos y moros según la situación y su conveniencia es algo que es bien sabido por cualquiera que conozca El Cantar Del Mío Cid. Nada transgresor vemos en la serie. Y los anacronismos siempre presentes en series como esta resultan inocuos. El asunto de la espada es lo de menos pues en nada afecta al relato. Sin spoilers, les digo que eventualmente la situación mejora.
Pero, entretiene?
Se deja ver con fluidez y sin tomarse demasiado en serio, ofreciendo un entretenimiento decente. Las actuaciones son correctas, destacando la bella Alicia Sanz como la truculenta infanta Urraca. Los duelos con espadas no son necesariamente espectaculares pero los entusiastas del tema los han de disfrutar.
En general la serie es de calidad y con bien diseño de producción. Da gusto ver series como esta habladas en español, a decir verdad.
¿Hay que verla?
Si se busca un divertimento sin pretenciones, es una serie a considerar entre la inmensa oferta en los servicios de streaming. Si se prefiere una historia cercana…mejor leer un libro.