El Confesionario de Cinescopia: Kim Tobias quitando la miel de las hojuelas

Siendo el confesionario un espacio libre para desahogar mis más profundos secretos cinematográficos, según la tradición, hoy me estreno dentro de esta sección en su vertiente reversa, para hablar de una de las películas que detesto, que me produce un sentimiento de antipatía y escepticismo cada vez que escucho hablar maravillas de ella, y como miles de chicas se derriten aclamando que es una historia de amor maravillosa y excepcional.

Pues bien, esa película de la que hablo en esta ocasión es la aclamada y chick flick por excelencia “The Notebook” (2004), mejor conocida en Latinoamérica como Diario de una Pasión; basada en la novela El Cuaderno de Noah (1996) de Nicholas Sparks, autor de otras novelas del mismo género que posteriormente pasaron a la pantalla grande, tales como A Walk to Remember (1999), Dear John (2006), The Last Song (2009), entre algunas más.

Por si no conocen la trama, les platico que trata sobre la inolvidable historia de Allie Hamilton (Rachel McAdams) y Noah Calhoun (Ryan Gosling), dos jóvenes de distinta clase social que se enamoran perdidamente un verano de los años 40 y por azares del destino y de los padres de ella, se ven obligados a separarse (cualquier parecido con Romeo y Julieta es mera coincidencia) y terminar su amor, aunque ellos lo intentan evitar sin éxito. Pasa el tiempo y cada quién sigue con sus vidas, pero es después de 7 años cuando por fin se reecuentran y deciden darle una nueva oportunidad a su amor a pesar de todas las adversidades.

No intento proclamarme abiertamente como una ‘antiromance’ o una traidora al género femenino, ya que sí disfruto de algunos filmes más originales de esta clase; es sin embargo esta película en especial, llena de clichés y elementos preestablecidos para causar ternura en el espectador, lo que me parece taaan aburrido, y es entonces que entiendo un poco el sentir de los chicos cuando se quejan de esta especie de películas. Analicemos algunos aspectos:

-El filme nos muestra la historia a partir de un anciano que se la cuenta a una compañera del geriátrico, esto a partir de un cuaderno que la contiene. Desde aquí empieza lo predecible del película, ¿cómo no imaginar que la anciana a la que se lo cuenta es precisamente su protagonista Allie? y si bien esta sería la intención ya que nos van revelando poco a poco que si lo sospechábamos, estábamos en lo correcto, es esto lo que hace que el filme se vuelva más y más aburrido, pudiéndonos imaginar el desenlace de su historia de amor, porque resulta que la verdadera identidad del anciano es… (cha ca cha chan…) ¡Noah! Bueno, pero que manera tan poco intensa de mantener la expectación en el público, ni siquiera por un segundo pensé que la identidad del hombre fuera en realidad la del prometido Lon, al cuál abandonó la verdad es que muy rápidamente.

-Desde el momento en que se conocen podemos observar el tipo de relación que está por comenzar, una pareja que no tiene absolutamente nada en común, excepto el amor que se tienen el uno por el otro, el cual es puro y verdadero. Pues sí, esta película nos muestra durante dos horas que se la llevan peleando, pero debemos suponer que en el momento que eligieron estar juntos de una vez y por todas, esto cambió, ya que vivieron ‘felizmente para siempre’ según las palabras del mismo Noah, al mero estilo princesas de Disney.

-Como ya lo dije antes, esta película busca incansablemente causar una especie de ternura en el público, mover fibras. Esto se aprecia desde las primeras locuras que realiza Noah en búsqueda de conquistar el corazón de Allie, la desgarradora separación de ambos, el compromiso de Allie con otro tipo (de mejor ver que el protagonista, por cierto) y la supuesta incertidumbre que nos provoca pensar con quién se quedará después de todo. Ah, ¡pero lo mejor viene al final! Pues claro, después de que Noah le termina de leer la historia a Allie y ella logra reconocerlo para 5 minutos después olvidarlo, pues padece demencia senil, suceden esta serie de eventos que nos hacen ver que los dos ya están en las últimas, así que para un final perfecto deciden morir la misma noche, en la misma cama y tomados de las manos… La verdad es que no me conmovió nada, después de dos horas de atascarme de elementos melosos y revolcados en miel, de verdad que esto ya era el colmo.

Pues muy respetable a tod@s aquell@s que disfruten de esta película, pero tenía que sacar de mi pecho que odio esta película por cursi y demás factores mencionados, que debo decir que me quedé corta pero no me quise clavar más y además hay que trabajar como buena contribuyente a la sociedad que soy.

Me despido, no sin antes hacer mencionar: ¿se han fijado que los pósters de las últimas películas de novelas de Nicholas Sparks son demasiado similares? A que no encuentran las cinco diferencias. ¡Saludos!

Etiquetas:   diario de una pasiónRachel McAdamsromanceryan goslingthe notebook

Acerca del autor

Kim Tobias   @kimm_tobias  

Enamorada del cine clásico y los guiones astutos. También odio los finales felices... ["La estimulación visual es la razón del cine. De otra manera podríamos simplemente apagar las luces y llamarlo radio" R.A.]