El Crimen entre Sombras: Los Inicios del Género Negro Americano

Corrían los años cuarenta, la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo y los Estados Unidos de América, una de las naciones protagonistas del conflicto bélico era presa de la paranoia colectiva, el miedo, la desesperación y la incertidumbre.

En ese contexto de intranquilidad nació el género negro americano, que con la notable influencia del expresionismo alemán reflejó el pesimismo de ese período histórico. El cine negro tuvo como escenarios ciudades sumidas en el desencanto, habitadas por un variopinto conjunto de personajes que tenían como denominador común una perenne angustia existencial y una tendencia por corromperse o practicar actos inmorales.

Nacieron así los antihéroes, solitarios y duros detectives actuando al margen de la ley prestos a vender sus servicios al mejor postor; las mujeres fatales, perdición de los hombres, vampiresas que piden al protagonista ayuda pero cuya dudosa conducta despierta la sospecha de que en cualquier momento podrían traicionarlo; y qué decir de los villanos, sujetos de oficio gansteril que han encontrado en la actividad ilícita una solución al desempleo y pobreza económica, un apunte frecuente que puede interpretarse como una crítica social e incluso una justificación al creciente índice de criminalidad de la época.

El ambiente hostil y misterioso es plasmado a través de planos donde los personajes surgen de las sombras. El estilo visual se caracteriza por el uso del claroscuro y la iluminación contrastada. En medio de la oscuridad se cometen los crímenes que originan las investigaciones, y en sitios sombríos, lúgubres o lluviosos se resuelven.

Los desenlaces, la mayoría de las veces son poco convencionales, no buscan congraciarse con el espectador acostumbrado al final feliz. Por el contrario, terminan exponiendo amores imposibles, relaciones infructuosas que por su origen o naturaleza criminal resultan prohibidas.

Sirvan querido lector, las siguientes cuatro recomendaciones para disfrutar del citado género.

 

El Halcón Maltés (John Huston, 1941)

En 1593 los caballeros de la orden de Malta decidieron obsequiar al emperador Carlos V la estatuilla de un halcón de oro macizo con incrustaciones de piedras preciosas en agradecimiento a ciertas prerrogativas concedidas por el monarca. Sin embargo, esta maravillosa joya no llegó nunca a las manos del gobernante, ya que el navío que la transportaba sufrió el asalto de unos piratas. Cuatrocientos años después, el detective privado Sam Spade se adentra casi por accidente en la búsqueda de la mítica figura, cayendo en una telaraña de engaño y muerte.

Basada en la novela homónima de Dashiell Hammet, El halcón maltés no solo sentó las bases que seguirían las posteriores películas detectivescas del género, sino que, convirtió a Humphrey Bogart en un ícono cinematográfico. Bogart es por excelencia el prototipo del investigador privado de sombrero y gabardina que habla con un lenguaje de la calle, a veces vulgar, a veces sarcástico. Un mother fucker encantador. El halcón maltés fue nominado a tres premios de la Academia, entre ellos Mejor película.

 

Doble Indemnización (Billy Wilder, 1944)

Un vendedor de seguros (Fred MacMurray) es seducido por una atractiva y sensual rubia sin escrúpulos (Barbara Stanwyck) quien lo convence de asesinar a su marido para ambos quedarse con el dinero del seguro. Pese a que su elaborado plan parece perfecto, no cuentan con la intromisión de un sagaz investigador (Edward G. Robinson) quien hasta el final se mantendrá al acecho.

También conocida como Perdición, la película es una muestra de la genialidad del director Billy Wilder quien, con igual maestría, dirigía un drama, una aventura romántica, una comedia musical o como es el caso, una brillante historia de suspenso. Al talento del realizador austrohúngaro se unió la pluma magistral del novelista Raymond Chandler, cuyo guion dotó a la película de un notorio estilo literario. La cinta fue nominada a siete premios de la Academia incluyendo Mejor Director y Mejor película.

 

El Sueño Eterno (Howard Hawks, 1946)

Contratado por el general Sternwood, el detective privado Phillip Marlow investiga un caso de chantaje fotográfico que implica a la hija menor del militar. El asunto se  torna más oscuro cuando Regan, el chofer de la casa, desaparece. Por si fuera poco, Marlow se enamora de Vivian (Lauren Bacall) la primogénita de Sternwood. Basada en la novela de Raymond Chandler, la película El sueño eterno marcó el regreso de Humphrey Bogart al rol que le quedaba como anillo al dedo. La colaboración entre el premio Nobel de literatura y también guionista, William Faulkner y el legendario director Howard Hawks, dio como resultado una de las cintas del género negro con los diálogos más ingeniosos y atrevidos de la época.

 

La Dama en el Lago (Robert Montgomery, 1947)

Otra obra de Raymond Chandler adaptada a la gran pantalla. Esta vez Phillip Marlow es contratado por una editora para encontrar a la esposa de un empresario quien se presume ha huido con su amante. Una obra menor, comparada con las tres películas citadas anteriormente, pero que ofrece una particularidad interesante: está rodada casi en su totalidad en cámara subjetiva poniendo al espectador en el lugar del detective, exceptuando algunos minutos en que el director y protagonista Robert Montgomery (padre de Elizabeth Montgomery actriz conocida por la serie de tv Hechizada), aparece explicando algunos detalles de la trama, o bien, cuando vemos su imagen reflejada en el espejo. Cierto, la cinta no es perfecta, puede llegar a ser cansina por su ritmo semi lento, pero se deja ver como una curiosidad.

 

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Acerca del autor

Flaco Cachubi     blogcinefantastico.blogspot.mx/

Amante del séptimo arte desde que tiene memoria o lo que es lo mismo desde que vio Superman. Sus géneros favoritos son el horror, la fantasía y la ciencia ficción. Ferviente admirador de Hitchcock y asiduo lector de Stephen King. El cine de luchadores, su máximo placer culposo. Se describe a sí mismo como un ser viviente que cultiva su mente, para ser un cadáver muy culto.


2 Comments

  • El Tercer Hombre, La Dama de Shanghai y El Perro Rabioso hubieran entrado antes que La Dama del Lago… Aún así, muy buen artículo.
    Mis dos favoritas (y eso que no son de la época) son Chinatown y L.A. Confidential.

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    • Tiene usted toda la razón Richi, exceptuando el título de El perro rabioso, ya que si se refiere al peliculón de Akira Kurosawa, éste obviamente no calificaría como cine negro americano. Saludos

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