El desempeño de “OTROS” Superhéroes en el cine.

Toca el turno a aquellos héroes ajenos a las dos casas líderes en el rubro. Esta sencilla y breve investigación llega a su fin remembrando desde tortugas mutantes hasta un adolescente vestido de buzo. Basándonos en su calidad cinematográfica, las películas serán valuadas según los justos y necesarios estándares impuestos por su caza recompensas favorito, así que juguemos al estar o no de acuerdo después de ver a sus héroes de la infancia ser catalogados como:

5. Excelsa

4. Buena

3. Mediocre

2. Absurda

1. Cochinada

0. Sin comentarios

                               Mirage / Dark Horse / Icon / Pacific / Image

Mirage Studios, compañía independiente fundada en 1983, tendría su primera creación en la pantalla grande para 1990, año difícil para el film que osara meterse en la moda del murciélago impuesta por WB y Tim Burton. La manufactura del film llevaría a su productora New Line Cinema invertir un poco más de 200 millones de dólares, convirtiéndola en la tercera cinta de héroes con mayor presupuesto después de Superman y Batman ¿Su nombre? Las Tortugas Ninja Adolescentes Mutantes (Steve Barron), la cual a pesar de su alto presupuesto (para la época), conservaría no solo la estética clásica ochentera, sino también la imagen típica de la Serie B. Dicha cinta es un producto entrañable, con momentos humorísticos y secuencias de acción destacables, pero sobre todo, con personajes héroes y villanos muy bien delineados y carismáticos. Un digno film dirigido a un público infantil y adolescente que gracias a su calidad ha resistido el paso del tiempo, pero que a la postre, caería en dos secuelas vergonzosas (1991 y 1993) y un reboot asqueroso (2007), que mancharon la integridad de su original.

Ese mismo año el cine clase B haría una precisa intervención en el subgénero con una film original (no adepto a ninguna compañía de cómics) llamado Darkman, cinta con la cual Sam Raimi explayaría todo su estilo gore y cómico a la ordenes de un héroe desfigurado en busca de venganza (interpretado por un icónico Liam Neeson). El objeto por no tomar en serio el cine serie B haría del film objeto de culto, pero a pesar de ello, Raimi sobrellevó un buen libreto  bajo todos los estándares del aún naciente sub género: la mediocridad puede convertirse en belleza.

Para 1991 Disney convertiría la adaptación de uno de los personajes de Pacific Comics en una cinta de “entretenimiento puro”, sobreactuada, excesiva, limitada y de poca duración, pero divertida y entrañable. Pareciera que la serie B, aún cuando no era originalmente requerida, se apoderaba de las primeras adaptaciones de comics independientes y The Rocketeer de Joe Jhonston era un perfecto ejemplo de esto.

Para 1993 la –original- Meteor Man, dirigida y estelarizada por Robert Townsend pondría un tajante film a dicha moda y manufactura, entregando una absurda cinta deficiente desde su  planteamiento y coherencia. La adaptación  del superhéroe necesitaba seriedad y 1994 se disponía a dársela.

Tras un estrepitoso fracaso de la aburrida e insípida The Shadow (Robert Mulcahy), cinta de grande decorado pero carente de algún pulso narrativo, Alex Proyas se preparaba para llevar al cine quizá el film de héroes ajenos a Marvel y DC de mayor culto: The Crow.

El Cuervo significó una renovación para el subgénero al dejar presenciar nuevamente al espectador un film oscuro de alta calidad narrativa y diálogos memorables. A pesar de que Proyas lleva al máximo su pretensión y en el último cuarto del metraje el film se descompone con varias citas y momentos redundantes, la actuación del difunto Brandon Lee y las extrañas causas de su muerte en el mismo film, catapultaron El Cuervo al status que aun conserva. Innegablemente la mejor de este club, aunque no alcance la supremacía (por solo un poco).

Ese mismo año un héroe bizarro tendría su muy libre adaptación a la de su fuente original en el papel de Dark Horse Comics: The Mask (Chuck Russell) solo serviría para llenar por muchos años el prime time de domingos por la noche en muchas cadenas televisivas, pero también como la catapulta del excesivo Jim Carrey y la ex voluptuosa Cameron Días (Aun así en lo absurdo también hay momentos divertidos).

En 1996, The Phantom (Simon Wincer) se ayudaría de uno de los repartos más inútiles jamás vistos en el rubro para sobrepasar el error de The Shadow: decorados bonitos, cochinada de relleno.

En  1997 y a solo 4 años de su fundación, Image Comics tendría a su hijo predilecto en la pantalla grande con resultados mediocres ajenos a lo sobresaliente de su oscura historia, siendo la horrenda producción la causante de haber hecho de Spawn (Mark A.Z. Dippé) un espectáculo de efectos especiales groseramente absurdos a la merced de un reparto  carente de la capacidad necesaria para soportar a complejos personajes tampoco estructurados en el mismo libreto. Spawn quedaría en el recuerdo como un “Que hubiera sido…”

El “boom” del héroe Marvel frenaría la adaptación de otros héroes, factor que se reflejaría en los dos únicos bodrios producidos en 6 años: la inadmisible Mystery Men (Kinka Usher, 1999) y la repugnante Liga de los Extraordinarios Caballeros (Norrington, 2003).

Sin embargo, todo lo que baja tiene que subir, y necesitaba llegar alguien como Guillermo del Toro para poder colar entre las favoritas a un héroe de la casa Dark Horse Comics del cual, el realizador en innumerables ocasiones se ha declarado fan (circunstancia que suele ayudar a un realizador a posicionar su obra en un buen status): Hellboy hacia su aparición en el 2004, una cinta que gracias a una buena dirección de Guillermo y una fastuosa interpretación de Ron Pearlman rápidamente entraría a hacerle digna competencia a muchos héroes Marvel. Pero a pesar de sus virtudes, Hellboy se sentiría como una cinta carente de la explosión necesaria para lograr una buena conclusión, elemento que la demeritaría en su alcance por la supremacía.

Las circunstancias que rebajaron la calidad en la obra de Del Toro se justificarían con una horrenda segunda parte en  el 2008, la cual se unió al agujero creativo que pasaba este tipo de superhéroes junto con la sandez que resultó ser Hancock (Peter Berg).

Para el final, mientras DC volvía a retomar el poder y Marvel se hundía en una rotunda mediocridad, Lionsgate lanzó para el  2010 una prematura novela gráfica de Icon Comics llamada Kick–Ass, la cual revitalizaría el género siendo una de las propuestas más innovadoras estética y argumentalmente vistas dentro del rubro bajo la dirección de un prometedor Matthew Vaughn. Igualmente para el 2011 la película Súper del irreverente James Gunn, abordaría el argumento base de Kick-Ass para convertir a un completo fracasado en un héroe violento en busca de la salvación de su esposa; una comedia que si bien cuenta con momentos interesantes, no sale de la mediocridad impuesta por comedias televisivas de donde se desprende su protagonista: Rainn Wilson.

¿Qué le aguarda al Superhéroe ajeno a Marvel y DC? ¡Nada! La cantada segunda parte de Kick-Ass deberá aguardar hasta algún punto del 2013, gracias a la proliferación y fuerza con la que las dos principales compañías se piensan repartir el mercado lo que resta de este año y el venidero. Estaremos a la espera de una fresca y/o entrañable revitalización del género característica de estas adaptaciones.

Datos.

Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett