El Exorcismo de Carmen Farías: Festival del cliché y el aburrimiento
Querido lector, lea esta crítica en tono de sarcasmo, así la disfrutará mejor.
Carmen es una periodista que acaba de sufrir la muerte de su madre, con esto recibe de herencia la antigua casa de su abuela. Así que decide regresar a la vieja casa para descubrir que el lugar esconde secretos sobre su abuela y su infancia y que debe de afrontar una vieja batalla contra el mismo demonio para poder recuperar el control de su vida y de su familia.
La mente maestra de esta aberración y terrorífica película es Rodrigo Fiallega (Ricochet), que en su segunda película como realizador decide tomar todos los elementos del cine de terror para entregar una película sin sentido, con fallas argumentales, con pésimas actuaciones y donde los jumpscares están tan mal ejecutados que ni siquiera causan el efecto deseado por su realizador.
Según los créditos, la película está escrita y producida por Molo Alcocer Délano (sin albur), el mismo que se atrevió a escribir ‘#Lady Rancho’; aunque de guion no tiene nada y la historia está escrita solo para el lucimiento de la gran primera actriz Camila Sodi, que por más que este pseudo poseída, y le pasen las peores cosas dentro de la película ella jamás lucirá fea ni despeinada y mucho menos poseída por el demonio, pero sin duda el Oscar a mejor actor de reparto recae en Juan Pablo Castañeda en el rol del abnegado y comprensible Julián, que figura como el esposo de nuestra portentosa protagonista, y que el guion en un intento por meter algo de conflicto en su incipiente historia, mete en juego la pérdida de un hijo entre ambos y que gracias a que Carmen tiene al diablo dentro, este hace que no pueda procrear.
Mientras que en otras latitudes los realizadores están experimentando con el cine de terror/horror para meterse en terrenos psicológicos (Relic), en México como en todo vamos retrasados y apenas se está explorando el tema de los exorcismos, donde una vez más se mezcla el catolicismo y el horror; pareciera que el guionista y el director se aventaron un fin de semana de binge-wachear cuanta película hollywoodense del género encontraron para armar un pastiche muy deforme en la historia de Carmen Farías, con elementos varios de clásicos como ‘El Exorcista’ o ‘El bebe de Rosemary’, o las más actuales como ‘El Conjuro’ o la propia ‘Anabelle’.
El festival del cliché, con una fotografía que a ratos luce muy bien con ciertos movimientos de cámara y paseos dentro de la casa, pero que se estanca al no tener una propuesta sólida y que además en varios de sus planos no tienen sentido alguno haciendo que la toma se vea fea y que confunden al espectador, una falta completa de lenguaje cinematográfico, aunado el hecho de que la falta de ritmo en su edición hace que la película de 90 minutos se sienta todavía más larga y por completo aburrida.
Al final ‘El exorcismo de Carmen Farías’ es un desastre por donde la veas, una película de género que no espanta en lo absoluto, que no entretiene, y que es de los más olvidable, soporífera y aburrida que este 2021 pueda tener.