El Jockey: Encontrando sentido en el camino.

Contexto

La cinta argentina del director Luis Ortega inicia como un thriller sobre un fracasado Jockey sumido en el alcohol, para gradualmente irse transformando en una comedia surrealista y existencial sobre el irregular flujo de la vida, sus contradicciones, cambios y segundas oportunidades.

 

¿Qué funciona?

Su propuesta artística es un deleite, cada plano y secuencia están llenos de elementos, colores y objetos planeados de forma meticulosa, enriqueciendo los significados así como las personalidades de los personajes.

Su comedia se siente fresca y singular al jugar con las expectativas tanto del público como de sus protagonistas, provocando remates inesperados, bromas visuales, subtexto bien atinado y un gran humor absurdo.

La fotografía trabaja a favor del escenario, de su arte y sus contradicciones. Se mantiene estática ante el movimiento, se desplaza ante la pausa, se acerca ante la incomodidad y permite que los personajes se liberen en entornos públicos.

Sus actuaciones se encuentran en el tono correcto, manejando perfectamente el vaivén de emociones que les pide cada nueva capa de la trama

Los temas musicales que acompañan algunas escenas y coreografías, les añaden un gran toque de autenticidad volviendo la experiencia más surreal y divertida.

El final es complejo pero liberador, permite a cada quien formular su propia interpretación sobre la experiencia que acaba de vivir.

 

¿Qué no funciona?

Debido a su naturaleza surreal, puede no conectar con la audiencia que constantemente se encuentre en busca de explicaciones o sentido.

Existen secuencias que si bien, son disfrutables, suelen ser reiterativas y simplemente aportan más valor estético que narrativo.

Puede llegar a ser excesiva, ya que cuenta con muchos elementos jugando en pantalla, por lo que si se desvía la atención, se puede perder el hilo de la trama y de sus personajes secundarios.

 

¿Qué nos deja?

¿Qué haces cuándo te surgen mil dudas sobre la existencia y su futuro, pero no obtienes respuesta? Haces una película: Eso es El Jockey, una amalgama de planteamientos sin respuesta, un vaivén de contradicciones, la visión de un ser humano tratando de darle sentido a los sinsentidos de su vida. Esto no quiere decir que la cinta no tenga un fin o un camino, pues en cada uno de sus capítulos hay planeamientos, significados, diálogos y momentos que nos ponen a interiorizar respecto a nuestras circunstancias, fallas, decepciones y tragedias.

¿Merecemos una segunda oportunidad?, yo creo que si, pues en cada rincón, en cada momento, hay alguien buscando comenzar de nuevo, en cada error,  hay alguien luchando por el perdón, en cada rumbo perdido, hay un sueño incomprendido. En cada amanecer, hay alguien buscando renacer.

 

“- ¿Qué tengo que hacer para que me sigas amando?

-Morir y nacer de nuevo.”

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Acerca del autor

Tona A. R.     bit.ly/2OBcz4f

Un ser entusiasta amante del cine y de la música, con ganas de mostrar y vivir su visión del mundo.


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