EL PRINCIPITO: Encantadora adaptación para celebrar un clásico cuento
Llevar un libro tan icónico al cine obviamente tiene sus altas expectativas, no importa que ni siquiera lo entiendas, la historia de El Principito es globalmente conocida por ser un libro aparentemente infantil pero que dentro de sus líneas conserva metáforas ingeniosas que son parte común de la vida diaria de toda persona. Así, esa alegoría adulta del cuento deberá verse reflejada también en pantalla, pero claro está, dirigida a un público inocente que no conoce el relato para ser mostrada de una forma fantástica que los transporte al mundo de este singular y tierno personaje de los 40’s.
La cinta cuenta la historia de una niña que junto con su exigente y obsesiva madre se muda a un vecindario cerca de la academia a la que esta asistirá. Ahí conocerá a su excéntrico vecino, un ex piloto que todos toman por loco y quién le contará la aventura que vivió con un peculiar y pequeño individuo que conoció en el desierto, adentrándola en el maravilloso mundo de El Principito. El argumento en sí es una adaptación del cuento incluso dentro del filme, por lo que el desarrollo de la historia del Principito en sí es de corta duración, eso sí, bastante fiel al libro ya que cada línea dicha es exactamente como lo escribió Antoine de Saint-Exúpery, siendo el eje central de la historia pero yendo más allá de lo que conocemos de ella, describiendo las reacciones naturales de un niño al conocer el cuento y las ocurrentes aventuras que derivan de la imaginación, dando así el toque fantástico con el que toda película para niños casi estrictamente cuenta (clichés incluidos).
La verdad es que el doblaje resulta lastimoso para la animación, empezando por el terrible cambio de “dibújame un cordero” por “dibújame una oveja” ya que cualquiera que haya leído alguna vez el libro sabe que esta es de las frases más significativas del relato. Además, tenemos que las voces no terminan de encajar con el personaje, empezando con un “Loco” Valdés que no posee el encanto suficiente para encariñarte con el aviador que interpreta, cosa que (por lo visto en el tráiler en su doblaje en inglés) Jeff Bridges desempeña bastante bien.
Dentro de la animación tenemos dos vertientes, dado que la historia está desarrollada en dos planos, Mark Osborne logra un gran acierto al dividirlas también visualmente, dando a la versión que se desarrolla en la “actualidad” la animación realizada por computadora (CG) mientras que la versión del cuento está desarrollada en stop motion y que en lugar de parecer las típicas figuras “de arcilla” estas son realizadas de tal manera que las hace parecer de madera (en realidad están hechas de cartón y papel). Así que esta diferencia visual nos transporta mágicamente entre los dos escenarios, dando un toque fascinante de nostalgia que la ficción de El Principito posee y que se conjuga a la perfección con el sentimentalismo de la historia.
Definitivamente una cinta para todo público, con una mezcla tanto adulta como infantil que resulta muy disfrutable para ambas generaciones, resaltando una belleza estética que no puede pasar desapercibida. Una recreación de esta clásica historia para que los más pequeños descubran y lo mayores redescubran, que termina siendo encantadora pero no así perfecta y que te invita a imaginar más allá de lo que el cuento original muestra, terminando con un filme atractivo con chispazos de añoranza que conmemora el símbolo que representa el excepcional libro francés.
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2 Comments
Acabo de ver esta película y sinceramente me decepcionó, esta claro que es una película infantil pero también debemos estar de acuerdo en que ese es un pretexto para encubrir películas mediocres. Realmente al inicio me fascinó la forma en que se hacia la transición entre ambos “mundos” lo que me hizo soportable la cansina y predecible trama.
Pero eso se desvaneció hacia el primer tercio (ni siquiera aguanto mantener la calidad minimo a la mitad de la cinta) y simplemente se volvió una serie de clichés.
Lo malo de la cinta es que rompen ese pensamiento con el que todos nos quedamos a leer el libro: El Principito siempre será un niño. Es como hacer crecer a Peter Pan, eso simplemente hunde la película al final con tanta fantasía, desperdiciando lo logrado en la primera parte cuando se cuenta la historia del cuento. Saludos!