El Sol también es una Estrella: Un Romance deslactosado

No se si sea yo o últimamente he visto muchos títulos con menciones a estrellas y al parecer todos van de lo mismo. Historias de amores adolescentes con cierto obstáculo, muy cursis y desde la primera escena (o página si es que lees el libro) sabes que va a pasar al final.  Pues así con esta nueva película de romance adolescente con base en el libro del mismo nombre de la autora Nicola Yoon.

La historia es de una chica llamada Natasha nacida en Jamaica, pero que ha vivido los últimos 9 años de su vida en Nueva York, por lo tanto, lo considera su hogar, sin embargo, ella y toda su familia han sido deportados y un día antes de partir tiene una cita en la oficina de migración la cual sería el último esfuerzo para evitar la deportación. Ella no cree en el amor, ni en los sueños, solo en la ciencia y hechos comprobables. También tenemos al chico, Daniel Bae, nacido en Corea del Sur y que vive legalmente con sus padres y su hermano en el mismo Nueva York. El es un romántico, que lee y escribe poesía. Es un buen chico, guapo y obediente que ese preciso día tiene una entrevista para aplicar a una universidad donde estudiará medicina. Él está convencido de que el destino rige nuestras vidas y que todo confabula para que las cosas sucedan o las personas se conozcan (Mmm ¿dónde he oído eso?)

Según esto, las decisiones que tomamos nos llevan a diferentes escenarios y ese el rumbo que toma nuestra vida… ¡perdón! ¡Ya no entendí! ¿es el destino o las decisiones? Bueno, el caso es que es la historia de “chico conoce chica”, ella de raza negra y el coreano, con maneras de pensar completamente opuestas, pero ¿qué creen? ¿no se lo imaginan? ¡exacto!  Así de predecible, desde la primera escena, es la película.

Una historia deslactosada, vegana y libre de gluten.  Con un guion que se siente forzado en todo momento, quieren hacernos creer que es el destino el causante de todo, pero la dirección es tan obvia que no deja lugar a las sorpresas. Si acaso te quieren dar un giro de tuerca, pero al final cae en lo mismo, solo que sin gracia. Muchos huecos en la trama, muchas incongruencias (o sea ¡NO COMEN EN TODO EL DÍA!) muchas situaciones inverosímiles (la chica tiene 18 llamadas perdidas de su mamá y se la regresa  tan campante, mi madre ya hubiera movido toda la policía, ejército y cuando me reportara me culparía de su supuesta muerte causada por los 25 ataques de corazón que cree que sufrió).

Natasha es interpretada por Yara Shahidi y Daniel Bae por Charles Melton y ambos (como dicen por ahí) tienen el problema de la “mandíbula caída” y se preocupan más por verse bien que por actuar, así que la química es inexistente. Cero pasión.

La directora Ry Russo-Young trata de hacer un personaje mas a la ciudad de Nueva York, pero se le va en tomas aéreas demasiado genéricas que no sirven ni para promoción turística. Parece que quiere salir de los lugares comunes, pero cae en zonas que aportan nada y hacen ver la ciudad sin personalidad ni estilo ¡y estamos hablando de Nueva York! La música tampoco es buena, no hay una canción entrañable. Los demás personajes son demasiado grises para ser recordados.  Una película para adolescentes entre 14 y 17 años y todavía tengo mis dudas.

P.d Leí unas reseñas del libro y lógicamente al parecer es mucho mejor, así que valdría la pena ahorrarse el dinero del cine e ir a comprar el libro.

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