El Último Vagón: Enternecedor relato sobre la educación

Con apenas cinco películas, una colaboración, un cortometraje y un documental, Ernesto Contreras se ha convertido en uno de los mayores referentes del cine mexicano moderno, en especial cuando “Sueño en Otro Idioma” llamó la atención tanto de la población nacional como del ámbito internacional. Y ahora, de la mano de Netflix, entrega un homenaje a esos profesores comprometidos y apasionados capaces de sacrificarse por la enseñanza, y que, a través de mucha paciencia, dejaron huella en sus alumnos.

Aunque toma ciertos conceptos ya visto en otras historias relacionadas a la educación, tiene algunos elementos que la hacen sobresalir. En primer lugar, la puesta en escena rural da la idea de cómo funciona una localidad de este estilo, mostrando un poco conocido modelo de escuela que surgió como consecuencia del ascenso y descenso de la industria ferrocarrilera en México. Además, esto refleja la pobreza y las carencias que han tenido que sobrellevar estas comunidades, tanto materiales como emocionales, Ejemplificado en Ikal, quien, al estar mudándose constantemente, no sabe leer y le cuesta trabajo hacer amigos, algo de lo que sus padres están conscientes, pero no pueden actuar porque hay que traer comida a la mesa.

Puede que el tono sea conmovedor e inspirador (en especial cuando alienta a los niños a ir a la escuela), pero no falla en mostrar esos matices de realidad sobre el sistema educativo en México, las problemáticas que éste presenta y cómo esto afecta a los estudiantes, quienes son forzados a irse por el mal camino por la falta de oportunidades y crecimiento. Con decir que varias escenas muestran los gobiernos federales y estatales no valoran como deben a los docentes ni les pagan como merecen, pero también cómo la propia sociedad denigra a los maestros quitándoles autoridad ante sus alumnos.

Aunque los jóvenes actores no desentonan y cumplen con el rol que se les asigna (en especial la pequeña Frida Sofía Cruz Salinas, quien hace de Valeria un personaje interesante), es inevitable no percibir a Adriana Barraza como la verdadera estrella del show. Una maestra que, a pesar de su rigidez y exigencia, también tiene un aprecio genuino por sus alumnos y los alienta a dar todo de sí en la vida, algo con lo que todos podemos identificarnos porque todos tuvimos a ese maestro o esa maestra que cambió nuestra actitud y forma de pensar.

Sin embargo, llega un punto en que se nota que la historia está dispersa, no puede concentrarse debidamente en el tema principal, y por consecuente, no desarrolla a los personajes de manera adecuada porque no le alcanza el tiempo. Aunado a que tiene escenas de relleno que, más que aportar, no van a ningún lado o no tienen claro su importancia en la trama (como el acto de magia en el circo o el robo de utensilios), puede dar la sensación de que el guion necesitaba una segunda revisada. Tocará fibras sensibles, pero también puede ser un poco manipuladora y condescendiente por momentos, evidenciado en el uso de la música. No obstante, la astucia ingeniosa del director le ayuda a salir avante de estos detalles.

Puede que se quede corta en comparación a otras películas del mismo estilo, pero es una historia conmovedora que, con el carácter resiliente de sus personajes, vale la pena darle una oportunidad, más que nada para ver más allá de las limitaciones que puede dar la vida, sobre todo si se trabaja en localidades rurales. No será de las mejores de Contreras, pero es un gran ejemplo de que la industria cinematográfica mexicana puede crecer y desarrollarse si se le da el cuidado y la atención debida.

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Acerca del autor

Uriel Salvador     twitter.com/UrielSalvadorGS

Escritor, analista, crítico, gamer, investigador, actor (especializado en doblaje), fotógrafo. Pero ante todo, soy un amante del cine.


1 Comment

  • Me gustó la aportación ya que me parecen interesantes estos temas, ya que, tanto en México como en otros países, podemos compartir esas situaciones sobre la Educación o la falta de oportunidades. Pienso que son temas que se deben de tocar, y que justo el cine mexicano lo aborde, me llama la atención. Este tipo de cine es el que me parece más interesante en México.

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