Errare Humanum Est: Buenos Actores, Malas Actuaciones
Es bien sabido. Nadie, pero nadie, es infalible. Aun entre los más diestros en cualquier ciencia, arte o disciplina existen errores garrafales, incluso irrisorios.
Ya lo ven: Albert Einstein ( 1879-1955 ), ícono de la genialidad, se sintió incómodo ante su descubrimiento de la constante expansión del universo. De allí que decidió sacarse de la manga una “constante cosmogónica”, una suerte de fuerza opositora que frena dicha expansión. Cuando colegas suyos, menos afamados, corroboraron la perenne expansión del cosmos, el brillante científico tuvo que reconocer que aquello fue “el peor error de su vida profesional”.
En terrenos menos refinados tenemos al gran pugilista Manny Paquiao (1978), polifacético poseedor de títulos mundiales en ocho distintas categorías boxísticas (algo que sólo él ha conseguido). Si bien es cierto que la edad lleva invariablemente al declive profesional deportivo, el brutal nocaut que sufrió a manos del mexicano Juan Manuel Marquez (1973), quien le supera en edad, ha ensombrecido definitivamente la leyenda de este ágil y destructivo boxeador.
Desde luego, la actuación no está excenta de espectaculares errores cometidos por sus mejores representantes. No existe actor perfecto, y todos los grandes titanes de la actuación que hoy alabamos tienen manchas en sus historiales. Y no me refiero a malas decisiones que llevaron a grandes histriones a participar en películas terribles, sino a momentos en que su talento interpretativo sencillamente parece haberse esfumado.
Si bien hay malas películas convertidas en “aceptables” gracias a la actuación destacada de su protagonista, definitivamente hay momentos en que un gran intérprete no demostró talento alguno. Una pésima dirección, un guión absurdo, la falla del histrión para comprender lo que su personaje necesitaba o una combinación de factores nos recuerdan que la perfección es inexistente en el terreno actoral.
A continuación veremos una selección de momentos en que actores de reconocido talento fallaron en su búsqueda de transmitirnos emociones. No nos referiremos a sus actuaciones más tempranas (y es que nadie nace sabiendo) sino a momentos en que ya consagrados en el gusto del público sencillamente fallaron. Recuerden: Errare Humanum Est
1.- Actriz: Dakota Fanning (1994)
Erró en: La Saga Crepúsculo (varios, 2008-2012)
Desplegando un talento actoral sorprendente para su temprana edad como la hija de un discapacitado mental Sean Penn (I Am Sam, 2001) y , en mi caso personal, conmoviéndome casi hasta las lágrimas en Man on Fire (Tony Scott, 2004), la precoz actriz tuvo su dosis de mainstream en la polémica saga de vampiros brillantes. El porqué aquella saga es un desastre para la literatura y para el cine ha sido discutido hasta el cansancio, pero la casi total ausencia de cualquier esfuerzo actoral por parte del cast entero resulta alarmante.
Sólo Michael Sheen (1969), quien interpreta a Aro Volturi, ofreció una actuación digna como el afeminado pero poderoso antagonista. No se puede decir lo mismo de Dakota, quien en su papel de la vampiresa adolescente Jane realizó su peor interpretación hasta el momento (sí, aun más irritante que La Guerra de los Mundos).
No podía esperarse mucho de un guión tan absurdo y una dirección tan anquilosada, pero si bien es cierto que los vampiros de esta serie son descritos como seres semejantes a estatuas de mármol, inexpresivos y tendientes a permanecer totalmente quietos, Dakota sencillamente exageró aquella descripción al ofrecer una actuación sin matices y carente de toda emoción. Una actuación excesivamente acartonada, totalmente inadecuada para su papel (una vampiresa capaz de torturar con la mirada) que de atemorizante o imponente no tuvo un ápice. Era obvio que se trató de una actuación motivada por necesidades económicas y de exposición y no por la pasión de actuar (lo cual, sinceramente, nada de malo tiene)…
2.- Actor: Kevin Spacey (1959)
Erró en: Superman Regresa (2006)
Aunque ciertamente devaluada de más, esta pelicula sepultó la franquicia sobre el superhéroe arquetípico y forzó a la realización de un polémico reboot. Sin ser terrible, como muchos piensan, falló en su intento de dar continuidad al tono caricaturizado e ingenuo, para los parámetros actuales, de la saga original del kriptoniano.
El Lex Luthor interpretado por Gene Hackman, jocoso y teatral, celebrado entonces pero patético para los cínicos ojos actuales, fue fallidamente imitado por Spacey, actor de reconocido talento que en su forzado papel del calvo criminal realizó una interpretación severamente caricaturesca, casi paródica, dando al traste con el supuesto tono serio de la película.
Con gritos y ademanes exagerados, alejados por completo del frío y calculador genio criminal de los cómics actuales, sin duda la pobre actuación de Spacey fue un factor para el fracaso de este polémico filme al alejar a los seguidores más jóvenes de Superman. El Lex Luthor de Spacey era aun menos amenazador que aquél de los ultra ñoños Súperamigos (Y mientras tanto en el Salón de la Justicia…)
3.- Actor: Johnny Deep (1963)
Erró en: Todas sus obras post Piratas del Caribe.
Que se trata de histrión de talento es de sobra reconocido pero su encasillamiento es ya irremediable. Especializado en roles excéntricos y en personajes retorcidos, el alocado y algo afeminado pirata adicto al ron ha marcado de por vida a este intérprete.
Empecinado en repetir su papel de lunático con ademanes torpes y exagerados, los brutales fracasos de crítica y taquilla de sus últimas películas ha hecho que la “marca Johnny Deep” deje de ser garantía de taquilla. Su actuación en Lone Ranger (Goge Verbinski, 2013) fue el inicio de su final. El fondo del abismo lo tocó en la soponífera Trascender ( Wally Pfister, 2014 ), donde sencillamente actuó a la inversa: Sin el menor matiz de emoción.
Monótona y adormecida, esta ha sido la peor actuación de su prolífica carrera. Su última esperanza de redención vendrá con En el Bosque (2014), donde por desgracia su papel como el Lobo Feroz promete otro Jack Sparrow reciclado…
4.- Actores: Audrey Tautou (1976) y Tom Hanks (1956)
Erraron en: El Código DaVinci (Ron Howard, 2006)
“Odio los Oscares. Al final siempre ganan Meryl Streep o Tom Hanks…” se quejaba, palabras más, palabras menos, una escritora de cierta revista de cine ya desaparecida. Tom Hanks, arquetípico actor estadounidense, es sin lugar a dudas uno de los más grandes histriones vivos.
Por su parte, la encantadora Audrey Tautou logró que miles de cinéfilos neófitos voltearan sus ojos a Francia (sí, antes que Alizeé y su disfraz de marinerita…) . Con Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001) el más amargoso se conmovió ante lo sencillo pero a la vez poderoso de su actuación y la expresión de esos enormes ojos negros.
Y luego vino la adaptación al cine de una frívola pero mega entretenida novela, de polémico contenido, de la mano de un director al menos capaz y un guionista talentoso, estelarizada por este par de actorazos. ¿Qué malditos demonios pudo salir mal? Todo…
Un guión anquilosado, en total oposición a la trepidante novela, y un par de actores que sencillamente no tenían ni tantitas ganas de esforzarse, dieron lugar a una pelicula exitosa en taquilla pero mediocre. Hanks ofrece un Robert Langdon torpe y miedoso, con el sex appeal de una morsa, cuando el autor Dan Brown lo describe como un “Harrison Ford en chaqueta de Tweed“. Aquí el experimentado actor parece no tener ni idea de cómo interpretar su papel.
En lo que respecta a Tautou, la popular francesa era la elección ideal para interpretar a la misteriosa Sophie Neveu. Descrita en el libro como una mujer tan bella como inteligente, Audrey la interpreta con lo que parece ser una pereza extrema, como si no hubiese dormido en días. Tibia y desagelada, esta mala actuación fue su intento por ingresar al mainstream hollywoodense, en donde su presencia ha sido más bien inconstante. Me atrevo a decir que su gris interpretación en esta palomera pelicula tuvo mucho que ver…
En cuanto a la química entre ambos, ni hablar. Basta con decir que la relación romántica descrita en el libro fue convenientemente convertida en una relación paternal, por respeto a nuestros ojos.
5.- Actores: Todo, pero todo el elenco
Erraron en: Eragon (Stepen Fangmeier, 2006)
De todos los patéticos intentos por crear nuevas sagas fantásticas luego del descomunal éxito de Lord of The Rings y Harry Potter (además de la casi fallecida serie de Las Crónicas de Narnia ), Eragon fue el más ambicioso, aún por encima de la no menos fallida La Brújula Dorada (Chris Weitz, 2007) ) , sobre todo por su elenco multiestelar ya que logró un ensamble de actores talentosísimos que difícilmente se repetirá.
Basada en el primer libro de la saga El Legado (y cuyo primer libro, Eragon, fue publicado cuando el autor tenía apenas 20 años) , la película es un muy genérico pastiche de los clichés propios de la fantasía que no obstante tenía todo para triunfar: Un protagonista adolescente (alguien podría recordarles que los adolescentes no puden salvar al mundo… apenas si saben limpiarse el trasero) interpretado por un actor desconocido (Ed Speelers) pero “apadrinado” por actores de alto octanage: Jeremy Irons (El mentor), Robert Carlyle (el hechizero malvado), John Malkovich (El tirano a vencer), Djimon Hounsou (aliado) y la guapérrima Rachel Weisz como la voz de Saphira, la dragón que será jineteada por el protagonista. Vaya, hasta la cantante Joss Stone tuvo un cameo.
Con un guión torpe y plagado de clichés, cuesta trabajo creer que actores tan talentosos se hayan apuntado a este desastre a menos que casualmente todos tuvieran cuentas que pagar (créanme, los actores comen y pagan renta) y sin otros trabajos decentes. En su papel de Brom, Jeremy Irons (quien ya antes había cometido el crimen de aparecer en la hórrida Calabozos y Dragones ) es quien por lo menos parece tener deseos de desquitar su cheque, pues el resto del envidiable reparto se limita a repetir sus líneas sin la menor intención interpretativa. Hasta el gran Malkovich parece estar actuando en un festival de escuela pese a interpretar a un tirano genocida. Ciertamente no era mucho lo que se podía esperar de tan estereotipada obra de fantasía y su guión tan plano, pero del inmenso talento de estos grandes actores no se ve un comino.
Lo que prometía ser un verdadero deleite de proporciones épicas resultó en un soponífero check list de clichés. La idea de una secuela fue sepultada y a todos los involucrados les ha de dar dolor estomacal al recordar semejante ridículo. Del “joven protagonista”, no ha de extrañarnos su relego a la televisión.
Esto esto todo por el momento, amables lectores. Claro que no están todos los que son pero son todos los que están, por que al final errare humanum est.
7 Comments
Eragon es imperdonable, los productores manipularon tanto la cinta que George Lucas debio demandar a los productores por plagiar Star Wars Episodio IV cambiando a los caballeros jedi por jinetes de dragones… si uno viera la cinta sin conocer cronologias podria pensar que mezclaron Star Wars con Como Entrenar a tu Dragon…
Muy cierto, estimado. Los “Dragón Raiders” son “Caballeros Jedi” versión “económica”. Lo peor de todo es el infame desperdicio de tan talentoso ensamble actoral. Pobre del autor de las gustadas novelas, vinculado por siempre a tan mala película más que a su éxito literario. Saludos y muchas gracias por su comentario!
Aún recuerdo cuando salí del cine con mi mujer, ambos con una cara de “¿Qué mier** ha sido esto?
Ella fue porque le vendieron que Joss Stone iba a estar en el reparto, yo, porque soy de esos seres temerarios que se van al cine a perder su tiempo en casi cualquier película que muestre fantasía o “ciencia ficción” y al final nos la jugamos cual ruleta rusa, acertando a veces y saliendo con ganas de matar al director en otras.
No se si entre en esta categoría, pero Anthony Hopkis en “Beowulf” como que estaba en un momento bastante bajo de su carrera.
Sean Connery en The Avengers como que también está bastante mal en esa cinta.
Yo la vi, sinceramente, engatusado por la publicidad y tan impresionantes casting… Fue escalofriante.
En cuanto a Beowulf, el mismo Hopkins confesó no haberse sentido del todo cómodo con el proceso de captura de movimiento, lo que podría explicar su parco desempeño.
Y Sean Connery estaba al borde del retiro cuando actuó en tan mala película. No sorprende que en su siguiente bodrio, Liga de los Caballeros Extraordinarios, luciera como quien sólo esperaba cobrar su cheque. Y es que ejemplos abundan, parece ser una segunda parte es buena idea. Saludos y como siempre es un gusto verlo por aquí.
Olvidé mencionar a Chow Yun-Fat en Dragon Ball Evolution, que… bueno, ya saben, echó su carrera por el drenaje con esa actuación de Muten Roshi. Ni hablar de esa película que es de la misma talla de Eragon.
Excelente observación, estimado. Y eso que el coreano que interpreta a Yamcha declaró esperar abrirse paso en América luego de aquella película. Pobre, alguien lo recueerda?