Espíritu Sagrado: Lo terrible reptando en el costumbrismo.

Hablar de cine español requiere abordar, casi en automático, la manera en que éste y sus directores le han regalado al mundo películas de tintes incómodos y surreales. Desde el mítico Luis Buñuel y el cortometraje que sería financiado con dinero de su madre y coescrito con Salvador Dalí, pasando por el enfrentamiento entre un metalero y el diablo desarrollado por el bilbaíno Alex de la Iglesia, hasta llegar a un Carlos Vermut que no teme utilizar como móvil el anhelo de una niña para torturar a una mujer, los ibéricos han enriquecido el desconcierto de públicos de todos lados, volviéndose parte fundamental de géneros dedicados justamente a ello.

Hoy tenemos en pantalla, para continuar este legado, a la ópera prima del alicantino Chema García Ibarra, que lleva por nombre ‘Espíritu Sagrado’. Nos cuenta de José Manuel (Nacho Fernández), un hombre que se ha quedado al frente de la asociación ufológica Ovni-Levante, a raíz de la muerte de Julio (José Ángel Asensio), presidente de la misma. Mientras Manuel intenta que suceda una suerte de voluntad cósmica, en el barrio de Carrús están buscando a Vane (Llum Arqués), una niña que lleva varios días desaparecida.

Si bien la sinopsis hace referencia a contextos sobrenaturales que pudieran no sernos familiares, la hechura de ‘Espíritu Sagrado’ está cimentada en la gente de Elche, presentando a través del costumbrismo sus espacios, actividades y hasta alimentación. Es entonces que retrata las rutinas sencillas de cada uno, buscando entender en esa simplicidad cuál es el motor de sus ánimos y decisiones. Precisamente por medio de los aficionados de ovnis que acompañan al protagonista es como nos deleitamos descifrando las peculiaridades de los ciudadanos, y García Ibarra utiliza un humor seco y un tanto absurdo para que éstas causen carcajadas salpimentadas de confusión y preguntas. Es verdad que la audiencia suelta sonrisas, pero muchas de ellas no saben a ciencia cierta de dónde nacieron.

Porque ‘Espíritu Sagrado’ no es una comedia per se, más bien un misterio que se va tornando más oscuro conforme la cinta avanza. El realizador toma como base las creencias a las que las personas se aferran, ya que es un tópico que le preocupa en la actualidad. Así como nos vemos rodeados de terraplanistas o antivacunas, el filme nos trae grupos que apelan a la religión, lo esotérico o astrológico para adoctrinar a quien se deje. No pasa desapercibido que la tv, el radio o los videos de YouTube bombardean perseverantes a la población, transmitiendo en sus contenidos información falsa, paranoia y sesgo ideológico. Y entre estos males que aquejan a la sociedad, hay una sensación innegable que hace que no juzguemos con tanta dureza lo que estamos observando: el sentido de pertenencia es intrínsecamente humano, casi nadie escapa a la belleza de saberse parte de algo especial.

Estrenada en el Festival de Cine de Locarno en el 2021 y recordándonos largometrajes icónicos como ‘Whisky’ (Juan Pablo Rebella, Pablo Stoll, 2004) o ‘Long Journey Into the Night’ (Bi Gan, 2018), ‘Espíritu Sagrado’ llega a extender el reinado español en temas que confrontan, jugando con las sacudidas que sabe que puede provocar. Utilizando individuos que no son actores profesionales, y la constante del ojo y la mirada como esencia de la fatalidad, Chema García Ibarra nos lleva de la mano por una trama que posee partes de bondad y de maldad, donde hay penas pero también múltiples sinsentidos, y donde la gracia converge con el desasosiego… tal como lo hace, día tras día, la vida misma.

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Acerca del autor

Ale Vega    

Fan del cine, la lectura y el fútbol, y siempre a favor de las propuestas que incomoden y cuestionen. Fiel creyente de que el arte no debería calificarse con estrellitas ni medirse a través de la taquilla. Todo lo vivo como un tiro al travesaño.


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