Esta ambición desmedida: Más marketing y menos sustancia
Pasó por los cines de España en septiembre del año pasado, y casi 9 meses después llega a México para presentarse como la película inaugural del Festiva Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) en su edición número 39, el pasado viernes 7 de junio. Tuve la oportunidad de ser parte de esta función de apertura, así como de una rueda de prensa que tuvo lugar previo a dicha proyección.
El documental nombrado “Esta ambición desmedida”(parte de la letra de su canción “Veneno”), sigue al cantautor conocido como C. Tangana, tras el éxito de su disco ‘El Madrileño’ (2021) y su camino para enfrentarse al gran reto de crear una gira bastante ambiciosa que cuenta con una gran limitante: los dotes vocales de su protagonista. Un viaje que sigue al artista durante 4 años, presentándonos toda clase de infortunios en su proceso.
Anunciado como una tragedia, más que como un documental, la película cuenta con una promoción tan dramática como su artista, lo cual es reflejado de manera palpable incluso desde sus avances, y que representa la personalidad de C. Tangana en su totalidad.
Dividida en 3 partes, el documental busca reflejar el lado más íntimo de Pucho (el nombre cómo los conocen sus fanáticos), al presentarnos el desarrollo de su gira que incluye no solo el éxito masivo que significó, si no todos los detalles desastrosos que ocurrieron tras bambalinas. Aunado a esto, somos testigos de momentos banales que van conectando dichos sucesos y que funcionan como un tipo de comedy relief dentro de la narrativa, además de demostrarnos que no todo es música y opulencia, también hay ser humano ordinario detrás.
Sin embargo, la novatez de la casa productora es notoria tanto en la dirección como en el ritmo de Esta ambición desmedida, cuya experimentación se agradece, pero al mismo tiempo su narrativa no está lo suficientemente sustentada como para interesarnos por un viaje que se comienza a sentir repetitivo y que deja de contar cosas nuevas casi después de su primer hora.
Pareciera que el documental tuviese el enfoque incorrecto, pues es tangible que C. Tangana y en especial este disco que se explora, tienen mucho más potencial qué ofrecer de interés para el público, esto si se considera desde un punto de vista más creativo que centrándose en una gira cuyos infortunios no son los suficientemente interesantes y cuyo relleno es cada vez más obvio.
Esta ambición desmedida es menos de lo que promete, si bien, parte de su primicia se basa en el hecho de que el talento vocal de C. Tangana no es el más destacado, la cinta parece abusar por momentos de recargarse de este lado de la trama para agregar dramatismo a lo que nos está contando, situación que comienza a cansar a la par que se acaban los argumentos para seguir entreteniendo al espectador.
El documental es, al final, un producto mediano que se queda lejos de buscar captar nueva audiencia a la música de C. Tangana (lo cual debería ser un resultado de ejecutar un buen documental musical), y en lugar nos muestra una serie de vivencias de naturaleza un tanto casera que tal vez tiene un enfoque hacia los más fanáticos; un ejercicio que se queda corto al demostrar algo que su protagonista buscaba: su capacidad de ser un artista multifacético.
Conferencia de prensa FICG 39.
——