Evaluación cinematográfica del 2010. Parte 2.
El Reflejo en 2010
¿Cómo desemboca todo esto? ¿Cuál es la consecuencia más grave? El pobre año cinematográfico que se ha vivido. Enfermedades como el “remake”, “la secuela”, “la precuela”, “el reboot”; la falta de un guión conciso, de una trama original, interesante, apasionada, cautivadora. Las producciones de calidad siguen con vida pero desgraciadamente y después de vivir el paso de los años, se están extinguiendo. No se exige cine, no se va al cine, no nos traen cine y no se produce buen cine.
MGM esta por morir (al momento de esta publicación se dice que acaba de adquirir 500 millones para la nueva película de Bond), una casa productora que desde los años 30 hasta los 80 fue una potencia en el rubro, regalando obras que llegaron a ser multipremiadas y alabadas por la crítica y que han prevalecido no sólo en nuestros recuerdos, sino en nuestra videoteca y en nuestra cultura. Los días de muchas otras casas productoras pueden estar contados, debido a las herramientas profanas mencionadas y a que nosotros “cinéfilos” no exigimos y no asistimos al cine.
No es una cuestión de envidia financiera. Como todo negocio si se deja de vender, primeramente los costos de producción y operación comienzan a ser mayores, por ende o se produce en menos cantidad o calidad. El precio aumenta para buscar su punto de equilibrio y el círculo vicioso comienza.
El cine del 2010 es mezquino, frío, sin trasfondo, en veces ilógico y sin fundamentos ¿Quién da la cara por él? ¿Quien desmiente esto? Los veteranos.
La veteranía sigue produciendo la luz.
Sólo hay que ver que quién sigue dando la cara con producciones de verdadera clase, con categoría natural y adaptándose a la etapa actual: los veteranos; y no hablo de historias en este momento de la línea de tiempo, sino de la manera de llevar a cabo y contar las historias a una audiencia más crítica, desleal, que no se cautiva fácilmente.
Sí bien es cierto que las leyendas nunca mueren, algunos jóvenes han aprendido de ellos y nos han entregado lo decente que, pese a ello, no cambia uno de los panoramas más tristes de los últimos años cinematográficos. Así, los consagrados contribuyeron como auténticos héroes:
Martin Scorsese y su sublime adaptación de la novela homónima “Shutter Island”, la cual nos transportó al cine noir de una manera apócrifa a través de vehículos como el suspenso y el thriller, siendo la manera perfecta de ejemplificar la mencionada adaptación para las audiencias actuales y revelando una de sus mejores obras con un casting digno de recordar.
Roman Polanski con “The Ghost Writer”, que arrasó con los premios europeos en diciembre. Una película que dista de ser nombrada entre sus mejores obras pero que pese a ello, su fortaleza reside en mostrar una obra pulcra, sencilla, con un giro y trama política adecuados (quizá para un cine de la década de los 50), lo que la hace ser una cinta disfrutable ajena a pretensiones y escándalos; que cuenta con un guión, actuaciones excepcionales y una banda sonora entrañable a cargo de Alexandre Desplat.
David Fincher y el instantáneo clásico moderno que resulta ser “The Social Network”, película que seguramente abarrotará las nominaciones a los premios de este año merecidamente y que quizá deba apreciarse más de una vez para poder captar todo el lenguaje cinematográfico que Fincher desea expresar. Con unas actuaciones sobresalientes de un muy joven reparto, un guión que es ajeno a cualquier titubeo y una bellísima banda sonora, esta obra podría por fin conceder los premios añorados para que este director quede marcado en la historia.
Danny Boyle con “127 Hours”; Alex de la Iglesia con “Balada triste de trompeta”; Darren Aronofsky con “Black Swan”; Clint Eastwood con “Hereafter” y Joel & Ethan Coen con “True Gift” cierran la participación de cineastas leyendas que aún se niegan a entregar este arte a las generaciones míseras delante de ellos, con estas obras que si bien no se han estrenado aún en nuestra paupérrima cartelera, han recibido ya la crítica y/o los premios que las sitúan entre las mejores obras de este año.
Mención aparte merece Sofia Coppola, cineasta en creces que había estado extraviada desde que logro la victoria en el rubro de guion en previas entregas del premio de la Academia con “Lost in Translation”, y que en este año con “Somewhere” cautivó a la crítica de Venecia y se postula como una de las películas mas emblemáticas del año 2010.
Continua en la tercera parte…
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