Everything Everywhere All at Once: Crisis existencial en los multiversos infinitos

Mientras Marvel intenta vendernos un multiverso  autorreferencial, con personajes gastados, lleno de comerciales de otras películas y fanservice, Everything Everywhere all at once (Todo a la vez en todas partes), segunda película del dueto de directores conocidos como Daniels (Dan Kwan y Daniel Scheinert), nos transporta a un verdadero multiverso cinematográfico.

Evelyn (Michele Yeoh) es una mujer de descendencia china, diagnosticada con TDA. Fue escritora, cantante, maestra, entre otras profesiones más en donde fracasó. Nos enteramos de esto cuando Deidre (Jamie Lee Curtis), empleada de Hacienda, está revisando facturas vacías. Ella y su esposo, de quien además se está divorciando, pueden perder su negocio. Sumando otro problema, Evelyn se resiste a aceptar la orientación sexual de Joy, su hija.

En la víspera del año nuevo chino, un agente secreto posee el cuerpo de su esposo y le advierte a Evelyn que una versión maligna de Joy ha creado un agujero negro que está destruyendo los universos y que tiene que ayudarlo a detenerla porque Evelyn es la elegida.

Como espectadores somos testigos de la apofenia en donde se envuelve Evelyn. Existe un universo por cada fracaso, y las posibilidades son infinitas y absurdas: un universo en donde Evelyn sabe artes marciales, uno en donde solo existen rocas, otro en donde las personas tienen salchichas en vez de dedos. Sus referencias a otras películas van de Terminator, Ratatouille, Matrix, X-men, hasta homenajes al wuxia, Wong Kar-wai y Adiós a mi concubina de Chen Kaige.

Parecido a Swiss Army Man, el elemento fantástico funciona como pretexto para profundizar en la psique del personaje. Si en la película anterior tenemos al obsesivo que forja una supuesta amistad con un cadáver, aquí tenemos a una mujer en una crisis existencial quien viaja en los universos para enfrentarse a sus miedos y sueños fallidos.

El poner el conflicto en año nuevo ya nos remite a la estructura del viaje del héroe, aunque al final parece no existir una transformación de Evelyn, evocando la idea del nihilismo y los multiversos planteada por Rick and Morty (fuente de inspiración para los directores).

Everything Everywhere all at once es una comedia surreal, en donde se explora el significado de la vida y la complejidad de las relaciones familiares, pero sin una chocante solemnidad, llena de divertidas secuencias de acción y una intertextualidad cinematográfica que hará decir a los verdaderos cinéfilos “entendí esa referencia”.

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Acerca del autor

Fernando Sullivan     reviumexico.com/

Cinéfilo y creador audiovisual. Amante del cine de terror, el noir y la ciencia ficción. Colaborador en https://www.reviumexico.com/


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