First Match: No es otra tonta película de atletas
Desde hace un tiempo Netflix ha estado apostando por su contenido exclusivo, desde grandes y millonarias producciones hasta pequeñas películas independientes.
Cuando comencé a ver esta película, creí exactamente hacia dónde se dirigía. Estaba totalmente segura de que se trataba sobre el empoderamiento de una chica afroamericana tratando de ganarse un lugar en el equipo de lucha greco-romana de la universidad. Pero esto solo es una pequeña parte de la película y, estoy feliz de que así sea.
Y es que no exagero al decir que últimamente se han explotado los temas relacionados con las minorías. Al parecer las grandes compañías productoras creen que la única forma en la que el espectador tendrá empatía por el protagonista, es victimizándolo y convirtiéndolo en una forma de ser angelical cuyo único objetivo es hacer el bien pese a todas las trabas que se le pongan en frente.
Monique (Elvire Emanuelle) una chica de Brooklyn huérfana de madre y con un padre ex convicto, vive con una madre sustituta con quien ha tenido problemas debido a su carácter violento y un gran exceso de confianza, mismo que ha adquirido como mecanismo de defensa resultante de todos los sucesos desafortunados de su vida.
Mo se reencuentra con su padre ex convicto quien en sus años gloriosos fue campeón de lucha en el torneo estatal; en un intento desesperado por llamar su atención, Mo se integra al equipo masculino de lucha de su escuela, con el pretexto de canalizar su furia y aprovechar su potencial. Darrel al ver el talento de su hija, la convence de participar en peleas clandestinas para ganar dinero fácil y Mo solo hará lo posible para volver a estar al lado de su padre.
En esta historia no se compite por un gran título o por un campeonato de talla internacional, como hemos visto en la mayoría de películas deportivas. Esta es más una pequeña historia sobre crecimiento personal con ayuda del círculo deportivo. Mo convierte algo, que en primer lugar solo comenzó a hacer para llamar la atención de su padre, en su pasión.
En esta parte quiero hacer un gran énfasis en su directora y escritora Olivia Newman, quien tiene una gran facilidad para crear personajes reales y multidimensionales; con triunfos y fracasos, con verdades que no quieren afrontar y con esperanzas. Newman nos muestra una relación auténtica de padre e hija, donde vemos a una chica ser dura con el mundo pero que se vuelve pequeña cuando está con el hombre que más ama en el mundo, su único objetivo es que su viejo se sienta orgulloso de ella, por más imperfecto que él sea.
First Match es un drama deportivo con un mensaje que no usa el camino fácil para conmover a su audiencia. Y a pesar de sus clichés característicos del género, Olivia Newman pone especial atención a los detalles, desde el lenguaje corporal de los personajes, hasta su fotografía, que no es la más estética pero que tiene vida. También de la mano de un cast poco conocido pero bastante sólido, resalta la gran interpretación de Elvire Emanuelle, la cual logra darnos una historia e interpretación frescas y poderosas, dignas de ver.