Guten tag Ramón… ¿Esperanza con sabor alemán?
Mi querido y adorado lector, al escribirle estas líneas donde le doy nuevamente la bienvenida a esta su humilde sección, primeramente le pido una disculpa grande por haberle tenido en el más absoluto de los abandonos durante este par de semanas pasadas; qué le puedo yo decir para que pueda ser lo suficientemente fuerte como para justificar la ausencia de mis letras. Nada, no necesita decirlo porque como diría el gran Sabines: yo no lo sé de cierto, pero lo supongo; es así, la vida misma que nos trae y nos lleva, y a veces, aunque quisiéramos que no lo hiciera, termina haciéndose su voluntad. Puertas se abren, se cierran y cuando menos lo pensamos, estamos de nuevo ahí, sentados con el rostro esperanzado en que las oportunidades vuelvan a llamar.
Dicen que las coincidencias no existen y que todo tiene su por qué, quizá… la cosa es que precisamente mi regreso a Cinescopia viene de la mano con la opinión de esta minina sobre una película que si bien no será el suceso del verano, la cinta del año o la más premiada, bien justifica el pago en taquilla por verla, porque al final de las poco más de dos horas que dura el film, uno sale de la sala obscura hacia la luz de la realidad con un buen sabor de boca que refresca, endulza y devuelve la fe en la humanidad.
Guten tag Ramón (Buen día Ramón) es una producción mexico-alemana dirigida y escrita por Jorge Ramírez Suárez, responsable también de Conejo en la luna en 2004. En esta ocasión, el cineasta mexicano radicado en tierras germanas se hace acompañar por el debutante Krystian Ferrer y por la encantadora actriz alemana Ingeborg Schöner, mancuerna en cuyos hombros, cae la mayor parte del peso de esta historia.
¿De qué va? Pues ahí tiene que Ramón (Ferrer) es un chavito de uno de esos pueblos norteños de nuestro país que ha intentado por cinco ocasiones cruzar la frontera para llegar a los Estados Unidos, pero nomás no ha podido. La situación de su familia (su madre y abuela interpretadas por Adriana Barraza y Arcelia Ramírez) es apremiante y el panorama local no le ofrece una solución alentadora, es volvérsela a jugar cruzando para el otro o finalmente, rendirse a la posibilidad de trabajar para el narco local.
Sin embargo, la historia da un giro inesperado cuando Ramón, alentado por un amigo del pueblo, decide emprender el vuelo pero mucho más lejos, a Alemania, donde el compa le asegura, una tía suya lo puede recibir y darle una buena oportunidad de trabajo que resarcirá con creces su situación. A partir de allí, la aventura comienza.
Ramón llega a un país que ni en sueños imaginó, no conoce a nadie, no domina el idioma, no soporta el clima y lo peor de todo, no encuentra nunca a la mentada tía que le ayudaría. Guiado por su necesidad e instinto de supervivencia, comienza a ingeniárselas para sobrevivir y cuando parece que no lo logrará, aparece Ruth (Schöner) una alemana de corazón cálido con quien termina tejiendo una amistad como pocas.
No, no se trata ahora de que entonces la solución al problema de la migración en nuestro país, termine con simplemente girar la brújula en otra dirección, hacia una nación de verdadero primer mundo. Se trata, creo, de ofrecer una mirada mucho más amable ante este tipo de historias. Quizá sea paradójico el ver a la nación teutona como un cálido y esperanzador refugio en donde al migrante se le trata con absoluta dignidad. Quizá también, tengamos nuestras dudas sobre la pureza e inocencia de un chavo mexicano que no ha sido maleado por la vida pese a sus adversidades y que, al demostrar su ingenuidad consiga la simpatía y confianza de todos… puede usted tener sus propias conjeturas, pero yo me quedo con la simpleza.
Estamos tan acostumbrados a ver tanta tragedia respecto al triste fenómeno de la migración de nuestros connacionales, tan cansados de pensar en Europa como una simple y frívola opción turística que pocas veces nos detenemos a ver que hay historias que ni usted ni yo podríamos pensar, créame, sé de lo que hablo, y aunque mis razones personales por las que me he tenido que encontrar en el viejo continente (afortunadamente) en nada se parecen a las de Ramón. Pude sentir una inmediata afinidad por el personaje.
El paquete de tortillas de harina más caro, chiles, oír a lo lejos un mariachi, ver el colorido nombre de nuestro país en una agencia de viajes mientras nieva o escuchar el familiar acento de nuestro idioma, son regalos que solamente podemos apreciar estando tan lejos y de ninguna otra manera.
https://www.youtube.com/watch?v=ecvz7NEcljg
Podría reclamar que esperaba otro final, que la resolución me pareció un tanto telenovelera o que podría haber dado un giro que le diera el toque, el punto magistral para que Guten tag Ramón fuera una joya, pero no es así; sin embargo, la cinta es noble, arranca sonrisas y no busca el lagrimeo, lo cual se agradece. Habrá que ver qué dicen los germanos cuando la cinta llegue a sus pantallas en este noviembre, mientras tanto ¿qué le digo? Si usted tiene esperanza en la humanidad, vaya a verla.
3/5 Buena
3 Comments
para todo el show atrás de la película , deja que desear, no es mala como otros bodríos mexicanos , pero tampoco es como que la tengan como garantía en cinepolis… Mmm … Tiene sus puntadas, pero domina una pesima actuación de la Arcelia Ramirez, una actuación flat de Adriana Barraza, un actor protagonista a quien le falta fuerza, incongruencias en algunas partes, salidas fáciles para darle gusto a críticos de la academia ( no era necesario sacar un tema de nazis, chale Alemania es mas que el holocausto, la propia historia de la mujer podría ser más interesante que esa salida). Concepto interesante, tratamiento melodramático con un final por más exagerado y fuera de contexto… Opino lo mismo…. Buena por cosas rescatables pero por nada para como se ha valorado.
Gracias por tu opinión Taniux. Efectivamente, la película carece de cierto peso y al final termina pareciendo que la apuesta inicial se viene abajo con una salida un tanto simplona. Coincido en que Alemania es más que nazis, pero me parece parte de los nefastos estereotipos globales que abundan. En cuanto a las actuaciones de Arcelia Ramírez y Adriana Barraza, no las defiendo pero fueron solo una aparición especial; seamos honestas, son casi innecesarias. El actor que interpreta a Ramón apenas se estrena, habrá que ver si hace algo más y mejor ¿no crees? Saludos.