Happy Birthday Miss Monroe!
Así como ella le cantó “Happy Birthday Mr. President” a John F. Kennedy en 1962, nosotros hoy le queremos cantar “Happy Birthday Miss Monroe!”. Y es que hoy sería el cumpleaños número 91 de la diva americana, un 1 de junio pero de 1926 fue cuando Norma Jeane Baker Mortenson vio por primera vez la luz en Los Ángeles, California.
Monroe fue de esas personas que nacen con una estrella: su innegable belleza ciertamente le abrió muchos caminos en el mundo artístico empezando con una carrera como modelo en la adolescencia la cual prefirió sobre su joven matrimonio. Y es que si bien su vida fue tormentosa desde siempre (fue adoptada por diferentes familias en múltiples ocasiones y además violada otras cuantas…), esto no la detuvo en su sueño de pertenecer al mundo del cine y fue a finales de los 40’s cuando firmó un contrato con Twentieth Century Fox, iniciando así su carrera como actriz.
Entre sus primeros trabajos importantes destacan la cinta noir ‘The Asphalt Jungle‘ (1950) y ‘All About Eve’ (1950) protagonizada por Bette Davis, pero fue hasta 1953 que obtuvo su primer protagónico en el filme Niagara, del cual se derivarían los famosos posters de Andy Warhol con la imagen de la diva, además de que ese mismo año aparecería como portada en la primera revista Playboy, en donde aparecería completamente desnuda convirtiéndose en la primera conejita.
Pero sus papeles verdaderamente conocidos vendrían en la década de los 50’s, con películas como Gentleman Prefer Blondes (1953), How to Marry a Millionare (1953) junto a Lauren Bacall y Betty Grable y The Seven Year Itch (1955), la cual contiene la icónica escena de las rejillas del metro levantando el vestido blanco de Marilyn. Aún así su mejor cinta vendría después, en 1959 protagonizaría Some Like it Hot en el papel de Sugar junto a Jack Lemmon y Tony Curtis, una imperdible película de comedia dirigida por Billy Wilder.
Aún así seamos honestos, los dotes histriónicos de la actriz no serían nunca los mejores ni los más brillantes (aunque nominada a varios premios), su papel siempre sería el de la chica dulce pero tonta que acabaría ganándose el cariño del público y del protagonista del filme. Su mérito está más que nada en la imagen que representaba y el impacto que esta generaba en el público, convirtiéndola en un sex symbol irresistible para los hombres y un icono de moda y estilo para las mujeres que nunca se cansarán de imitar. Una proyección tan única que sigue prevaleciendo hasta nuestros días y que difícilmente alguien podrá llegar a superar.
“No quiero hacer dinero. Yo sólo quiero ser maravillosa“.
–Marilyn Monroe.
