Hernán: El Doloroso Nacimiento de México
Para unos el mas terrible villano de la historia nacional. Para otros, unificador y pacificador de estas tierras. Sin duda, Hernán Cortés de Monroy y Pizarro Altamirano (Corona de Castilla, 1485-1547) es uno de los personajes mas complejos y controvertidos de la historia mundial. Justo cuando las desafortunadas y disparatadas declaraciones de figuras políticas mexicanas han azuzado el rencor en agravio de España y encontrándonos dicha nación en tiempos convulsos tras sus recientes elecciones y el profundo anti españolismo que representa el separatismo catalán, se estrena “Hernan” (Mexico, 2019), serie que narra la caída del Imperio Azteca a manos de Cortes y sus aliados, en formato multiple de transmisión (streaming en Amazon Prime, en cable por History y en TV abierta por TV azteca).
El debate no podría ocurrir en un momento mas álgido. Siendo una producción mexicana y conociendo el anti hispanismo imperante en los medios de entretenimiento mundiales (anglosajones, al fin) y acostumbrados ademas a la “historia oficial” auspiciada por la SEP, el escepticismo sobre la calidad argumental y sesgos ideológicos era importante. La Leyenda Negra, conjunto de estereotipos negativos y magnificación de las fallas de lo que fue el Imperio Español, propaganda de las naciones protestantes rivales, sigue muy viva en los relatos de ficción y ante este panorama era de esperarse un retrato sesgado y tendencioso sobre Cortes y sus hombres. El anti españolismo en las obras de entretenimiento es tan amplio que demandaría un articulo para si mismo.
Yo mismo me considero un hispanista, es decir, que sin menospreciar en lo mas mínimo la grandeza de nuestros pueblos originarios, aprecio profundamente la herencia española de nuestro país. Conociendo lo maniquea que es la “versión oficial” de la ortodoxia nacional, no esperaba mucho de esta producción y el trailer, que mostraba a Cortes blandiendo una espada idéntica a la usada por Aragorn en Lord Of The Rings no ayudó demasiado a mejorar mis expectativas. Grata sorpresa, sin embargo, es la que me he llevado al disfrutar la serie. Sin buscar ser un documental, la serie logra una versión neutra de los hechos, sin hacer apología de uno u otro de los bandos en conflicto o denostares. Una bofetada con guante blanco para los escépticos pero sobre todo para la SEP y sus imágenes de estampas de papelería.
¿De que va?
Narración no lineal y en “flashback” de los eventos que culminaron en la caída de la Gran Tenochtitlan y la consecuente fundación de la Nueva España, centrando los episodios en la perspectiva particular de los individuos mas destacados de la contienda. Estelarizada por el español Oscar Jaenada, quien interpreta a Cortes, e Ishbel Bautista como Doña Marina. Complementan el reparto Michel Brown (Pedro De Alvarado) y Dagoberto Gama (Moctezuma II )
Humanizacion De La Historia
La serie logra, sorpresiva y gratamente, una narración de aquellos sangrientos momentos desde un punto de vista prácticamente neutral. Indistinguible tildar a unos y u otros de héroes o villanos. Cada personaje tiene sus propias motivaciones, ideas y miedos.
Hernán Cortes es mostrado como un vasallo fiel a su rey, valiente y decidido, cuyo favor busca por sobre todas las cosas y no necesariamente como un avaricioso mercenario sediento de sangre, que no obstante no se detiene si para cumplir sus objetivos ha de tomar decisiones terribles. Sin representarles de una forma idealizada, los pueblos nativos son mostrados como formidables guerreros y que si bien se impresionaron ante el armamento español bien pronto comprenden que se trata de humanos que sangran y mueren. Intrigas ocurren en ambos frentes. Los episodios mas sangrientos de La Conquista, cometidos por unos y otros, son mostrados sin tapujos ni adornos. La brutalidad de las batallas y castigos, las masacres de inocentes, los sacrificios humanos, la antropofagia…todo esta ahí.
Viaje En El Tiempo…
El diseño de producción es notable, logrando transmitir el miedo y las penurias de los protagonistas. Salvo por algunos inocuos anacronismos en las armas y vestimenta, la aproximación a la época es aceptable.
La recreación de la Gran Tenochtitlan permite apreciar la magnificencia que maravilló a los conquistadores, según narra Bernal Diaz Del Castillo, sin caer en imágenes de postal y eso se agradece. Igualmente vemos el tétrico Tzompantli con los cráneos de los sacrificados, sin caer en sensacionalismos. … pero con sus fallas.
Si bien en lo que compete a La Conquista los hechos son correctos y puntuales, en lo concerniente a la biografía de Cortes el guion se ha tomado algunas licencias artísticas apegándose a la referida Leyenda Negra, lo cual lamentablemente rompe con el tono estricto y neutral de la serie en su conjunto.
Actuaciones Brillantes
No solamente Jaenada (¡Coño, Micky!) ofrece una actuación contenida como el complejo capitán español. Daboberto Gama transmite el miedo y el dolor de Moctezuma. Especial mención merece Ishbel Bautista como una bellísima Doña Marina, valiente e inteligente sin caer en discursos ideológicos burdos. No dejamos de lado a Brown, irreconocible como el inestable y sanguinario Pedro De Alvarado, y Mabel Cadena como su esposa, la princesa tlaxcalteca bautizada como Maria Luisa, de destacada participación en los eventos.
Pero ¿entretiene?
Desde luego, al recrear hechos históricos bien conocidos, no hay sorpresas. Sin embargo, el desarrollo es tal que nos mantiene a la espera del siguiente suceso.
¿Hay que verla?
Sin duda alguna. Un notable trabajo de investigación y producción que constituye una entretenida forma de recordar y apreciar nuestra historia sin con ello azuzar rencores absurdos ni divinizar lo que es mundano. Ignoren los detalles ficticios de la juventud de Cortes, que son mero adorno.
En conclusión, un interesante y bien ejecutado ejercicio de recreación histórica correctamente apegado a lo escrito en piedra en la Plaza De Las Tres Culturas, en la Ciudad De México:
“El 13 de agosto de 1521, heroicamente defendido por Cuauhtémoc, cayó Tlatelolco en poder de Hernán Cortés. No fue triunfo ni derrota. Fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy”.