Hugo: Un clásico instantáneo
“La magia del cine hace que una película con una trama tan bella y sencilla, pueda abordarse en 2 horas con lujo de detalle, sin redundancias y dejando al espectador con ganas de soñar mas”.
Palabras de una espectadora y musa de este caza recompensas que perfectamente resumen no solo el oficio de uno de los cineastas mas grandes de la historia, sino que también mencionan el principal objetivo con el que el cine fue creado, que es la capacidad de fabricar sueños y viajar a otro mundo fuera de nuestra vida diaria. Hugo es sin duda una obra de arte, una fábula que remite al público a los orígenes de la técnica, del arte, pero sobre todo de la empresa manufacturera de mundos, de fantasías, de viajes alternos y de maravillosos sueños (y también pesadillas) e historias a través de uno de sus pioneros, todo bajo la visión de Martin Scorsese.
Martin en el país de maravillas.
Muchos dudábamos que Scorsese pudiera sacar algún provecho de una historia infantil bajo el formato del 3D. Un maduro y consagrado director de comedias negras, thrillers, revolucionarias súper producciones y uno de los amos y señores del cine gansteril ¿En una película de estándares fantásticos enfocado al público infantil? Pocos hubieran pronosticado el resultado, el cual en pocas palabras resultó en un clásico instantáneo y un logro de la cinematografía moderna que consolida la tendencia del cine en 2011, la cual fue recurrir a épocas y ambientes del pasado para lograr la recordación del arte visual.
Scorsese se sumerge en su proyecto, logrando que la adaptación del querido libro de Brian Selznick bajo la pluma del guionista John Logan (Gladiator), alcanzaran una conexión mágica con su dirección, que en esta vez puede llegar a resultar irreconocible por su formato y género, pero que nuevamente entrega al director uno de sus pináculos como autor. Sin pretensión y aprovechando el 3D como una herramienta y no como foco de la historia (aprendan muchos otros), el realizador maneja cada escena como sacada de un sueño, al postrar su cámara en escenarios vívidos y llenos de color, que gracias a la fotografía de Robert Richardson (Kill Bill) y a la dirección de arte, logran captar a un Paris mágico, una ciudad dorada y llena de luces que bajo esta comunión visual captan el mismo nacimiento del cine.
El guion se convierte en un truco mágico; la historia de un huérfano que descubre a través de un autómata un misterio que encierra un mensaje de su padre y la vida de un triste y afectado juguetero, es el vehículo para desarrollar un film que bien se pudo haber relatado en media hora, pero que irónicamente John Logan logra captar y adaptar escenarios que hacen que la sencilla historia pueda extenderse justificadamente, colocando elementos que complementan la tridimensionalidad de su protagonista y de su giro de tuerca y, que al mismo tiempo, alcanzan relatos secundarios de gran valor para el metraje. En resumen, uno no quiere que acabe el sueño (Pedro Almodóvar debería aprender).
EL co-director Georges Melies.
Advertencia: Spoilers.
De 1896 a 1913, fue la época en la que este pionero y padre del genero fantástica y de la ciencia ficción en el cine, maravilló al naciente séptimo arte con más de 500 obras y, que curiosamente, revive en este film para congeniar con Scorsese y ayudarlo con algunos de sus preciados metrajes.
El personaje de Melies y su visión hacia el nacimiento del arte cinematográfico es sencillamente el motif de la trama. El mago de profesión y director, productor, escritor, actor, diseñador de arte y compositor de Viaje a la luna en 1904 (Obra que pueden ver AQUÍ gracias a nuestro colega Israel Jacob) y otros 551 títulos, sirve a Scorsese como foco de su oda y homenaje al cine, sirviéndose nuevamente de una espectacular dirección de arte para reproducir las construcción de sueños que refiere el mismo personaje interpretado por un siempre excelente Ben Kingsley.
Es justo decir que Scorsese logra triunfar en su dirección una vez más, gracias al legendario director francés y su ayuda desde el recuerdo.
El mágico casting
Además de la soberbia interpretación de Kingsley, la responsable del casting Ellen Lewis (la cual siempre ha trabajado a lado de Scorsese) dio en el blanco al encontrar en Asa Butterfield (The Boy in the Striped Pyjamas) y en Chloe Grace Moretz (Kick Ass) a la pareja infantil ideal para este cuento de hadas no tan alejado de la realidad mágica del cine. Dos actores que encuentran en la dirección de Martin quizá el más importante empujón hasta ahora para sus jóvenes carreras.
Sin embargo, quien en verdad sorprende es Sascha Baron Cohen, que logra en su interpretación un personaje muy recordable y divertido que bajo cortesía no solo del guion y de la dirección, sino también de su famosa y mencionada improvisación, capta el “comedy relief” exacto para el disfrute no solo del niño, sino también del adulto.
El demás reparto es sensacional, desde personajes con relativa más importancia como los de Michael Stuhlbarg y Helen McCoy, pasando por inclusiones exactas de Ray Winstone y Jude Law, hasta las historias cruzadas dentro de la estación del tren protagonizadas por una serie de personajes entrañables a cargo de Richard Griffiths, Christopher Lee y Emily Mortimer, entre otros, que sirven también como los elementos para la visión y desarrollo del protagonista.
¿Hay que verla?
Definitivamente. Ágil, divertida y apta para todo público, Hugo significa una fantasía que nos transporta a los pininos del cine. No hay duda que los que estén casados con este arte, disfrutarán un poco mas todos los elementos visuales y narrativos del film, así como del paseo histórico sobre los orígenes del cine, pero eso no quiere decir que cualquier cinéfilo, chico o grande, mujer u hombre no se engolosinará no solo gracias al a historia, sino también al aspecto visual que en esta ocasión se le debería aplaudir al 3D, pues Scorsese lo ha sabido utilizar como herramienta y no como foco de atención para vender palomitas.
La película se ha convertido en la más nominada en la próxima entrega del Oscar (11 nominaciones) y ya ha sido foco de galardón en varios festivales y círculos de crítica y acreedora al Globo de Oro a la mejor dirección. Posiblemente para los académicos la mejor película del año, pero independientemente de cualquier Oscar, globo o palma, usted cinéfilo no debe dejar pasar esta oportunidad.
4 Comments
Coincido en casi todo contigo.
Yo sí resentí un poco esa “extensión” de la historia o “alargamiento” del metraje. Algunas de las secuencias me parecieron cursilonas, infantiles vaya!; por supuesto que no deja de ser una película destinada hasta cierto punto al público infantil, es solo que yo en lo particular ya no disfruto tanto de ese género.
Y por otro lado, Clhoe Grace Moretz, no me agradó mucho su caracterización, muy gestual, sobreactuada (igual por se película ?infantil?), e incluso siento que su físico no le ayudó demasiado.
Fuera de eso, disfruté mucho la película. Además que es la primera vez que el 3D no solo no me desagrada, sino que me gustó.
Saludos!
Estimado Alex, muchas gracias por su opinion y comentarios. Fijese que que creo que la caracterización de Chloe Moretz es impuesta por los requerimientos del papel y en si del genero infantil, aunque tambien hay que decir que la chavita no esta muy agraciada que digamos XD.
Yo tuve la oportunidad de verla 2 veces, la primera vez resenti un poco la duracion, pero la segunda note algunos aspectos que el director a mi punto de vista, hace a proposito para redondear una obra infantil de elementos y subtramas desde la perspectiva del protagonista.
Le agardezco su critica y siga en Cinescopia