Inaugura Macabro 2024, con menos apoyo, pero la misma emoción
Macabro FICH es uno de los festivales de cine que se aferra a la vida en estos tiempos caracterizados por el raquítico apoyo gubernamental al arte y la cultura incluyendo, por ende, a la cinematografía. De todos es bien sabido y si no, se lo paso al costo querido lector, que la realización de un evento anual de estas características es una labor titánica y un esfuerzo loable, valga por ello un reconocimiento al equipo dirigido por Edna Campos Tenorio quien, año tras año, ha dado continuidad al festival de cine de género más importante y longevo de la Ciudad de México.
Macabro FICH celebra su aniversario 23, cambiando su recinto inaugural, dado que en ediciones pasadas ésta tenía lugar en el Teatro Esperanza Iris, trasladándose ahora a la Biblioteca Vasconcelos, misma que también será una de las sedes. Esta vez, el tradicional aquelarre fue discreto al tratarse de un sitio con menos aforo e historia, pero siendo recibido con la misma emoción por parte de los fanáticos del horror, teniendo como anfitrión a conocido ser infernal salido de los avernos y no, no me refiero a un funcionario público, sino al “Señor Macabro”, la imagen del festival.
Por su parte, Edna Campos agradeció el apoyo a la Secretaría de Cultura y a la Dirección General de Bibliotecas por las facilidades otorgadas y, sobre todo al público presente. Señaló que es un gusto seguir disfrutando juntos películas “raras” 23 años después. Campos Tenorio aprovechó la oportunidad para recordar al director, guionista, productor y promotor cultural, Arturo Castelán, fallecido el pasado 9 de agosto para quien pidió un aplauso, reconociéndolo también como una pieza fundamental en el inicio del Macabro FICH.
Al finalizar la presentación de Macabro FICH se exhibió la película The complex forms del director italiano Fabio D´Orta, filme de difícil visionado y es que, pese a durar apenas 74 minutos, se hace más largo que la cuaresma. Se trata de una obra donde destaca la impecable fotografía a blanco y los efectos visuales, cualidades que no son suficientes para despertar el interés por una trama confusa y soporífera causante de ver a más de un espectador cabeceando o de plano durmiéndose en la sala, me incluyo. Desconcertante resulta que haya sido elegido este título para arrancar cuando, en otras ocasiones se han presentado cintas que, capturan mejor la esencia del festival.
The complex forms juega a ser tan onírica y misteriosa que en la primera media hora no entendemos nada de lo que está pasando, se habla de un grupo de personas recluídas en una mansión por voluntad propia, quienes firman un contrato para ser poseídos por vaya usted a saber qué cosa y con qué finalidad. Una enredada explicación de los hechos da por terminada la historia dejando varias preguntas sin respuesta. Confío que vengan propuestas más entretenidas en este Macabro FICH