Iron Fist: El Primer tropiezo de Marvel Netflix
Buenas tardes damas y caballeros, mi introducción tendrá que posponerse así como los detalles de mi contratación para suplir la vacante que dejó cierto individuo irresponsable y soñador, así que sin más preámbulos vayamos a ver que de bueno tiene la tan esperada serie de un superhéroe al que a nadie le importaba hasta hace una semana.
Iron Fist es un personaje creado por Roy Thomas y Gil Kane cuyo debut fue en mayo de 1974 en el cómic Marvel Premiere #15, quien después compartiría créditos con Power Man actualmente conocido como Luke Cage.
Este personaje fue creado en medio de la invasión del cine asiático hacia el oeste, incluso el escritor Thomas confiesa que se inspiró en la cinta llamada la Ceremonia del Puño de Hierro (The ceremony of the Iron Fist)
Iron Fist es sin temor a dudas, el eslabón más frágil de estas cuatro propuestas que ha entregado Marvel-Netflix hasta el día de hoy. Existen varios factores que no se saben explotar de manera adecuada y conllevan a una serie que se siente larga, cansina y en muchas partes confusa y contradictoria.
Scott Buck junto con su equipo de escritores logran crear algo de misterio al inicio de la serie cuando vemos llegar a un joven e impetuoso Iron Fist, cuya identidad de civil es nada más y nada menos que la del heredero de un imperio económico, el joven Daniel Rand (Finn Jones). Sin embargo cuando llega a la ciudad de New York y busca reclamar su nombre se topa con una nada amistosa recepción de los que una vez consideró sus amigos del alma Joy y Ward Meachum (Jessica Stroup y Tom Pelphrey).
Luego de 5 capítulos, la serie parece que ha establecido aliados, enemigos e incluso los intereses amorosos, pero en lugar de ir en aumento y construir una trama que atrape al público y profundice en los clanes místicos que gobiernan el mundo del hampa en New York, terminan por contradecir lo que se había establecido en la segunda temporada de Daredevil, a la vez que forzaban las coincidencias y las referencias los otros tres personajes.
Entonces tenemos una serie a la cual le sobran por lo menos 4 capítulos en los que aparte de ver los pucheros y berrinches a cargo de Jones, no tenemos más que una gradual perdida de interés en el personaje y sus nada claras intenciones con respecto a su legado como Danny Rand y su rol como protector de la ciudad sagrada de Kun Lun en su título como el Iron Fist. Estos capítulos apenas fueron soportables gracias a los combates que abundan y logran dar esa sensación del cine de artes marciales. Pero sin un argumento que llegue a un lado, pronto este recurso de llenar cada capítulo con peleas, también se vuelve una molestia.
También es importante señalar la proliferación innecesaria de villanos cuando desde un principio queda establecido cual será el antagonista principal a manos de un correcto David Wenham.
Eso nos deja con un cierre nada satisfactorio en donde lejos de aclarar las cosas las complican aún más en un fútil intento de crear alguna expectativa, la cual nunca fueron capaces de construir a lo largo de 13 capítulos.
Marvel Iron Fist es un claro tropiezo de esta relación entre Marvel y Netflix y nos plantea algunas interrogantes sobre el nuevo proyecto tan esperado conocido como The Defenders.
2 Comments
Aun no veo Iron Fist, pero es cierto que la factoría Netflix-Marvel fue decayendo. Un comienzo excelente, con Daredevil y una Jessica Jones ya un poquitín por debajo. Luego Luke Cage, bastante inferior y que se deshace de su mejor personaje (Cottomouth) a mitad de la serie. Si la tendencia sigue, The Defender será una de las decepciones más grandes de Netflix.
Si la verdad Luke Cage logra enderezar el barco capítulos antes de la conclusión pero en Iron Fist ocurre lo opuesto y complican las cosas con la excusa de dejarnos en ganchados a la segunda temporada.
Saludos