Jay Kelly: ¿Es George Clooney buen actor o solo una imposición?
De antemano pido perdón por iniciar ésta reseña en primera persona, pero siempre me ha resultado imposible ver una película de George Clooney sin preguntarme: ¿es verdaderamente la super estrella y el super actor que me han vendido los últimos 25 años? O es simplemente otra imposición más de Hollywood, de esas que nos meten inconscientemente y que de tanto escuchar lo “grandiosos” que son, un día simplemente amanecemos creyéndonos la mentira (ejemplo: Ryan Gosling, Timothee Chalamet y hasta Johnny Deep). En Jay Kelly, la nueva película de Noah Baumbach, no se termina respondiendo mi eterna pregunta acerca del alguna vez llamado “Cary Grant del nuevo milenio”, pero si nos deja en claro que para Hollywood, Clooney es una figura esencial para entender el cine de los las últimas 3 décadas.

El hombre que por poco echa su carrera actoral por la borda al darle vida a Batman, interpreta aquí al mencionado Jay Kelly, un actor en plena madurez cuya carrera comienza a coquetear con las horas crepusculares. La muerte de su descubridor, el desprecio del que alguna vez fuera su mejor amigo y la indiferencia de sus hijas llevan a Kelly a replantearse y sobre todo preguntarse, si tanto destello, relumbrón, dinero y fama han valido la pena, ya que en su actualidad es presa del mal de males del ente famoso: relaciones humanas mediocres, convenencieras o simplemente inexistentes.
Y es qué, hablando de fama, pareciera que a Baumbach le han dejado de interesar los retratos de relaciones íntimas y familiares que tan buenos resultados le dieron al inicio de su carrera, para centrarse ahora con Jay Kelly en algo qué tanto él como sus seres cercanos conocen a la perfección: los problemas de los ricos y famosos, que aunque vivan rodeados de lujos fama y dinero, sufren porque sus relaciones humanas no son igual de perfectas que lo demás (si les suena a película de Sofía Coppola no es nuestra culpa).

Apoyado en un estupendo elenco que incluye a un muy correcto Adam Sandler y a un sorprendente Billy Crudup, es Jay Kelly ¡Perdón! Clooney el que despunta y al que se le nota el esfuerzo por no permitir que su carisma y su eterno efecto “George Clooney interpretando a George Clooney” se coma a su personaje, al que se hubiera antojado que su director le diera más desarrollo dramático en vez de embelesarse con la belleza de la Toscana y jugar a ser cineasta italiano: a veces Sorrentino, a veces Tornatore o hasta Fellini (qué cineasta de esa generación no está visiblemente traumado con 8 1/2?)
Seguramente veremos al carismático Clooney con su cabello plateado nominado en los próximos Oscar, pues mucho ayudó su actuación a que Hollywood se vea reflejado en “Jay Kelly”, pero más le ayuda el desconcertante homenaje que le hace su director sacando incluso al espectador de la ficción que está observando en una suerte de “anticlimatico Cinema Paradiso”. Pero ya lo sabemos, a Hollywood le encanta decirnos que Noah Baumbach es grandioso, a Hollywood le encanta decirnos que su esposa Gretta Gerwig es grandiosa, y por supuesto nos van a decir en los siguientes meses que George Clooney lo es.

Tomate un respiro, mírate al espejo y respondete ¿crees qué en 50 años alguna película de Clooney sea recordada?