Jim Henson: Idea Man – El Tiempo, el gran amigo de la vida.

Disney y Ron Howard vieron la necesidad de recordar el legado de Jim Henson, uno de los mayores genios de la industria del entretenimiento, un visionario, un revolucionario, director, productor, escritor, titiritero, pero sobre todo un creador, una máquina generadora de ideas que mientras vivió, y tal como lo dicta la fantástica narrativa de este documental, solo se dedicó a materializar el ingenio de una mente innovadora que parecía no tener fin.

A pesar de que Howard tiene una filmografía de lo más basta e interesante, el veterano director ha logrado con este documental una de las mejores y más finas piezas de su filmografía. El guion de Mark Monroe tiene mucho que ver con esto, y es que a pesar de que es notable la injerencia de la empresa (Disney y Henson Company) y la de los hijos del propio Jim (que aparece de manera repetida en los testimoniales), el relato que aquí se emprende no va en particular sobre el desarrollo de la figura de Henson, sino sobre su mente, y es así como la narrativa del documental brilla por construir al hombre desde sus ideas, y no viceversa.

Visualmente, introducirnos en un cubo donde se materializan aquellas ideas y de donde parten todos los testimoniales de sus familiares, amigos y demás allegados, es también una forma de congeniar y conceptualizar la esencia del relato, la cual es adentrarnos a la mente del propio Jim Henson (simbolizada por el cubo), y de cómo aquellos primeros esbozos fueron emergiendo hacía el mundo real convirtiéndose en sus primeros trabajos como titiritero, como experimentador fílmico, como parte fundamental de Plaza Sésamo, como creador de los Muppets, como director comercial y finalmente como una figura de culto andante, que influía con luz, amabilidad y visión a todos aquellos a su alrededor.

La evolución de sus trabajos, aunque son parte esencial del documental, así como grandes puntos de inflexión emotiva, pasan a un segundo plano al abordar el concepto que más apreciaba y preocupaba a Henson por igual: el tiempo, y de cómo este influye en el flujo de la creatividad y en el cómo se percibe la vida y la muerte. Esto se ejemplifica de manera certera al abordar uno de los trabajos más extraños y famosos de Henson (e irónicamente también más desconocidos), el del cortometraje de ficción “Time Piece”, nominado al Oscar en 1965 y en donde Howard y Monroe reparan para construir la personalidad de su protagonista, un ser amante del tiempo y de la vida, que respeta y teme a ambos por igual. Tanto puede aprenderse de quién era Jim Henson con este trabajo, que incluso una de sus hijas menciona en un punto: “¿Quieren conocer en verdad como era mi papá? Vean Time Piece”.

Siguiendo con el concepto del tiempo, la generación de sus ideas se va desdoblando mediante un tono muy dinámico, incluso en ocasiones vertiginoso, pero que gracias a su excelente dirección y montaje no pierden ningún detalle en toda la evolución del trabajo de Henson (esto sirve para que los nuevos no pierdan de vista TODO lo que hizo que Jim, mientras que los “viejos” se deleitarán al ver como la narrativa abarca todos los puntos de su obra).

En este punto hay que recalcar a las tres figuras con mayor protagonismo y que a través de sus personalidades van estructurando el relato desde la juventud hasta la maduración de Jim Henson; el primero de ellos es nada más y nada menos que Orson Welles, que mediante fragmentos de su show y entrevista con Henson, se establece la personalidad revolucionaria desde sus inicios experimentales y ávidos por irrumpir en el medio del entretenimiento; el segundo es más que nada narrado por el propio Henson, y en donde una serie de abstracciones generan como diálogo la emisión de sus propias ideas. Esto se ve enriquecido por los testimonios de sus hijos y más allegados colaboradores, haciendo una paleta emocional exquisita; el tercero es en donde Frank Oz toma un papel más protagónico, sin duda la mano derecha de Jim, tan alumno como socio, hermano y hasta hijo adoptivo, una perfecta simbiosis que aquí toma el papel de “su legado”

Así mismo, es de resaltar como Howard y Monroe no solo se encasillan en el “altruismo” educativo de Jim Henson, que de altruista no tenía NADA. Pero esto no es un factor que disminuya su figura, sino uno que ensalza la honestidad del relato. Y es que además de ser un genio creativo, Henson era un genio comercial, enfocado a generar fama y dinero a través de una planeación basada en ideales, ingenio y programas tanto para niños como adultos que profundizarán en un humor inteligente, ácido y a manera de metáforas social donde Henson siempre tuvo como objetivo trascender ¡Y lo hizo!

Por supuesto que Kermit y compañía, el impacto del show de Los Muppets (uno de los puntos más altos y emotivos de la narración), su inclusión en Plaza Sésamo como uno de los creadores fundamentales, su lado fílmico experimental, The Dark Crystal, Laberinto y su repentina muerte se encuentran ahí, con un perfecto timing y un montaje maestro, sin embargo, no son el punto clave del documental, revelando a Henson como un ser peculiar, único, en un cuerpo frágil incapaz de soportar toda aquella revolución de ingenio e ideas, y por supuesto una carga de trabajo que lo llevaría a despedirse muy pronto, a los 53 años, en una batalla contra su siempre amigo y enemigo: el tiempo.

Pero, así como su personalidad, quizá el mayor valor narrativo de este documental es la expresión de la vida y el positivismo, no uno tóxico, sino uno que ve a la existencua con armonía, repleta de emociones e ideales, y en donde ese “pedazo de tiempo” que nos toca deberá ser aprovechado a su máximo esplendor para poder sobresalir y forjar un legado, una enseñanza de Jim Henson.

Sin duda una de las mejores películas de lo que va del año, y que apuntará alto para la temporada de premios americanos a casi 10 meses de distancia. La figura de Jim Henson es esencial para comprender la historia y la evolución de la televisión, el cine y el entretenimiento de los 70’s hasta nuestros días. Ron Howard lo sabe, y aprovecha el ingenio ajeno para labrarse también una de las mejores piezas de su currículo. IMPERDIBLE

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Acerca del autor

El Fett   @El_Fett   cinescopia.com

El más realista y cabrón crítico de cine que pueda existir. Ente sin misericordia que tiene el halago de transmitir a los mortales su sentir y sabiduría en el mejor recinto sobre el séptimo arte. Cinéfilo de corazón y crítico crudo por vocación. Alter ego del Licenciado en mercadotecnia y RRPP Oscar M Rodríguez (FB) Sigueme en twitter @El_Fett


1 Comment

  • El “fétido” Fett se clava una crítica de Órdago. Y no es para menos tratándose del gran Jim Henson. Es de reseñar que en su momento grandes guionistas de la comedia se negaban a escribir líneas para los Muppets, arguyendo que no iban a gastar su talento cómico para que un “calcetín” lo interpretará. Las que tuvo que pasar Jim para hacerse un lugar entre los grandes.
    A propósito, soy fan de estas críticas honestas y descarnadas. Estan entre mis favoritos.:?-?)

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