Johanne Sacrebleu: Una carta de amor a Francia.

Saludos estimados cinescopes, el día de hoy les traemos la reseña del tan comentado y viralizado filme mexicano: Johanne Sacrebleu, una obra inspirada en “La France”, ya saben, esa hermosa nación que se siente superior por vender ropa de marcas sobrevaloradas y comida mas desabrida que las canciones de Emilia Pérez, pero ¡Hey! Es la capital del “amour”, del beso francés, de Amelie y del “romance”, lo cual inspiró a esta bella historia que llega para trascender lo límites del arte y llevar al cine a un nivel nunca antes visto. Solamente el país del “Ratatouille” pudo inspirar tal magna obra del 7mo arte.

La historia habla de Johanne Sacrebleu, una joven trans heredera de la fortuna de la familia Sacrebleu, grandes productores de Baguette de todo París. A pesar de su gran fortuna en Baguettes y queso Roquefort, Johanne vive una vida pacífica en su amada París, rodeada de arte, parisinos y ratas, y ese exquisito aroma a PASUCO y perfume que tanto caracteriza a la ciudad del “amour”. Pero la vida de Johanne da un giro inesperado cuando se encuentra a Agtugo Ratatouille, un apuesto y joven empresario que resulta ser heredero de la fortuna de la familia Ratatouille, los grandes productores de Croissaint de toda Francia, pero que a su vez resultan ser los enemigos declarados de la familia Sacrebleu. Es abajo esta trama que surgen todas las aventuras y desventuras de Johanne, quien a pesar de las restricciones de la familia busca desesperadamente el amor de Agtugo, que sorpresivamente no se rinde (cosa rara en los Franceses, porque ellos se rinden fácilmente, demostrando que Johanne llegó a romper cánones).

Johanne Sacrebleu es una película llena de magia, música y mucha diversión, pero quiero sobre todo resaltar lo bien que representa a Francia; me ha dejado sin palabras sus actuaciones, pues a pesar de que no hay ni un solo francés en esta producción, cada uno de los miembros del elenco demuestra que ningún miembro europeo es necesario, pues su francés es impecable. Les aplaudo que hayan aprendido tan bien una lengua que cada día tiene menos hablantes, lo cual denota además un gran compromiso por preservar una lengua agonizante.

Además del enorme trabajo que hicieron los del equipo de maquillaje (cada uno de los actores parece un auténtico francés), otro enorme aplauso es para el equipo de escenografía, porque sin duda cada rincón de Villa Croissaint emula perfectamente a Francia, pues ni siquiera te das cuenta que la película no está filmada en dicho país;  la recreación de los monumentos es tan convincente que solamente te das cuenta de que no es Francia porque en ningún momento sale el trasero de Alizée, el único monumento francés que no ha sido profanado por los alemanes (aún) (o quizás ya lo fue).

También hay que destacar los breves, pero muy sorpresivos cameos que tiene el filme, pues aparecen nada más y nada menos que Lady Bug y Cat Noire (en cuanto los ví me puse de pie y aplaudí por ver a dos de los más grandes exponentes de Francia en pantalla), pues fuera de ellos, Remy la Rata y Daft Punk, es difícil encontrar más franceses talentosos-

En resúmen, Johanne Sacrebleu es un filme que rompe moldes, atrevido, irreverente, el respiro que necesitaba la industria, una carta de amor a Francia y su gente, una obra que le daría 37 premios Oscar si pudiera, te hace reír, llorar, cantar y sobre todo te hace sentir que eres el parisino más parisiente de todo París.

Una obra imperdible, lista para entrar a los anales de la historia, a diferencia de Emilia Pérez que salió de los Anales de un calvo pellejudo. Está película tiene garantía Cinescopia, pues cada uno de los miembros de esta página le da a esta magna obra un 11/10, y no nos preocupa lo de devolverles el dinero porque estamos completamente seguros que la van a adorar.

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Arqueodan    


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