John Carter: Una fantasía más del montón
Una larga espera tuvo que pasar el guerrero de Marte para su arribo al cine, desde que fue considerada como la primer película de Disney (sustituida por Blanca Nieves) hasta sus fallidos intentos en las décadas de los 80’s y 90’s, el personaje de Edgar Rice Burroughs ha sufrido un descalabro ya cantado, que aún con la promesa de 250 millones de dólares y un director consagrado de la casa Pixar, era más que obvio que sin un riesgo argumental y una calidad artística por encima de lo mediocre, su resultado se sintiera viejo y sin nada nuevo que aportar no solo al género, sino al cine en general.
John Carter, en su intento por posicionar una nueva franquicia, ha sido víctima de la fórmula clásica y cuadrada de Disney, que si bien muestra genialidad en sus primeros momentos y destellos de buen entretenimiento, no logra trascender en ningún rubro, siendo simplemente “una más”.
¿La vejez de su relato o la comodidad de una producción?
Sería injusto e ignorante catalogar a John Carter como un relato pastiche o repetitivo. Sus orígenes en 1912 han tenido una influencia avasallante en el cine a través de los proyectos fantásticos y de ficción de cineastas como Spielberg, Lucas y Cameron, e inclusive en otras obras literarias legendarias que datan de 30 décadas después de su primera publicación, entonces ¿Porqué la reputación del guerrero y la revolución del planeta rojo en esta su primera incursión en el cine sencillamente no funciona? ¿Es culpa de su vejez? ¿Su relato instituidor de muchas de las bases del género es su penitencia? En lo absoluto, la culpa no recae en su historia, sino en una producción que no pudo (o quiso) atreverse a convertir a Carter de un producto enigmático, que si bien cuenta con una mitología exquisita, esta fue relegada para dar paso a la comodidad de llevar a cabo una cinta más, aduladora de las tecnología 3D, apta para la taquilla y enfocada más al público infantil, una salida fácil y sin riesgo que aportará un producto duradero y mediocre a la casa del ratón por algunos años.
Por otra parte, es justo cuestionarse que hubiera pasado si este mismo resultado hubiera sido lanzado en las décadas de explotación fantástica y espacial en el celuloide, y la respuesta sería la misma, el film carece de atractivo, de bases argumentales que justifiquen varios elementos de su mitología planteada en esta su primera parte, y que solo cuenta con la fuerza del mero entretenimiento, sacrificando lo revolucionario de su historia y el inexistente y deseable atrevimiento que se anuncio con redobles y fanfarrias desde hace un par de años. Una lástima.
Andrew Stanton, un títere más.
La mayor decepción lleva como nombre Andrew Stanton, director y guionista bendecido por Pixar y responsable de quizá la mejor película animada de la historia (Wall-E), que vio en John Carter su primer descalabro como contador de historias, demostrando que la transición del mas cómodo rubro animado al de personajes reales puede ser en ocasiones tortuoso.
Sin embargo, el también guionista de la cinta, logra imprimir en la primera media hora del metraje un tono enigmático y de muy buena calidad, siendo el planteamiento y presentación de su personaje el más interesante y salvable de la atropellada cinta, la cual en su desarrollo, ve su engañosa calidad caer en un hoyo sin fondo apadrinada por la mano de Disney. Stanton no logra encausar los elementos mediáticos del relato a su favor, desaprovecha la rica mitología e inclusive sacrifica la tridimensionalidad de sus personajes por un entretenimiento burdo; lo complejo de su argumento original se pierden en pro de la taquilla y de los intereses de la casa productora por alcanzar más al público infantil, que si bien no es ajeno al universo de Carter, pero que no era el único tipo de espectador que se necesitaba saciar y sorprender.
Por otra parte, el realizador presenta destellos épicos que demuestran que este no es para el fin de su carrera, pero el principal error de su guion y su dirección, es que su primer y complejo planteamiento en esos primeros minutos redondos del film se transforman en meros espadazos y, aunque parezca increíble, en la exclusión de un giro de tuerca; los 132 minutos son ágiles y entretenidos, pero carecen del factor sorpresa, se vuelven planos, dejan al espectador esperando por la respuesta hacia varias de sus elementos y problemáticas planteadas (¿Que hacen los llamados mensajeros en la tierra y en una cueva de oro? ¿Cuál es el origen de las razas? ¿Qué fue de todo el meollo del noveno rayo que no logra trascender aun cuando es el motif en la mayor parte de la trama? ¿El factor tiempo – espacio es inexistente?), haciendo de Carter un metraje totalmente predecible.
Escoge tus actores y serás juzgado
Otro de los principales problemas de Carter es su reparto; el guion logra la tridimensionalidad del personaje principal, pero es necesario decir que la dirección de actores de Stanton deja muchísimo que desear, pues además de que el libreto esta aderezado de diálogos simplones y redundantes, Taylor Kistch en su primer rol principal en el cine no logra proveer a John Carter de la fuerza y carisma necesarias para el personaje ¿Culpa del actor, director o ambos?
Irónica y coincidentemente, la parte CGI histriónica es la que alcanza a sobresalir de entre todo el reparto de carne y hueso, el cual, con excepción de Mark Strong (que muestra el dominio, experiencia y encasillamiento que tiene como personaje antagónico), se denota acartonado y falto de emociones. La química en el apartado romántico de la historia es vergonzosa, así como también el desempeño de Lynn Collins, a la cual nadie nunca le cree que sea una princesa (o actriz).
Así mismo, Ciarán Hinds, Dominic Cooper, entre otros, ven su desempeño caer hacia lo totalmente intrascendente e inclusive en ocasiones en tonos ridículo, con personajes pobremente descritos que no solo denotan la mediocridad del guion y la dirección inexperta de Stanton, sino también la pésima elección del casting.
¿Hay que verla?
En lo personal, este primer encuentro con el universo de John Carter fue decepcionantemente entretenido, en otras palabras y resumiendo lo ya descrito, la adaptación del famoso personaje sacrificó toda fuerza argumental para servir únicamente como vehículo de diversión.
Aún cuando va mas dirigida a los mas jovencitos de la casa, uno que otro veterano se verá atraído por la historia de hombres del espacio, princesas y luchas intergalácticas y se dejará llevar dejando de lado la promesa cinematográfica, sin embargo, lo más obvio nos dicta que el fanático saldrá avergonzado y queriendo colgar a Mickey Mouse (una vez más).
Disney ha tomado la decisión, John Carter no trascenderá, y solo será una divertida atracción más.
La cinta durará en cartelera al menos 3 semanas más, así que recuerden los seres residentes de Guadalajara, que la mejor opción para disfrutar el mero entretenimiento Disney en 2 o en 3D, se encuentra en Cinemas Lumiere. Chequen los horarios.
5 Comments
Excelente crítica. También pienso que deja a deber, no termina de cuajar la mitología completa y algunas actuaciones son dignas de Cachirulo. Pero me pareció buena… eso… sólo buena, porque es muy entretenida.
Defiendo el caso que si es un producto para niños ya que no busca complicar ni complicarse y la violencia esta muy bien cuidada: poca sangre y la que hay es azul.
Me gusto que evoca una inocencia ya perdida con las generaciones. Si me recordó al Flash Gordon de Laurentis, a los seriales de Buck Rogers y a los comics de Doc Savage.
Lástima que sea ya considerada por Disney mismo un fracaso financiero… lástima ya que evitará que sigan haciendo cosas diferentes y arriegando y que se vayan por cosas baratas y más probadas… o con directores con más oficio.
Saludos!!
Muchas gracias estimado hdavilap. Fijese que yo tambien me entretuve de lo lindo pero si pineso que la formula Disney mutilo el potencial de la mitologia John Carter y deja varios elementos planteados, pero nunca cerrados en su trama, lo cual obviamente revela los intereses de Mickey por no complicarle la historia a los niños
Y si, acaba de anunciar que ha sido un fracaso, asi que tal vez no tengamos ni segunda parte. Un saludote estimado y muchas gracias por su opinion
A veces decido no ver ciertas películas; ora por creerlas malas, ora ofensivas o, simplemente, intrascendentes. Algo así me pasó con “John Carter”. Sin embargo, un colectivo (“autobus”) en viaje supone una situación sin escape: los asientos apuntan a las pantallas y los destellos tientan hasta los más dormilones.”John Carter” me tomó desprevenido.
Debo admitir que los efectos visuales no deslumbran, pero están correctos. Es entretenida pues recurre a un paradigma conocido y hace que las dos horas del film sean estupendas para entretener un viaje en colectivo. No obstante, no tiene mucho más que mostrar.
Los personajes son predecibles y estereotipados; responden a rajatabla la fórmula Disney y, ciertamente, no esperaba otra cosa.
Aspi es mi estimado. El sello de la mediocridad Disney se hace presente de pie a cabeza a pesar de un prometedor inicio que refiere al viejo oeste.
Gracias por compartirnos su experiencia y siga Cinescopia