Joker baila con el diablo bajo la pálida luz de luna, y sale perdiendo
La secuencia es bellísima: un hombre, bien vestido y con lo que parece ser un gran día, baja por las escaleras que conecta una calle con otra mientras baila, despreocupado. La canción de fondo y la forma en que fue filmada nos hace pensar que es un tipo cool, alguien a quién admirar a pesar de todo lo que le ha pasado. Sus gestos de contenta tranquilidad cambian cuando escucha su nombre de la boca de un detective al pie de la escalera, y termina de bajar corriendo. Fuera cualquier otra película sería un momento genial; para nuestra desgracia, es la visión de Todd Phillips de Joker y termina glorificando a un asesino.
Para bien o para mal, la película más comentada del año ya está en cines. Aún antes de que saliera ya estaba exhausta de todo el Discurso alrededor de ella, la vi y escribo esto sólo para sacar Mis Comentarios de forma coherente y para dar punto final a este tema. Ojalá podamos, como comunidad, saciarnos de esto lo antes posible y enfocarnos en otras películas que sí merecen nuestra atención; si son fans aguerridos de toda película sobre superhéroes/supervillanos y las defienden ciegamente a niveles ridículos -como, por ejemplo, declarar abiertamente que Martin Scorsese no tiene películas buenas o relevantes-, sáltense este texto, nomás les hará pasar corajes y no quiero ver mis DMs llenos de amenazas ni insultos.
Comencemos con lo bueno: sí, Joker está perfectamente bien hecha. Los vestuarios del ganador del Oscar Mark Bridges son impecables, Joaquin Phoenix salió, nuevamente, a recordarnos que es el mejor actor de su generación (y se nota se divirtió muchísimo en el papel) mientras que Robert DeNiro roba por completo la atención cada que surge en pantalla; la cinematografía de Lawrence Sher es preciosa y realiza unas tomas preciosas que enmarcan tanto la belleza de la ficticia Ciudad Gótica como la soledad del personaje principal, y la edición de Jeff Groth marca un ritmo atento y preciso. Incluso la selección musical -que incluye clásicos de Frank Sinatra, Stephen Sondheim, Cream y canciones de películas de Charlie Chaplin- están perfectamente seleccionadas. La película tenía todo el potencial para ser potente y poderosa, pero fue saboteada por una dirección regular y un muy mal guion que, simplemente, no entiende al icónico personaje.
Arthur Fleck (Phoenix) es un hombre de mediana edad solitario, con una salud mental debilitante, una relación co-dependiente con su madre (Frances Conroy), un trabajo poco satisfactorio y grandes sueños de ser un comediante stand-up. Conforme le ocurren cosas terribles, se ve orillado hacia una vida de crimen. Si bien la película hace de todo por distanciarse de su género, no se puede hacer a un lado la importancia del personaje. El punto del Guasón -y gran parte de lo que lo hacía atemorizante- era no saber exactamente de dónde venía o qué es lo siguiente que haría. Entre el caos y anarquía, su propósito era demostrarle a Batman que él estaba a nada de convertirse en villano; al inventarle causas y motivaciones, vuelve al personaje risible y pierde su fuerza. El guion de Todd Phillips y Scott Silver demuestra que no entiende al personaje ni sus motivaciones, balanceándolo entre una víctima que siente mucha lástima por sí mismo, antihéroe y villano, mientras toca fuertes temas -entre ellos, la precarización de los servicios de salud públicos, la salud mental, la ausencia de empatía, la corrupción y la casual crueldad hacia quienes no son “normales”- sin desarrollar ninguno. Por otro lado, sus personajes secundarios son prescindibles, al grado de que están ahí sólo para hacer sufrir más al protagonista.
Las constantes referencias a otras películas (incluyendo The King of Comedy, Taxi Driver, Fight Club, Network, Mommy, y American Psycho) hacen poco por elevar la historia; si acaso, evidencia más que la película no tiene propósito y quiere ser mejor de lo que es por mera asociación. La violencia en pantalla escandaliza por lo cotidiana y rutinaria, mientras busca colgarse de una superficial guerra de clases terriblemente predecible. El humor, por otro lado, es inesperado, aunque tiende a la crueldad contra quienes sufren.
Joker hace que bailemos con el diablo bajo la pálida luz de luna, sí. Es buena a secas, entretenida y divertida, si la tomamos como lo que es, y de ninguna forma es la mejor película del año. Su gran broma es, justamente, hacer que todos hablemos de ella (y abarrotemos las salas de cine) a pesar de lo que es: una visión amarga y superficial sobre La Sociedad En La Que Vivimos, quitándole toda responsabilidad al creador del caos.
2 Comments
Me parece insoportable la ingente cantidad de elogios, odas y ditirambos que está recibiendo esta película. Vienen, desde luego, de fans acérrimos de películas de superhéroes, que al presenciar cómo una cinta de cómics cambia un poco su giro respecto a lo que se viene haciendo (todas las películas de superhéroes son, en general, idénticas), ya se transforma en una absoluta obra maestra, en la mejor del año, en un estudio completo y cruel de la psique humana, en un fiel reflejo de lo que pasa en nuestra sociedad, de repente nos damos cuenta de que todos somos Joker… pfff. De verdad, resulta cansino. Por lo que me da un gusto enorme leerte y encontrar en un blog de cine serio una crítica sensata y justa.
Joker es buena, como mencionas, a secas. Y poco más. Muy poquito más. Casi nada. Phoenix sostiene la película prácticamente todo su metraje. Es triste que la mayoría esté descubriendo a Phoenix en esta película, cuando el oriundo de San Juan ya tiene un buen puñado de años rozando la excelencia histriónica en films poco comerciales (ahí está el detalle). Sus interpretaciones, por ejemplo, en Two Lovers (James Gray, 2008) y The Master (PTA, 2012) hablan por sí solas. En fin, aquí vuelve en gran forma como no podía ser de otra manera. Pero el guión, el guión… y la dirección, vamos, que estamos hablando del director the “The Hangover”, con respeto. Y no hace un mal trabajo, que quede claro, pero estás acertadísima en tu texto acerca de su evidente incapacidad para analizar y retratar a un personaje tan interesante como el Guasón, y en canalizar un guión apropiado que le haga lucir. Se pudo haber hecho mucho más.
¿Quieren los fans adentrarse en las entrañas de la psique humana? Que vean a Lynch. O a Polanski, o Buñuel, o a muchos otros directores contemporáneos cuyos trabajos siempre permanecerán ocultos gracias a la invasión de superhérores en las salas comerciales, cual cáncer maligno. Hay que tomar las cosas como son, y el Joker es una película para pasar el rato y nada más. Ah, y para contemplar a Phoenix en acción, por supuesto.
Primera vez que comento el blog. Gran blog, gran texto. ¿Cuáles han sido tus películas favoritas este 2019?
¡Hola! Muchas gracias por tu comentario 🙂 este año, mis favoritas que han salido en cines (hasta ahora) han sido La camarista, Las niñas bien, John Wick 3, Booksmart, Midsommar, Ad Astra, High Life y Dolor y Gloria. ¡Que tengas bonita semana!