Joy Ride: La comedia veraniega que NADIE esperaba
En un intento de Hollywood por presentar propuestas en las que más personas puedan sentirse identificadas, y probablemente así cumplir con su cuota de filmes que son políticamente correctos, llega a los cines Joy Ride, cinta protagonizada por Ashley Park, mejor conocida como la mejor amiga de Emily (de la serie Emily in Paris) y un grupo de asiáticoamercianas de una corta carrera en la pantalla grande, se dan a la tarea de traernos la estúpida comedia americana de este verano.
Joy Ride cuenta la historia de Audrey, una abogada asiáticoamericana que se ve obligada a viajar a su país natal por temas laborales, y cuyo viaje se convierte en una aventura a la que se suman sus mejores amigas, todo esto convirtiéndose en la búsqueda de la madre biológica de la protagonista.
Aquí no hay necesidad de ponerse profundos, Joy Ride es una típica comedia hollywoodense con humor absurdo, basado en gags físicos y sexo como fuente prioritaria de risa y “diversión”, por lo que únicamente fanáticos de este tipo de primicias encontrarán hilarantes dichas secuencias poco originales.
La exageración es otra de sus principales características, pues recordemos que hay que hacer reír a la audiencia, y qué mejor que forzar situaciones hasta el límite y convertirlas en algo solamente posible en el universo de la película.
Cada ingrediente de la receta para ser una comedia blanca americana está aquí, es decir, cualquier película de Melissa McCarthy y es claro que Joy Ride solo busca trasladar ese ya conocido concepto a un plano más incluyente en el que también logran mofarse de tal inspiración, pues recordemos que incluso los personajes principales siguen siendo más estadounidenses que asiáticos.
Nada muy bueno se puede esperar de una película cuya traducción para Latinoamérica es “Locas en apuros”, una frase demasiado boomer si me lo preguntan, y que suena a reusada de alguna otra producción que probablemente transmitían hace más de 20 años.
Algo que sí me sorprendió de Joy Ride fue que, aunque llena de clichés incluyendo momentos tanto “conmoverdores” como de “pena ajena”, la historia hizo un esfuerzo por sorprender e incluyó varios giros de tuerca que ayudaron a que la cinta fuera más fluida y no se sintiera tan extensa a pesar de las mil y un circunstancias que el grupo protagonista afrenta.
Recomendada para fanáticos de cintas como Bridesmaids, Joy Ride no ofrece más que risas superficiales y un rato de entretenimiento que se siente vacío, algo que se olvidaría fácilmente a la mañana siguiente.
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