Joyas Ocultas de la Animación: Hadashi no Gen
Hablar sobre la Segunda Guerra Mundial y animación en una misma oración seguramente te llevará a Ghibli y su conmovedora película “La Tumba de las Luciérnagas”. Pero es imperativo conocer que hay otras cintas que nos muestran esta realidad de la guerra de una manera diferente y claro, sin dejar de resultar triste y conmovedora. Este es el caso de la Hadashi no Gen, película japonesa de 1983 que se basa en las experiencias propias del autor (Keiji Nakazawa) tras los bombardeos ocurridos en el país nipón.
Hiroshima (título con el que también se le conoce) se centra en la historia de Gen, un niño que vive en esta ciudad en tiempos de la Segunda Guerra Mundial. La vida como la conocía cambiará cuando el 6 de agosto la ciudad sea arrasada por una bomba atómica que lo hará sufrir la verdadera tragedia del acontecimiento bélico más grande de la historia.
Hadashi no Gen (traducción literal “Gen descalzo”) nos cuenta, de inicio, un relato de una forma ligera e inocente, mismo que se va transformando conforme los terribles hechos suceden, mostrándonos una animación que impacta no tanto por su calidad audiovisual sino por la crudeza con la que es señalado el tema de la guerra, algo que podríamos catalogar como soft gore.
Y es aquí donde encontramos su cualidad más particular, una historia que resalta por exponer la tragedia de una manera tan desgarradora aun cuando está dirigida a un público general, dándonos un mensaje antibélico desde los ojos de un niño que es víctima de las terribles consecuencias de una bomba atómica.
Con una animación típica de la década, la cinta te lleva a experimentar de manera íntima el antes y el después de una explosión que cambiaría la vida de millones de personas, haciendo prácticamente imposible dejar indiferente al espectador pues el horror se muestra de la forma más honesta posible. No se necesitan gráficos de última generación pues su mensaje no se hace viejo; al contrario, se siente tan poderoso y tan real que se convierte en imprescindible para reconocer los horribles efectos bélicos, dejando incluso una lección y un espacio a la reflexión personal.
La cinta cuenta con una secuela que se desarrolla 3 años después de los hechos ocurridos en Hiroshima, siguiendo la vida de Gen que aunque intrigante, termina por perder ese impacto que nos dejan los hechos ocurridos en 1945.
Definitivamente una imperdible para cualquiera que se diga fan del anime o de la animación en general. Es más, una película antibélica por excelencia que todo niño debería poder ver para conocer y odiar a ese terrible monstruo llamado guerra. Preparen los pañuelos que tantas lágrimas no se van a secar solas.
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