Kill: Masacre en el tren – Gore Bollywoodense
Estrenada en 2023, Kill: Masacre en el tren llega tarde a esta parte del mundo y se aventura a ser estrenada en cines a pesar de una escasa promoción. Tal vez esto tenga que ver con que el 1 de julio de este año se anunció que Lionsgate adquirió los derechos para hacer su versión gringa de la cinta. ¿Será esto garantía de calidad para la cinta, o es solo otro intento desesperado de Hollywood al no poder generar guiones propios?
Kill (traducida como “Kill: Masacre en el tren” para Latinoamérica) gira en torno a Amrit, un comandante de élite que decide escaparse con su amor Tulika cuando esta es obligada a comprometerse. Ambos abordarán un tren rumbo a Nueva Delhi, viaje que se convertirá en una terrible masacre cuando una banda de criminales se apoderan de este.
Kill, parece de entrada, una idea interesante por parte del cine Bollywoodense, pues se presenta como un thriller de acción, despegándose del lado soso de esa propuesta musical a la que estamos un tanto acostumbrados. Eso sí, no por ello se despega de algunos de los clichés de sus filmes, como aquellos que envuelven momentos dramáticos en secuencias telenovelezcas, en donde el piano y el violín suave forman parte de las melodías que acompañan la melosidad.
Una intriga donde no todo es tan predecible como parece, pero aún así todo se nos es presentado de manera simple: no hay muchos personajes trascendentales, todo sucede dentro de una misma locación y la narrativa es bastante entendible.
Eso sí, el gore es el personaje principal y de qué manera, ya que Kill no escatima en mostrarnos golpes, sangre y muertes sin censura, a tal grado de dejar esa sensación de “hastío” por momentos. Esto podría no ser el mayor problema, pues es claro que la película está dirigida a un público que no se asusta de lo más gráfico y que encuentra divertida la crudeza que representan estas secuencias de violencia.
Asimismo, es inevitable no soltar las carcajada a lo largo del filme, pues aunque no es una comedia, las situaciones en las que la violencia ocurre no evitar rayar en lo ridículo, algo que claramente es intencional y que forma parte de la oferta desmesurada de la que somos testigos.
Los diálogos son bastante escasos pues aquí lo que importa es ver sangre, condición que casi inevitablemente vuelve muy monótona la dinámica de Kill, que si bien su duración es bastante decente (alrededor de 100 minutos), el metraje puede sentirse sobrado por momentos entre tanta repetitividad y falta de consistencia.
¡Grande fue mi sorpresa al enterarme que está basada en hecho reales! Aunque desconozco exactamente qué tanto se tomó de una historia real, es una realidad que Kill: Masacre en el tren, no es una película para todos aunque únicamente se busque desconectar el cerebro algún domingo. Es indispensable tomar en cuenta el tono gore de la película, característica que en esta ocasión va de la mano de lo absurdo y lo extravagante.
—