Kinds of Kindness: Yorgos Lanthimos se hunde

Todas las alabanzas que Yorgos Lanthimos había recibido por “Poor Things”, aquellas que lo empezaron a colocar como uno de los mejores cineastas de su generación y un referente a seguir en el futuro, acaban de ponerse en duda con “Kinds of Kindness”. En Cannes ya habían levantado la ceja al no convencer por completo al jurado, pero ahora queda claro que esa experimentación no le alcanza más para justificar un estilo que incluso en esta tragicomedia denota falta de originalidad en su propuesta y ejecución.

Aclaremos algo, es inevitable tomar ideas y conceptos de otras fuentes, pues siempre habrá un lugar de dónde tomar inspiraciones a la hora de crear una obra. Pero una cosa es copiar referencias de un par de fuentes y otra muy distinta es que sean tan, pero tan obvias. Aquí hay demasiado de dónde agarrar: tiene historias copiadas de Kubrick (“Eyes Wide Shut”) y Hitchcock (“North by Northwest”), la puesta en escena es de P.T. Anderson (“Boogie Nights”) y Altman (“Short Cuts”), el tono surreal es de Lynch (“Mulholland Drive” y “Lost Highway”), los diálogos son directamente de Tarantino (“Pulp Fiction”) y el recurso de antología recuerda a Iñárritu y Arriaga (“Amores Perros”). Si el director se hubiera empeñado en disfrazar todo esto con su propia mano no sería malo o por lo menos no sería tan notable, pero de plano no lo hace porque, aunque la calidad técnica permanece, no brinda ni cambia nada que pudiera ser diferente. Es más, hasta se echa de menos el ojo de pescado tan característico de su filmografía. El cuidado del escenario está ahí, los desnudos y escenas de sexo están ahí, la sugestión hacia la oscuridad de la naturaleza humana está ahí, la presencia animal está ahí, pero siempre está la sensación de que “Kinds of Kindness” le falta algo.

Al igual que le pasó recientemente a Wes Anderson, tal parece que Lanthimos tuvo 3 guiones que podrían funcionar por su cuenta, pero no tuvo tiempo de terminarlos (o le dio flojera hacerlo) y los juntó como largometraje. Queda evidenciado la falta de un trasfondo más conciso para todos ellos, que si bien tienen como base la amabilidad y gentileza (como bien lo indica el título), no hay contexto que justifique las acciones de los personajes que actúan porque el guion lo demanda y no porque piensen en las consecuencias de sus actos. Por más que se intente rebuscar en los simbolismos de cada escena que pudieran aportar algo, “Kinds of Kindness” prefiere la vía fácil de no explicar nada con tal de verse más “artística”. De ahí que sea más difícil aceptar la postura sexual del director con sus escenas de desnudos y la duración excesiva (si su Barbie autista causó tanta polémica por esto, aquí será imposible desviar la atención).

Por esta razón, asistimos a una primera historia sobre un hombre solitario que intenta retomar el control de su vida, inicia bien, pero el suspenso Hitchcockiano que plantea pierde impacto conforme avanza y culmina con la conclusión más obvia del mundo. La tercera historia es una mezcla de la casa de las orgías de “Eyes Wide Shut” y el culto siniestro de “Wicker Man”, donde una mujer busca un prodigio espiritual, pero sin un contexto macabro detrás que respalde el sentido de urgencia por conseguir la meta. Como resultado, la segunda historia es la que mejor funciona al usar la situación de un policía que no puede lidiar con la desaparición y posterior regreso de su esposa como metáfora a la paranoia que causa el Síndrome de Capgras… sólo para degenerar en una versión literal de “Raw”. El conjunto en general parece sacado de “Under the Silver Lake”, sólo que no hay detalles en el primer plano o en el fondo que capte la atención (¿realmente son necesarios tantos planos detalles a la comida?).

Las películas anteriores del director ya denotaban influencias de otras fuentes, pero estas se reducían a un par (“The Lobster” prestaba de Orwell y Huxley, mientras que “The Killing of the Sacred Deer” y “The Favourite” lo hacían de Kubrick y Hitchcock) o renovaban un estilo que parecía caducado (“Poor Things” tomaba de 4 fuentes [Gilliam, Burton, Del Toro, Von Trier], pero eran estilos polémicos que llevaban años en decadencia y aprovechó ese estancamiento para darles un lavado de cara). Pero aquí la falta de originalidad y la incapacidad para disfrazarla afectan a otros aspectos como la música (el piano de “Eyes Wide Shut” termina cansando a la larga y el coro de “2001” causa risa por la constancia con la que lo repiten, resultando en algo parecido a esto).

Debido a lo anterior, los personajes en “Kinds of Kindness” lucen planos y sin más propósito que ser peones que se dedican más a reaccionar que a pensar, la falta de compasión hacia ellos no genera interés y por momentos resultan inverosímiles. Sin embargo, hay que aplaudir la labor de Jesse Plemons al interpretar 3 papeles a los que le otorga diferentes matices para que no parezca estar viendo al mismo personaje (lo mismo aplica para mi querida Emma, pero en menor medida). En lo que respecta a Willem Dafoe, Hong Chau y Margaret Qualley, el poco tiempo en pantalla y la limitación de sus roles no permite que se luzcan mucho, pero cumplen dentro de lo que cabe.

“Kinds of Kindness” es una de las mayores decepciones del año y la que más duele por mucho (“Dune 2” es peor, pero al menos funciona como comedia involuntaria, y “Furiosa” dista de ser mala, sólo que su antecesora dejó el listón tan alto que no iba a cumplir con la expectativa pasara lo que pasara). Esto nos hace preguntar: ¿Esperamos demasiado de Yorgos? ¿En verdad el griego ha vivido de unas cuántas películas excelentes, pero no geniales? ¿Lo sobrevaloramos por copiarle a los mejores? La respuesta es sí, porque finge ser trasgresor cuando en realidad es alguien dependiente del reciclaje para subsistir (y nosotros somos más idiotas que él por haberle creído). Tal vez pueda recomponerse a futuro y subir el nivel para volver a tocar el cielo, pero por el momento debe conformarse con la que es la peor película de su filmografía (y aguántense, porque ahí viene “Burgonia” y si es igual a ésta pues…).

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Acerca del autor

Uriel Salvador     twitter.com/UrielSalvadorGS

Escritor, analista, crítico, gamer, investigador, actor (especializado en doblaje), fotógrafo. Pero ante todo, soy un amante del cine.


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